Page 54 -

Mayores Hoy
Escritor de Calaceite (Teruel)
Miguel Blanc i Grau
No es un escritor que
se encierre consigo
mismo, ausentándose
del resto de la colecti- libros costumbristas y de ensayo
vidad; es fácil encon-
trarle conversando
horas enteras con otros parroquianos,
intercambiando siempre opiniones
que les serán del todo enriquecedo-
ras para sus estudios, o dando confe-
rencias didácticas a los más peque-
ños sobre diferentes temas culturales
(botánica, arquitectura, historia,
leyendas, ornitología, etc.).
También es fácil verle pasear con
su esposa por las calles medievales
de su querida población, o recorrer
en silencio, con un bloc y lápiz en la
mano, las ermitas de romería del
municipio, o los bien conservados
poblados ibéricos, como el cercano
de Sant Antoni, desde cuya ágora el
viajero tiene el privilegio de contem-
plar todo el norte del Matarraña y
también los Puertos de Beceite, la
frontera natural que separa la comar-
ca del Mediterráneo. Pero, por enci-
ma de todo, conversar con nuestro
personaje es del todo enriquecedor.
—¿Qué herencia cultural ha recogido
de su padre, y cómo describiría la vida
de José Blanc Sanmartín?
Mi padre fue un hombre culto, a
pesar de no haber cursado estudios
superiores, gran lector de libros y
practicante, en su juventud, de
diversas actividades artísticas, como
la música, el teatro y la pintura;
actividad, ésta última que, en defi-
54 Sesenta y más
A sus 65 años, Miquel Blanc cuenta
con un rico patrimonio cultural,
que supera la media docena de
que tienen como singular escena-
rio esta comarca de los confines
de Aragón. Hablar con él es retro-
ceder en el tiempo, pero, al mismo
tiempo, toda una verdadera aproxi-
mación a la realidad actual de
Calaceite, del resto de Matarraña y
también de buena parte de la pro-
vincia de Teruel, además de un
análisis serio sobre las relaciones
entre culturas lingüísticas y formas
de vida de la gente.
Texto y fotos: Jesús Ávila Granados colaboré, creo que son una delícia y
El escritor, ante tantos recuerdos de el buen sentido de la palabra, bue-
su querida comarca.
nitiva, logró convertirla en su medio
de vida, aunque, también hay que
decirlo, por la fuerza de los tiempos,
se vió obligado a compaginar los
pinceles con la brocha. De él heredé
el respeto y la admiración por la
obra cultural, el hábito de la lectura
y el ansia de estudiar y saber, no por
cumplir una obligación, sino por
puro placer y curiosidad. Su vida fue
la de un trabajador poco común,
cuya trayectoria se vió interrumpida
por su reclutamiento en el frente de
combate y la posterior estancia de
más de tres años en los campos de
concentración y cárceles franquis-
tas. Sus memorias, en cuya edición
muestran la vida de un hombre, en
no.
—¿Ha cambiado mucho Calaceite y el
resto de la comarca en los últimos años?
El cambio sustancial se dió en
los primeros años sesenta del siglo
veinte, cuando la instalación de
agua corriente y de cloacas cambió
todo un género de vida ancestral en
cuanto a higiene. La desaparición
de las caballerias y la proliferación
de tractores y maquinaria agrícola
revolucionó simultáneamente la
agricultura, de manera que hay que
hablar, en todos los sentidos, de un
antes y un después de las citadas
fechas. Posteriormente, la venida
de diversos intelectuales que se ins-
talaron en estos pueblos, en espe-
cial Calaceite, fue crucial para reva-