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los elementos psicológicos asegurado- namos a tiempo como grupo social que le afecte, en el afán de superación,
res, por lo que el sujeto mostrará bajo para evitar los efectos nocivos de este en la habilidad de reflexionar sobre los
control de sus emociones). Al quedar tipo de trato en los niños cuando sus sucesos que le afectan y de organizarse
grabado en su cerebro este procedi- padres no están en condiciones de frente a la adversidad y para conseguir
miento, el niño, ante las situaciones procurarles una atención adecuada. objetivos propios, en la capacidad de
de stress, temor, inseguridad, etc. vol- disfrute, en el desempeño laboral y la
verá a proceder del modo que “sabe”. Socialmente suele ser habitual inserción social, etc. se hará evidente
encontrar a estos niños en ciertos en dependencia de cada estilo de trato
Un porcentaje significativo de ambientes de marginación o con y de relación.
niños reciben maltrato por parte de vidas familiares desorganizadas, pero
unos padres que tal vez repiten con técnicamente es una realidad que Sue Gerhardt (2008), experta en
sus hijos el tipo de relación que ellos puede aparecer en otros ámbitos eco- tratar las consecuencias de los esti-
recibieron. Una atención desatenta, nómicamente no deprimidos, porque los de apego en el desarrollo de los
carente de sensibilidad, desordenada, es preciso volver a resaltar que no son niños, recomienda atender a las
sin cobertura de las necesidades ade- las condiciones económicas en sí madres en los momentos de la crian-
cuadas de estimulación, seguridad, mismas las que determinan el esta- za para que no se sientan solas y para
procura de cuidados vitales, etc. blecimiento de un tipo de relación que, si han experimentado apegos
(aunque puedan darse coincidencias inseguros, puedan así encontrar ele-
Este tipo de relación no permite significativas entre la situación eco- mentos “resilientes” al establecer
al niño una maduración adecua- nómica de ciertas personas y el trato relaciones más maduras y sensibles
da de sus sistemas cerebrales y su que recibieron de sus familiares o de con otros adultos.
vida entra en una esfera caótica. personas significativas de su entorno
Los niños que sufren malos tratos, en la infancia) sino el trato afectivo En su opinión, invertir en mejo-
abusos, abandonos…son niños que experimentado y cómo ha podido rar las condiciones de crianza de
tienen el riesgo de llevar una vida ser “elaborado”, interpretado por el los niños (ayudando a sus padres
problemática y sin rumbo. propio sujeto. y madres a través de la atención
Discapacidad social individualizada y en grupos) es una
Lamentablemente en ocasio- medida económicamente rentable,
Sería conveniente analizar si a nes algunos niños (y también algu- porque facilitar este apoyo es mucho
estos niños (al menos temporalmen- nos adultos) con discapacidad son más barato que hacer frente a las
te) no se les podría considerar afectos objeto de malos tratos (Verdugo y consecuencias nefastas de la aten-
de una “discapacidad social”, quizá Bermejo, 1996). ción infantil inadecuada.
tan o más “invalidante” que cualquie-
ra las discapacidades “físicas” reco- Teniendo, pues, en cuenta los Lo mismo podemos aplicar a la
nocidas. Tal vez no siempre reaccio- estilos de apego que hemos ido ana- atención de los niños y adolescentes
lizando, podremos darnos cuenta de con discapacidad. Además, de facilitar
qué consecuencias tendrá el hecho de los recursos económicos y técnicos que
la atención de las necesidades educa-
que los padres de niños tivas o físicas hacen preciso en razón
y adolescentes con dis- de las diferentes condiciones de dis-
capacidad puedan o no capacidad, atender a las familias (a las
establecer con sus hijos madres y a los padres) desde esta óptica
un apego de tipo seguro. del apego puede ser una buena medida
para favorecer la madurez personal de
La influencia en la los niños de acuerdo a las condiciones
autoestima, en la resisten- de su afección y contribuir así a que
cia a la frustración, en la puedan desarrollarse de acuerdo a sus
capacidad de empatía, en capacidades y a integrarse socialmente
la aceptación de las con- en la medida de sus posibilidades.
diciones personales que
comporte la discapacidad
Facilitar apoyo a los BARUDY, J. Y DANTAGNAN, M. (2010): “Los desafíos
padres y madres de niños invisibles de ser madre o padre”. Edit. Gedisa.
con discapacidad es una
forma de hacer frente a LUCERGA, R.; SAN, Mª J. (2003): “Puentes invisibles”.
las consecuencias nefastas Edit. ONCE.
de una atención infantil
inadecuada SIEGEL, D. Y HARTZELL, M. (2005): “Ser padres cons-
cientes”. Edit. La Llave.
