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El principio de justicia se puede EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE MAYORES, AÑOS 1991-2000
entender de diferentes formas. Algunos
autores proponen que la edad debe ser ESPAÑA COMUNIDAD DE MADRID
un criterio para priorizar los cuidados.
Otros proponen algo más novedoso: la TOTAL ≥ 65 años TOTAL ≥65 ≥75
función normal de todo individuo es el
disfrute de las relaciones interpersona- 1991 38.872.268 5.370.252 4.947.555 585.371 237.843
les. Si una intervención psicosocial con- 2000 (12.7 %) (11.8%) (4.8%)
sigue preservar o mejorar esta capaci-
dad, merece la pena destinar los recur- 40.499.790 6.842.143 5.205.408 772.726 327.964
sos que sean necesarios. En este sentido (12.9%) (14.8%) (6.3%)
los cuidados en el domicilio permitirían
a algunos pacientes permanecer en casa Tomado de: censos de población y viviendas, 1991. INE.
junto a sus seres queridos. Esto daría Revisión del padrón Municipal a 1 de Enero de 2000. INE, 2002
sentido al paciente, que podría vivir en
su casa, con su familia, a pesar de la todas las decisiones sobre el mayor. Por blación no se queja y es menos activa
enfermedad. este motivo, deberían ser los mismos políticamente, hecho que se modifica
pacientes los que tomaran las decisio- año tras año.
Toda persona tiene derecho a decidir nes y, en su defecto, los familiares más
sobre la retirada de tratamientos agresi- cercanos. Ignorancia del profesional. En muchas
vos dentro del hospital. Sin embargo, se ocasiones se piensa que los tratamien-
ponen barreras para mantener al pacien- RACIONALIZACIÓN DE CUIDADOS. tos son más dañinos que beneficiosos
te en el domicilio, lo que va en contra debido a los efectos secundarios y a las
del principio de autonomía. En este A la hora de establecer la continuidad interacciones. Paradójicamente los tra-
apartado cobra especial importancia la de los cuidados se debe valorar el riesgo tamientos son más eficaces cuanto
existencia de cuidadores, que permitan de cada individuo. Se trata de otorgar mayor es el riesgo que presenta el indi-
la estancia en el domicilio con unas más importancia a la edad biológica que viduo. Precisamente el mayor se encuen-
mínimas condiciones de seguridad. En a la cronológica, con lo que se intenta tra en esa situación.
el caso del paciente con demencia el luchar contra la discriminación por el
cuidador tiene la posibilidad de iniciar mero hecho de ser mayor, término cono- Prejuicios. La sociedad, en general,
una comunicación más intensa con el cido como ageismo o etaismo. considera que los mayores ya no son
paciente. Comprende su lenguaje, a útiles y por tanto hay que racionalizar
veces complicado, lo que confiere más Las fuentes del ageismo son múlti- los recursos en ellos. Algunos defien-
coherencia a la relación. Es obvia la ples. A continuación se mencionan las den que sólo se deben recibir ciertos
necesidad de contar con un apoyo eco- más frecuentes. cuidados hasta un límite. Sin embar-
nómico para mantener un adecuado go, este enfoque no tiene porqué aho-
nivel de motivación y formación. El Explotación del más débil. Cuando se rrar costes. De hecho los cuidados
empleo de restricciones físicas y fárma- adoptan medidas para la contención ofrecidos al final de la vida (cuidados
cos puede significar una falta de recur- del gasto los mayores son, lógicamen- paliativos) pueden ser más caros que
sos económicos suficientes para mante- te, los más perjudicados. Esta subpo- el tratamiento curativo en sí mismo.
ner activos a los cuidadores.
ESPERANZA DE VIDA AL En la atención al mayor se están plan-
Por otro lado se plantea la pregunta NACIMIENTO POR SEXOS. teando diversas situaciones que mere-
de quién decide los cuidados que se MADRID PERIODO 1975-1998 cen ser señaladas, especialmente cuan-
deben realizar. Las actitudes de la pobla- do se hace referencia a la planificación
ción respecto al envejecimiento son AÑOS VARONES MUJERES de tratamientos en el paciente mayor
heterogéneas, lo que hace más compli- (años) (años) hospitalizado. Por una parte, se propo-
cado alcanzar una actitud de consenso nen una serie de directrices avanzadas
acerca de la orientación de los recursos. 1980 72.65 79.58 diseñadas como expresión de la autono-
Los cuidadores y los profesionales sani- mía del paciente. Se aprovecha la idea
tarios son personas vulnerables, con 1985 74.04 81.09 propuesta por los mayores de que no
ansiedad y miedos acerca de la fragili- desean cuidados desproporcionados al
dad, enfermedad, envejecimiento y 1990 73.57 81.57 final de sus días. Por otra parte, pueden
muerte. Estos prejuicios se proyectan en emplearse como solución a su depen-
1995 75.08 83.01 dencia y discapacidad, basándose en el

1998 76.47 83.79

Indicadores Demográficos básicos. INE, 2002.

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