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MINUSVALEXTRAMARZO 30/3/04 01:17 Página 60
• La escalera ha muerto ¿Viva la escalera? •
REFLEXIONES EN TORNO A NUESTRA MÁS VISTOSA Y RECURRENTE BARRERA
LA ESCALERA HA MUERTO
¿VIVA LA ESCALERA?
FERNANDO ALONSO LÓPEZ
COORDINADOR
EQUIPO ACCEPLAN, IUEE
E ntre los meses de Octubre de Extraordinaria belleza que las esca- días para la integración de una buena
2001 y Enero de 2002 el Centro leras pueden aportar a un espacio, parte de la población que tiene proble-
de Cultura Contemporánea de en su sinuosidad o sus juegos de mas de movilidad. La escalera ha sido
Barcelona, CCCB, presentó la exposi- luces y sombras, o su dramatismo. algo así como nuestra bestia negra, el
ción «Réquiem per L’Escala», de la que Las escaleras son evocadoras y dra- equivalente –con más o menos mérito
fue inspirador y director el celebre máticas, espirituales o lúgubres, y artístico– de un “reservado el derecho
arquitecto catalán Oscar Tusquets. La casi siempre invitan a conocer, a de admisión” que colgara en los accesos
magnífica exposición, que se acompañó investigar su destino. de cualquier edificio o medio de trans-
de un extraordinario catálogo, fue un porte, dejando a una parte de nosotros
alegato a favor de la belleza y utilidad de Réquiem per l’Escala, CCCB 2001 fuera de su disfrute. Para muchas perso-
este “invento fabuloso”, en palabras de nas las escaleras serán siempre un ele-
Tusquets, que a lo largo de la historia todo ello perfectamente testimoniado mento disuasorio frente al que la única
habría dejado muestra de algunas de las en la exposición, puede despertar senti- defensa son unos brazos amigos con
mejores aplicaciones técnicas y artísticas mientos contrapuestos entre los que capacidad de aupar y acarrear. Para
de esta disciplina. apreciamos la buena arquitectura, pero muchas otras, sobre todo ancianos, que
conocemos bien los grandes problemas residen en viviendas sin ascensor cada
La escalera, como nos muestra este que las escaleras suponen en nuestros escalón que les separa de la calle es algo
arquitecto que fue íntimo de Dalí, debió así como un barrote de la celda que les
de ser una gran aportación de la creativi-
dad humana, pues imaginar una sucesión
de planos horizontales a distinto nivel que
hacía posible y cómodo el desplazamien-
to a lo largo de las tres dimensiones no
podía ser una obviedad, sino un acto de
creación. Pero cambios recientes habrían
condenado a la escalera: la popularización
del ascensor, la rigidez de las normas con-
tra incendios y la proliferación de rampas
como solución alternativa, dice Tusquets,
la han convertido en un espacio en vías de
extinción. Como consecuencia, ésta
habría dejado de ser un “pezzo di bravura”
del arquitecto para convertirse en un espacio
de servicio, puramente funcional, marginal,
aislado y casi estandarizado.
Esta visión positiva y añorante de la
escalera de antaño, de su valor artístico
y técnico, de su refinamiento y utilidad,
60 MinusVal
• La escalera ha muerto ¿Viva la escalera? •
REFLEXIONES EN TORNO A NUESTRA MÁS VISTOSA Y RECURRENTE BARRERA
LA ESCALERA HA MUERTO
¿VIVA LA ESCALERA?
FERNANDO ALONSO LÓPEZ
COORDINADOR
EQUIPO ACCEPLAN, IUEE
E ntre los meses de Octubre de Extraordinaria belleza que las esca- días para la integración de una buena
2001 y Enero de 2002 el Centro leras pueden aportar a un espacio, parte de la población que tiene proble-
de Cultura Contemporánea de en su sinuosidad o sus juegos de mas de movilidad. La escalera ha sido
Barcelona, CCCB, presentó la exposi- luces y sombras, o su dramatismo. algo así como nuestra bestia negra, el
ción «Réquiem per L’Escala», de la que Las escaleras son evocadoras y dra- equivalente –con más o menos mérito
fue inspirador y director el celebre máticas, espirituales o lúgubres, y artístico– de un “reservado el derecho
arquitecto catalán Oscar Tusquets. La casi siempre invitan a conocer, a de admisión” que colgara en los accesos
magnífica exposición, que se acompañó investigar su destino. de cualquier edificio o medio de trans-
de un extraordinario catálogo, fue un porte, dejando a una parte de nosotros
alegato a favor de la belleza y utilidad de Réquiem per l’Escala, CCCB 2001 fuera de su disfrute. Para muchas perso-
este “invento fabuloso”, en palabras de nas las escaleras serán siempre un ele-
Tusquets, que a lo largo de la historia todo ello perfectamente testimoniado mento disuasorio frente al que la única
habría dejado muestra de algunas de las en la exposición, puede despertar senti- defensa son unos brazos amigos con
mejores aplicaciones técnicas y artísticas mientos contrapuestos entre los que capacidad de aupar y acarrear. Para
de esta disciplina. apreciamos la buena arquitectura, pero muchas otras, sobre todo ancianos, que
conocemos bien los grandes problemas residen en viviendas sin ascensor cada
La escalera, como nos muestra este que las escaleras suponen en nuestros escalón que les separa de la calle es algo
arquitecto que fue íntimo de Dalí, debió así como un barrote de la celda que les
de ser una gran aportación de la creativi-
dad humana, pues imaginar una sucesión
de planos horizontales a distinto nivel que
hacía posible y cómodo el desplazamien-
to a lo largo de las tres dimensiones no
podía ser una obviedad, sino un acto de
creación. Pero cambios recientes habrían
condenado a la escalera: la popularización
del ascensor, la rigidez de las normas con-
tra incendios y la proliferación de rampas
como solución alternativa, dice Tusquets,
la han convertido en un espacio en vías de
extinción. Como consecuencia, ésta
habría dejado de ser un “pezzo di bravura”
del arquitecto para convertirse en un espacio
de servicio, puramente funcional, marginal,
aislado y casi estandarizado.
Esta visión positiva y añorante de la
escalera de antaño, de su valor artístico
y técnico, de su refinamiento y utilidad,
60 MinusVal