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relación con las mismas pero también Cráneo de tortuga con fanal salamandra (Salamandra salamandra
con el propio edificio y con el entorno gallaica). Junto al cuadro se colocará
urbano del Paseo del Prado. El público una roca gigante de azurita (Museo también el esqueleto de un murciélago
visitante del Museo verá cumplidos Nacional de Ciencias Naturales, CSIC) conservado en una campana de cristal,
los deseos de Carlos III de albergar en –carbonato básico de cobre que Patinir así como el cráneo con cuernos de un
el edificio Villanueva un gabinete de utilizó como pigmento en la obra–, alcélafo o búbalo común (Alcelaphus
historia natural. Por vicisitudes de la “que podríamos imaginar como resul- major), que se colgará de manera inver-
historia, las ciencias y las artes ya con- tado de la desecación de la laguna, con tida. Otra de las intervenciones más
vivieron bajo el mismo techo en dos ayuda de la similitud entre la forma destacadas es la que aúna 19 meteori-
ocasiones, en 1827 y durante la Guerra de su perfil y la de la piedra”. La sala tos y el cuadro “Nacimiento de la Vía
Civil, cuando se depositaron en el 55B del Museo es otro de los espacios Láctea” de Rubens, entre ellos, el de
Prado piezas del Real Jardín Botánico convertidos en gabinete por Blanco Allende, uno de los más estudiados. Se
y del Museo de Ciencias para su mejor al introducir un esqueleto de una ser- trata de una condrita carbonácea cuya
custodia. Para llevar a cabo este regreso piente enroscada sobre sí misma junto estructura sirve a los científicos para
a la historia y origen del Museo, el artis- a las tablas de la pareja de Adán y Eva acercarse a los orígenes del Sistema
ta Miguel Ángel Blanco no pretende de Durero. Se trata de uno de los más Solar. Tampoco dejarán indiferentes
reconstruir trescientos años después el bellos ejemplares de la colección de a los visitantes los 75 insectos que se
Real Gabinete, “lo que he realizado en herpetología del Museo de Ciencias situarán junto al tríptico “El carro
el Museo del Prado es una evocación Naturales. Los dos estudios de desnu- del heno” de El Bosco. Las piezas,
de esa colección cuyo fantasma habita dos recuerdan, en esta instalación, más colectadas y estudiadas a lo largo de los
en el edificio Villanueva. Las veintidós que nunca el interés de Durero por el últimos cien años, y entre las que se
intervenciones artísticas conforman un tema de las proporciones humanas, encuentran libélulas, escarabajos, sal-
gabinete de futuro e incorporan un “un empeño científico”, según Blanco. tamontes, grillos, insectos palo, man-
punto de vista creativo, interactuando El artista muestra aquí una ambición tis religiosas y avispas, se mostrarán
con la colección permanente y favore- estética en la colocación del esqueleto, expuestas dentro de una gran caja.
ciendo una nueva forma de contem- y “la flexibilidad de la serpiente, debida La mayoría proceden del extranjero,
plación de las obras que ayude a su a su grandísimo número de vérte- pero hay algunos ejemplares que fue-
extensión imaginaria”. bras, hace eco a la sinuosidad de las ron capturados en la Península y en
INTERVENCIONES ARTÍSTICAS figuras de Durero”. Procedentes tam- las Islas Canarias, y alguno no muy
DE MIGUEL ÁNGEL BLANCO bién del Museo Nacional de Ciencias lejos del Museo del Prado; es el caso
Naturales, llegarán tres anfibios y rep- de una libélula capturada en la Casa
La primera intervención que propo- tiles naturalizados y conservados en de Campo de Madrid. Las veintidós
ne Blanco se desarrolla en la llamada frascos históricos que acompañarán instalaciones de Blanco se completan a
rotonda de Ariadna, presidida por la al óleo “El aquelarre” de Goya. Se través de la que el propio artista realiza
gran escultura recientemente restaura- trata de un sapo común (Bufo bufo), con una de sus obras, “Libro-caja” nº
da “Ariadna dormida” (Anónimo, 150- una cobra (Naja melanoleuca) y una 1072, perteneciente a su proyecto vital
175). A su lado, figura la escultura de y creativo que mejor le identifica, la
“Venus del delfín” (Anónimo clásico, Biblioteca del Bosque. Dentro de esta
140-150 d. C.), la nueva protagonista biblioteca, Blanco guarda 1131 libros-
de esta sala. Blanco ha suspendido caja que contienen elementos natu-
del techo de la sala el esqueleto de un rales, creando en cada uno un micro-
delfín procedente del Museo Nacional paisaje. El libro-caja que ha seleccio-
de Ciencias Naturales –“los huesos nado para su intervención cobra este
marmóreos del esqueleto se asimilan sentido frente al cuadro de Lucas van
al mármol amarfilado de las escultu- Valckenborch, “Paisaje con ferrerías”
ras”– proyectando su sombra sobre la de 1595. Es, según Blanco, uno de sus
Venus, “saltando como un leviatán libros-caja más paisajísticos, que se rela-
para engullir a la diosa (…)”. Otra de ciona visualmente con los cuadros de
las instalaciones que mejor define la paisajes de la sala 57 del Museo. “Me
obra de Blanco dentro de las salas del siento cercano, entre estos pintores
Museo es su intervención en el emble- flamencos, a Lucas van Valckenborch,
mático cuadro de Joachim Patinir, “El que en algunas ocasiones se autorretra-
paso de la Laguna Estigia”. El cuadro taba en sus cuadros, con un cuaderno
–uno de los que más ha fascinado al de dibujo sobre las rodillas, revelando
artista– deja de ser cuadro para con- la práctica de observar el paisaje real
vertirse en una extensión de la laguna. (…)”. “De todos los entornos natura-
Se convierte en pigmento al situar en les, el bosque es mi lugar, el árbol mi
un primerísimo plano ante el cuadro igual”.

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