A utonpeorsmoníaal 29
res, por lo que el sujeto mostrará bajo para evitar los efectos nocivos de este en la habilidad de reflexionar sobre los
control de sus emociones). Al quedar tipo de trato en los niños cuando sus sucesos que le afectan y de organizarse
grabado en su cerebro este procedi- padres no están en condiciones de frente a la adversidad y para conseguir
miento, el niño, ante las situaciones procurarles una atención adecuada. objetivos propios, en la capacidad de
de stress, temor, inseguridad, etc. vol- disfrute, en el desempeño laboral y la
verá a proceder del modo que “sabe”. Socialmente suele ser habitual inserción social, etc. se hará evidente
encontrar a estos niños en ciertos en dependencia de cada estilo de trato
Un porcentaje significativo de ambientes de marginación o con y de relación.
niños reciben maltrato por parte de vidas familiares desorganizadas, pero
unos padres que tal vez repiten con técnicamente es una realidad que Sue Gerhardt (2008), experta en
sus hijos el tipo de relación que ellos puede aparecer en otros ámbitos eco- tratar las consecuencias de los esti-
recibieron. Una atención desatenta, nómicamente no deprimidos, porque los de apego en el desarrollo de los
carente de sensibilidad, desordenada, es preciso volver a resaltar que no son niños, recomienda atender a las
sin cobertura de las necesidades ade- las condiciones económicas en sí madres en los momentos de la crian-
cuadas de estimulación, seguridad, mismas las que determinan el esta- za para que no se sientan solas y para
procura de cuidados vitales, etc. blecimiento de un tipo de relación que, si han experimentado apegos
(aunque puedan darse coincidencias inseguros, puedan así encontrar ele-
Este tipo de relación no permite significativas entre la situación eco- mentos “resilientes” al establecer
al niño una maduración adecua- nómica de ciertas personas y el trato relaciones más maduras y sensibles
da de sus sistemas cerebrales y su que recibieron de sus familiares o de con otros adultos.
vida entra en una esfera caótica. personas significativas de su entorno
Los niños que sufren malos tratos, en la infancia) sino el trato afectivo En su opinión, invertir en mejo-
abusos, abandonos…son niños que experimentado y cómo ha podido rar las condiciones de crianza de
tienen el riesgo de llevar una vida ser “elaborado”, interpretado por el los niños (ayudando a sus padres
problemática y sin rumbo. propio sujeto. y madres a través de la atención
Discapacidad social individualizada y en grupos) es una
Lamentablemente en ocasio- medida económicamente rentable,
Sería conveniente analizar si a nes algunos niños (y también algu- porque facilitar este apoyo es mucho
estos niños (al menos temporalmen- nos adultos) con discapacidad son más barato que hacer frente a las
te) no se les podría considerar afectos objeto de malos tratos (Verdugo y consecuencias nefastas de la aten-
de una “discapacidad social”, quizá Bermejo, 1996). ción infantil inadecuada.
tan o más “invalidante” que cualquie-
ra las discapacidades “físicas” reco- Teniendo, pues, en cuenta los Lo mismo podemos aplicar a la
nocidas. Tal vez no siempre reaccio- estilos de apego que hemos ido ana- atención de los niños y adolescentes
lizando, podremos darnos cuenta de con discapacidad. Además, de facilitar
qué consecuencias tendrá el hecho de los recursos económicos y técnicos que
la atención de las necesidades educa-
que los padres de niños tivas o físicas hacen preciso en razón
y adolescentes con dis- de las diferentes condiciones de dis-
capacidad puedan o no capacidad, atender a las familias (a las
establecer con sus hijos madres y a los padres) desde esta óptica
un apego de tipo seguro. del apego puede ser una buena medida
para favorecer la madurez personal de
La influencia en la los niños de acuerdo a las condiciones
autoestima, en la resisten- de su afección y contribuir así a que
cia a la frustración, en la puedan desarrollarse de acuerdo a sus
capacidad de empatía, en capacidades y a integrarse socialmente
la aceptación de las con- en la medida de sus posibilidades.
diciones personales que
comporte la discapacidad
Facilitar apoyo a los BARUDY, J. Y DANTAGNAN, M. (2010): “Los desafíos
padres y madres de niños invisibles de ser madre o padre”. Edit. Gedisa.
con discapacidad es una
forma de hacer frente a LUCERGA, R.; SAN, Mª J. (2003): “Puentes invisibles”.
las consecuencias nefastas Edit. ONCE.
de una atención infantil
inadecuada SIEGEL, D. Y HARTZELL, M. (2005): “Ser padres cons-
cientes”. Edit. La Llave.
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