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ESPAÑA
14 Relaciones intergeneracionales:
algunas propuestas para el
cambio
Texto | Tomás Castillo Arenal [Director Gerente Asociación Amica].
La discapacidad es un fenómeno que apa- dres o madres de edad tengan aventuras un papel de superioridad hacia ella de fa-
rece en cualquier etapa de la vida.Algunas amorosas o formen parejas estables “a miliares, profesionales y técnicos. Siempre
personas al nacer tienen ya que convivir sus años”. Muchos mayores se encuentran defiendo que, si no somos capaces de
con ella, otras como consecuencia de en- en residencias que no han elegido, porque cambiar este modelo de relación hacia las
fermedades crónicas, otras como secuela quisieran estar en su pueblo, o en su ba- personas con discapacidad jóvenes, adul-
de un accidente y la mayoría en su ancia- rrio, donde poder convivir con la gente tas o ancianas en el intervalo de nuestra
nidad encuentran distintos tipos de limita- conocida de toda la vida. generación, nos encontraremos con los
ciones en la vista, el oído, la movilidad, etc. mismos problemas cuando nosotros va-
Hay que llamar la atención de esta situa- yamos para mayores.
Sin embargo, existe un extendidísima cul- ción porque el trato discriminatorio, con
tura de tratar a las personas con discapa- actitud sobreprotectora, que entiende a la Pero no menos preocupante es el trato so-
cidad como si viviesen una minoría de persona más débil como un menor de cial que damos a las personas que van su-
edad permanente. De forma que las per- edad, lleva a la vulneración de derechos perando su edad laboral. Parece que de re-
sonas que se consideran más capacita- fundamentales, como es el de la intimidad. pente se pasa de ser una persona que
das ejercen de hecho una tutela sobre sus Es frecuente que entremos en la habitación tenía una responsabilidad, que era útil a la
vidas, usurpando inconscientemente el de- de una persona mayor, sin pedir permiso, o sociedad, a ser una persona “retirada”, ju-
recho fundamental a vivir de forma inde- que se realice el aseo en duchas corridas en bilada, que pasa a depender de los fondos
pendiente.Así, nos encontramos cómo a la presencia de otras personas, como si el pu- públicos, sin más posibilidades de aportar
hora de tomar decisiones hay con fre- dor ya no existiese cuando somos mayores. a la sociedad todo el bagaje de experien-
cuencia otra persona que las toma por Es preocupante con qué naturalidad se cias que hemos aprendido durante largos
nosotros, incluso nos administra el dinero, hace uso de la cuenta corriente sin autori- y trabajosos años.
compra la ropa que cree mejor nos sienta. zación alguna por la persona interesada.
En algunos casos se nos prohíbe estar con Resulta sorprendente cómo personas que
determinadas personas, quedar con ami- Es cierto que esta cultura ha confundido el han ejercido importantes cargos, dirigen-
gos o amigas a determinadas horas, for- trato cálido con la persona más débil, con tes de compañías, son relegadas a perte-
mar pareja con la persona que nos gusta. necer a clases pasivas, sin que se cuente
para nada con ellas. Pero también ocurre
También está muy generalizada la idea con tantas profesiones cuyo conocimiento
de que la ancianidad supone en cierto práctico, el que sólo puede dar los años de
modo una vuelta a los comportamientos experiencia, está en la mente y en las ma-
de la infancia, una “segunda infancia”. nos de las personas que vamos jubilando
Quizá por ello muchos mayores se ven y con ello relegando de la vida econó-
impotentes al perder su autonomía per- mica activa.
sonal en la toma de decisiones, en el con-
trol sobre su propia vida. Es frecuente que Pienso, propongo, que es necesario hacer
algunos hijos o hijas vean mal que sus pa- una profunda revisión de nuestro sistema
14 Relaciones intergeneracionales:
algunas propuestas para el
cambio
Texto | Tomás Castillo Arenal [Director Gerente Asociación Amica].
La discapacidad es un fenómeno que apa- dres o madres de edad tengan aventuras un papel de superioridad hacia ella de fa-
rece en cualquier etapa de la vida.Algunas amorosas o formen parejas estables “a miliares, profesionales y técnicos. Siempre
personas al nacer tienen ya que convivir sus años”. Muchos mayores se encuentran defiendo que, si no somos capaces de
con ella, otras como consecuencia de en- en residencias que no han elegido, porque cambiar este modelo de relación hacia las
fermedades crónicas, otras como secuela quisieran estar en su pueblo, o en su ba- personas con discapacidad jóvenes, adul-
de un accidente y la mayoría en su ancia- rrio, donde poder convivir con la gente tas o ancianas en el intervalo de nuestra
nidad encuentran distintos tipos de limita- conocida de toda la vida. generación, nos encontraremos con los
ciones en la vista, el oído, la movilidad, etc. mismos problemas cuando nosotros va-
Hay que llamar la atención de esta situa- yamos para mayores.
Sin embargo, existe un extendidísima cul- ción porque el trato discriminatorio, con
tura de tratar a las personas con discapa- actitud sobreprotectora, que entiende a la Pero no menos preocupante es el trato so-
cidad como si viviesen una minoría de persona más débil como un menor de cial que damos a las personas que van su-
edad permanente. De forma que las per- edad, lleva a la vulneración de derechos perando su edad laboral. Parece que de re-
sonas que se consideran más capacita- fundamentales, como es el de la intimidad. pente se pasa de ser una persona que
das ejercen de hecho una tutela sobre sus Es frecuente que entremos en la habitación tenía una responsabilidad, que era útil a la
vidas, usurpando inconscientemente el de- de una persona mayor, sin pedir permiso, o sociedad, a ser una persona “retirada”, ju-
recho fundamental a vivir de forma inde- que se realice el aseo en duchas corridas en bilada, que pasa a depender de los fondos
pendiente.Así, nos encontramos cómo a la presencia de otras personas, como si el pu- públicos, sin más posibilidades de aportar
hora de tomar decisiones hay con fre- dor ya no existiese cuando somos mayores. a la sociedad todo el bagaje de experien-
cuencia otra persona que las toma por Es preocupante con qué naturalidad se cias que hemos aprendido durante largos
nosotros, incluso nos administra el dinero, hace uso de la cuenta corriente sin autori- y trabajosos años.
compra la ropa que cree mejor nos sienta. zación alguna por la persona interesada.
En algunos casos se nos prohíbe estar con Resulta sorprendente cómo personas que
determinadas personas, quedar con ami- Es cierto que esta cultura ha confundido el han ejercido importantes cargos, dirigen-
gos o amigas a determinadas horas, for- trato cálido con la persona más débil, con tes de compañías, son relegadas a perte-
mar pareja con la persona que nos gusta. necer a clases pasivas, sin que se cuente
para nada con ellas. Pero también ocurre
También está muy generalizada la idea con tantas profesiones cuyo conocimiento
de que la ancianidad supone en cierto práctico, el que sólo puede dar los años de
modo una vuelta a los comportamientos experiencia, está en la mente y en las ma-
de la infancia, una “segunda infancia”. nos de las personas que vamos jubilando
Quizá por ello muchos mayores se ven y con ello relegando de la vida econó-
impotentes al perder su autonomía per- mica activa.
sonal en la toma de decisiones, en el con-
trol sobre su propia vida. Es frecuente que Pienso, propongo, que es necesario hacer
algunos hijos o hijas vean mal que sus pa- una profunda revisión de nuestro sistema