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Mayores Hoy IDA GRINSPAN
Apoyos. De nuevo en Auschwitz
Ida Grinspan, uno de los contados Por un simple factor de respeto no el mundo no se olvide nunca de lo ocu-
niños supervivientes del exterminio entramos en la cuestión de conocer rrido: “El olvido –dice… sería aún más
nazi, no le guarda rencor alguno a los más a fondo esas visitas que ha realiza- intolerable que los propios hechos”. Ida
alemanes. Ida, que ha recibido de do con grupos de jóvenes, de alumnos, sabe que es poco menos que imposible
manos del presidente Jacques Chirac la de investigadores al campo de extermi- que quienes no vivimos aquello caiga-
llamada Legion D’honneur, máximo nio donde ella pasó quince meses que mos en el tópico al que puede trasla-
galardón civil que otorga la República nunca se borrarán de su memoria. Se darnos una determinada cinematografía
francesa, es a sus setenta y cuatro años sabe que a Ida le costó mucho volver a o las imágenes a las que, sobre el holo-
una mujer de aspecto coqueto y dueña Auschwitz, pero cuando lo hizo por pri- causto nazi, nos aferramos con dema-
de un gesto permanente de dignidad. mera vez –año 1988– supo que era siada facilidad gracias a una, tan a
Tierna y seria, activa, simpática y pro- capaz de enfrentarse al recuerdo de menudo, simplista memoria colectiva.
funda. Se ha sentido feliz de pisar todo aquello. Hoy muestra fotografías Sin dramatismo alguno, pero con testi-
España, de conocer Madrid y algunas de los lugares, de las estancias que ella monios directos, y hasta con documen-
pequeñas ciudades y se marcha pro- conoció y habla de todo ello con la fir- tos, Grinspan no quiere que esa etapa
fundamente agradecida del trato que me intención de desdramatizarlo lo de la historia se olvide nunca y que
ha recibido en nuestro país. máximo posible, pero procurando que nada igual llegara a repetirse.
pasado casi sesenta años y sigue sin llamada Wanda, quien años después une, pero hablamos muy poco de todo
resultarle fácil –a pesar de su incon- estuvo tratando de localizar a Ida, al aquello; no, apenas lo hacemos; pre-
testable valentía– desvelar lo vivido. igual que Ida, por su parte, también ferimos no remover las cosas y hablar
trataba de localizar a Wanda. Hace de nuestra vida de hoy, de las cosas
– En su libro sí llega a descifrar con no unos años el encuentro entre ambas que vivimos hoy.
pocos detalles muchas de las duras fue posible, si bien Wanda se encon-
experiencias vividas. traba en coma. – ¿Cree que algún día se sabrá real-
mente todo lo que ocurrió?
Cuando tuve que confesarle mi – ¿Toda la gente con la que hoy se rela-
relato, en ese momento decidí recor- ciona en su vida cotidiana conocen per- Se sabe mucho, se sabe bastante;
dar y hablar y superar el dolor. Y a fectamente su condición de supervi- pero, como le decía hace unos instan-
pesar de ese dolor también sentía viente de Auschwitz? tes, no ha habido suficientes procesos
dentro de mí la necesidad de hablar y hay muchos ex nazis que han sido
de todo aquello. Pensaba que el escri- Absolutamente; todo el mundo, acogidos en países como Argentina y
birlo sería un alivio, una especie de claro que sí, todo el mundo. España, y que viven, le repito, como
liberación soltar todo lo que llevaba usted y como yo. Y eso me produce
dentro. Y, bueno, la gente está leyén- – ¿Es cierto que también mantiene el una decepción enorme.
dolo (“J`ai pas pleuré” será, en breve, contacto con algunas de las personas
traducido al castellano); pero cuando que se salvaron? – Su hija es hoy para usted el futuro,
intervengo en los colegios y centros la pero alguien que también lleva la carga
gente sigue pidiendo más, y cada vez Así es. Fue mucha la gente que del pasado.
