Page 62 - minesp04_2004
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MINUSVALEXTRAMARZO 26/3/04 18:54 Página 62
• La escalera ha muerto ¿Viva la escalera? •
De modo que la escalera tiene una
expresión bastarda y mínima que segura-
mente no será objeto de ningún réquiem
cuando desaparezca. Confiemos que,
convencidos de las pocas posibilidades
de mantener viva a la escalera como ele-
mento ornamental y funcional, los arqui-
tectos se lleven con ella al escalón, resi-
duo indeseable de las necesidades de
elevación.
La escalera ha muerto. Es el momen-
to de recordarla con cariño y admira-
ción, como ha hecho la citada exposi-
ción del CCB; es también el momento
de dar vivas a la horizontal, a las pen-
dientes suaves, y a la mayor libertad y
autonomía de vivir sin escaleras ni
escalones.
APÉNDICE: BREVE ELOGIO
DE LA RAMPA
Hay quien piensa que la instalación “Los que no somos arquitectos
de rampas es un invento reciente; el -y muchos de estos también-
propio Tusquets comenta con desagra-
do su utilización abusiva en edificios tenemos dificultades para explicarnos
como el MACBA de Barcelona, aunque esa pasión por algo tan incómodo
celebra su acertado uso en otros,
como la reforma del Reichstag en Ber- y escasamente elegante como es el escalón,
lín. Desde luego una rampa que preten- ya se presente en su versión aislada, o en
da sustituir o reproducir el servicio de
una escalera que asciende varios pisos pareja o trio, que son también configuraciones
deja su impronta sobre todo el edificio. frecuentes en nuestros edificios”
Grandes edificios de la antigüedad han
incorporado rampas majestuosas e conocemos esos edificios de viviendas máxime cuando el precio del metro
inolvidables; me vienen a la memoria el sin ascensor donde las conversaciones cuadrado edificado está por las nubes y
alminar de la mezquita de Samarra en de escalera se producen en descansillos el espacio no privativo o no productivo
Irak, con su característica subida heli- que, con bancos o sin ellos, favorecen la tiende al mínimo en los modernos edi-
coidal que recuerda a la Torre de Babel parada para recuperar fuerzas. En edifi- ficios. Pero la rampa puede aportar
de los grabados antiguos, o la ciudad de cios donde la rampa es un elemento cen- soluciones prácticas y estéticamente
adobe de Chan-Chan, en Perú, un con- tral, como el propio edificio del IMSER- admirables, que resuelvan la comunica-
junto de ciudadelas preincaicas, donde SO, el hecho de subir y bajar se parece ción vertical sin marginar a nadie y
no se utilizó la escalera y todos los des- más a un paseo, y los encuentros diría abriendo nuevas posibilidades de inte-
niveles eran salvados mediante rampas. que son menos apresurados y más favo- rrelación. De este modo, quizá algún día
rables al diálogo que en una escalera. se pueda hacer una exposición tan inte-
La rampa puede ser un espacio de resante y evocadora sobre su belleza y
paseo donde la mayor distancia a reco- Resulta evidente aud la rampa no es su utilidad para todos como la que ha
rrer para salvar cada altura fuerza a un buen sustituto técnico de la escale- inspirado este artículo.
caminar, propiciando un ejercicio que, ra, pues ocupa un elevado volumen,
generalmente, se hace con más agrado
que el realizado en una escalera; es tam-
bién un buen espacio para el encuentro
y la relación. Todos hemos conocido o
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• La escalera ha muerto ¿Viva la escalera? •
De modo que la escalera tiene una
expresión bastarda y mínima que segura-
mente no será objeto de ningún réquiem
cuando desaparezca. Confiemos que,
convencidos de las pocas posibilidades
de mantener viva a la escalera como ele-
mento ornamental y funcional, los arqui-
tectos se lleven con ella al escalón, resi-
duo indeseable de las necesidades de
elevación.
La escalera ha muerto. Es el momen-
to de recordarla con cariño y admira-
ción, como ha hecho la citada exposi-
ción del CCB; es también el momento
de dar vivas a la horizontal, a las pen-
dientes suaves, y a la mayor libertad y
autonomía de vivir sin escaleras ni
escalones.
APÉNDICE: BREVE ELOGIO
DE LA RAMPA
Hay quien piensa que la instalación “Los que no somos arquitectos
de rampas es un invento reciente; el -y muchos de estos también-
propio Tusquets comenta con desagra-
do su utilización abusiva en edificios tenemos dificultades para explicarnos
como el MACBA de Barcelona, aunque esa pasión por algo tan incómodo
celebra su acertado uso en otros,
como la reforma del Reichstag en Ber- y escasamente elegante como es el escalón,
lín. Desde luego una rampa que preten- ya se presente en su versión aislada, o en
da sustituir o reproducir el servicio de
una escalera que asciende varios pisos pareja o trio, que son también configuraciones
deja su impronta sobre todo el edificio. frecuentes en nuestros edificios”
Grandes edificios de la antigüedad han
incorporado rampas majestuosas e conocemos esos edificios de viviendas máxime cuando el precio del metro
inolvidables; me vienen a la memoria el sin ascensor donde las conversaciones cuadrado edificado está por las nubes y
alminar de la mezquita de Samarra en de escalera se producen en descansillos el espacio no privativo o no productivo
Irak, con su característica subida heli- que, con bancos o sin ellos, favorecen la tiende al mínimo en los modernos edi-
coidal que recuerda a la Torre de Babel parada para recuperar fuerzas. En edifi- ficios. Pero la rampa puede aportar
de los grabados antiguos, o la ciudad de cios donde la rampa es un elemento cen- soluciones prácticas y estéticamente
adobe de Chan-Chan, en Perú, un con- tral, como el propio edificio del IMSER- admirables, que resuelvan la comunica-
junto de ciudadelas preincaicas, donde SO, el hecho de subir y bajar se parece ción vertical sin marginar a nadie y
no se utilizó la escalera y todos los des- más a un paseo, y los encuentros diría abriendo nuevas posibilidades de inte-
niveles eran salvados mediante rampas. que son menos apresurados y más favo- rrelación. De este modo, quizá algún día
rables al diálogo que en una escalera. se pueda hacer una exposición tan inte-
La rampa puede ser un espacio de resante y evocadora sobre su belleza y
paseo donde la mayor distancia a reco- Resulta evidente aud la rampa no es su utilidad para todos como la que ha
rrer para salvar cada altura fuerza a un buen sustituto técnico de la escale- inspirado este artículo.
caminar, propiciando un ejercicio que, ra, pues ocupa un elevado volumen,
generalmente, se hace con más agrado
que el realizado en una escalera; es tam-
bién un buen espacio para el encuentro
y la relación. Todos hemos conocido o
62 MinusVal