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pues esto no se me ha ocurrido a mí ron a jugar al golf y me encantó, mucho empeño pues consigo
y lo cojo. pero luego le dije a un empleado muchas cosas. El trabajo es el tru-
que tengo: Mira esto para ti, porque co, ¡voy hacer esto!, pues a hacerlo
—¿Tiene en proyecto algún otro si me pongo a jugar con el aparato de verdad, puntualmente, con todo
libro? no hago nada más, y como ya tengo el cariño, con toda la ilusión, con
bastantes vicios para entretenerme, las capacidades que Dios me ha
No sé, mi libro Mil trucos y cien no quiero más. Pero como me gustó dado y con la colaboración de mis
recetas está muy reciente. Para tanto pensé: voy a aprender ahora hijos.
escribirlo me fui a mis libretas, a mismo esto, pero luego me dije:
donde tengo más de 350 recetas, y ¡para, para, a ver a donde te vas —La gastronomía nos enseña la cultura
para escoger las cuarenta que he a ir! de los pueblos.
añadido a esta edición, me ha costa-
do muchísimo, aunque he contado —¿Qué es para usted la cocina? Por supuesto. Tengo un comenta-
con la inestimable ayuda de la coor- Un hobby. No la concibo de otra rio muy bonito en el libro sobre las
dinadora de la obra. Me han hecho matanzas. Las matanzas antes eran
muchas entrevistas, he chateado manera. Mira cualquier trabajo lo rituales, era la comida de todo el
(comunicación por Internet) durante tomo con mucha ilusión. Cuando yo año. Yo he disfrutado de las matan-
una hora con el diario El Mundo, me empeño en hacer una cosa la zas de Extremadura y todavía con-
con 8.000 entradas. Me he divertido hago y la hago a conciencia. Toda- servo de niña una sartén y una
porque no lo había hecho antes. No vía estoy en activo, y si me gusta maquinita de embuchar embutidos
sé manejar el ordenador, me enseña- mucho, es porque como pongo con tripas de pavo. Tengo muy
buen paladar, lo conservo muy
bien.

—¿Qué consejo les daría a los mayores?
Hay que cambiar el espíritu siem-

pre. Tener un espíritu muy joven. Yo
cuando me doy cuenta de la edad
que tengo, la tengo, y me digo:
¡anda que mayor!, pero sin embargo
tengo ganas de hacer las cosas
como cuando era joven. No hay más
remedio, porque sino te hundes en
la miseria. Estás perdida. Voy a
decir una cosa, no es lo mismo una
santa triste que una triste santa, y
cuando se es mayor y se es abúlica
se acaba mal. La vejez es una cosa
que nos viene porque nos tiene que
venir. Muchas veces se dice que los
jóvenes no aguantan a los mayores y
es que a veces los mayores son o
somos inaguantables, porque no se
puede aferrar uno a las ideas, no se
puede ser intransigente, aunque ten-
gas que tragar cosas, porque las
costumbres y los principios son dis-
tintos a las nuestros. Es difícil, pero
es una cosa que merece la pena
esforzarse.

Sesenta y más 57
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