más, y lo que no sé es hasta cuándo murió, es cierto, pero entre los que
voy a poder resistir. (Sonríe con una sobrevivimos mantenemos el contac- Bueno, todos los hijos de los anti-
suave y velada amargura). to. Hay una fuerza que nos une. guos deportados tienen esta carga;
para mí lo importante es tener claro
Ida también recuerda con especial – ¿Suelen hablar de todo aquello, de la que es un deber testimoniar porque
nitidez a muchas de las personas que experiencia compartida? los jóvenes son siempre el futuro, que
compartieron con ella su experiencia es fundamental que las nuevas gene-
casi sobrehumana en Auschwitz: No, no. Tenemos un pasado en raciones sepan lo que ocurrió y así no
como aquella entrañable enfermera común, y puedo decirle que es un ocurra más. Avisarles de que en la
sentimiento muy fuerte el que nos
56 Sesenta y más
Apoyos. De nuevo en Auschwitz
Ida Grinspan, uno de los contados Por un simple factor de respeto no el mundo no se olvide nunca de lo ocu-
niños supervivientes del exterminio entramos en la cuestión de conocer rrido: “El olvido –dice… sería aún más
nazi, no le guarda rencor alguno a los más a fondo esas visitas que ha realiza- intolerable que los propios hechos”. Ida
alemanes. Ida, que ha recibido de do con grupos de jóvenes, de alumnos, sabe que es poco menos que imposible
manos del presidente Jacques Chirac la de investigadores al campo de extermi- que quienes no vivimos aquello caiga-
llamada Legion D’honneur, máximo nio donde ella pasó quince meses que mos en el tópico al que puede trasla-
galardón civil que otorga la República nunca se borrarán de su memoria. Se darnos una determinada cinematografía
francesa, es a sus setenta y cuatro años sabe que a Ida le costó mucho volver a o las imágenes a las que, sobre el holo-
una mujer de aspecto coqueto y dueña Auschwitz, pero cuando lo hizo por pri- causto nazi, nos aferramos con dema-
de un gesto permanente de dignidad. mera vez –año 1988– supo que era siada facilidad gracias a una, tan a
Tierna y seria, activa, simpática y pro- capaz de enfrentarse al recuerdo de menudo, simplista memoria colectiva.
funda. Se ha sentido feliz de pisar todo aquello. Hoy muestra fotografías Sin dramatismo alguno, pero con testi-
España, de conocer Madrid y algunas de los lugares, de las estancias que ella monios directos, y hasta con documen-
pequeñas ciudades y se marcha pro- conoció y habla de todo ello con la fir- tos, Grinspan no quiere que esa etapa
fundamente agradecida del trato que me intención de desdramatizarlo lo de la historia se olvide nunca y que
ha recibido en nuestro país. máximo posible, pero procurando que nada igual llegara a repetirse.
pasado casi sesenta años y sigue sin llamada Wanda, quien años después une, pero hablamos muy poco de todo
resultarle fácil –a pesar de su incon- estuvo tratando de localizar a Ida, al aquello; no, apenas lo hacemos; pre-
testable valentía– desvelar lo vivido. igual que Ida, por su parte, también ferimos no remover las cosas y hablar
trataba de localizar a Wanda. Hace de nuestra vida de hoy, de las cosas
– En su libro sí llega a descifrar con no unos años el encuentro entre ambas que vivimos hoy.
pocos detalles muchas de las duras fue posible, si bien Wanda se encon-
experiencias vividas. traba en coma. – ¿Cree que algún día se sabrá real-
mente todo lo que ocurrió?
Cuando tuve que confesarle mi – ¿Toda la gente con la que hoy se rela-
relato, en ese momento decidí recor- ciona en su vida cotidiana conocen per- Se sabe mucho, se sabe bastante;
dar y hablar y superar el dolor. Y a fectamente su condición de supervi- pero, como le decía hace unos instan-
pesar de ese dolor también sentía viente de Auschwitz? tes, no ha habido suficientes procesos
dentro de mí la necesidad de hablar y hay muchos ex nazis que han sido
de todo aquello. Pensaba que el escri- Absolutamente; todo el mundo, acogidos en países como Argentina y
birlo sería un alivio, una especie de claro que sí, todo el mundo. España, y que viven, le repito, como
liberación soltar todo lo que llevaba usted y como yo. Y eso me produce
dentro. Y, bueno, la gente está leyén- – ¿Es cierto que también mantiene el una decepción enorme.
dolo (“J`ai pas pleuré” será, en breve, contacto con algunas de las personas
traducido al castellano); pero cuando que se salvaron? – Su hija es hoy para usted el futuro,
intervengo en los colegios y centros la pero alguien que también lleva la carga
gente sigue pidiendo más, y cada vez Así es. Fue mucha la gente que del pasado.
más, y lo que no sé es hasta cuándo murió, es cierto, pero entre los que
voy a poder resistir. (Sonríe con una sobrevivimos mantenemos el contac- Bueno, todos los hijos de los anti-
suave y velada amargura). to. Hay una fuerza que nos une. guos deportados tienen esta carga;
para mí lo importante es tener claro
Ida también recuerda con especial – ¿Suelen hablar de todo aquello, de la que es un deber testimoniar porque
nitidez a muchas de las personas que experiencia compartida? los jóvenes son siempre el futuro, que
compartieron con ella su experiencia es fundamental que las nuevas gene-
casi sobrehumana en Auschwitz: No, no. Tenemos un pasado en raciones sepan lo que ocurrió y así no
como aquella entrañable enfermera común, y puedo decirle que es un ocurra más. Avisarles de que en la
sentimiento muy fuerte el que nos
56 Sesenta y más