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Escenas
lle-Inclán encontró los espejos Hay otros edificios monumenta- Pasear ahora por la calle de
convexos y cóncavos deforman- les más recientes como el palacio Huertas y alguna otra es pasear
tes que utilizó en su obra “Luces del Duque de Ugena, hoy sede sobre inscripciones que repro-
de Bohemia” para definir el esper- de la Cámara de Comercio e In- ducen fragmentos de las obras
pento, la visión deformada de la dustria, el palacio del Marqués de de aquellos geniales escritores
tragedia de España, vista por los Perales, el del Conde de Tepa, la que habitaron el barrio hace si-
ojos de un Max Estrella, persona- Real Academia de la Historia, el glos, que en muchas ocasiones
je central de su obra. Los espejos Ateneo. Otros aún más recientes, fueron colegas de profesión pero
originales ya no existen, pero en con aires modernistas como la entrañables enemigos, o más que
su lugar un local dedicado a la casa de Fernández Villamil o el enemigos en alguna ocasión, que
hostelería conserva unos de me- viejo cine Doré, ahora Filmoteca casi vivieron pared con pared,
nor tamaño en los que pocos son Nacional. que seguramente se tropezaban
los paseantes que no se paran por las calles, que compartieron
ante ellos para ver su imagen de- Actualmente conviven estable- muchos momentos de miseria
formada. cimientos tradicionales, muchos moral y económica, pero con una
con algunos siglos de antigüe- riqueza literaria difícil de igualar,
En la parte alta de la plaza se eri- dad, zapateros, plateros, lutieres, que forman parte eterna de nues-
gió en 1880 una estatua, obra de con numerosos bares, tascas tra cultura.
Joan Figueras, dedicada a otro cervecerías y garitos de todo tipo
autor fundamental del Siglo de que convierten al barrio de Las
Oro, Pedro Calderón de la Barca, Letras actual en una zona en la
que si bien no fue vecino del ba- que jóvenes y no tan jóvenes, ve-
rrio, vivió en la calle Mayor, segu- cinos de Madrid y visitantes van a
ramente asistiría a las reuniones ejercer ese deporte tan hispano,
del Mentidero de Cómicos y a las tan madrileño de “ir de tapas”.
representaciones de los corrales
de comedias.
En el otro extremo de
la plaza, mirando igual
que la de Calderón ha-
cia el Teatro Español,
antiguo Corral de Co-
medias del Príncipe, una
estatua de tamaño natural
recuerda a Federico Gar-
cía Lorca, obra del escul-
tor Julio López Hernández, Placa en recuerdo de la casa que vivó
erigida para conmemorar Gongora y compró Quevedo
los 50 años del estreno de su
obra Yerma.
Otros tiempos,
otro paisaje urbano
El barrio conserva su ambien-
te bohemio que en su momento Calderón de la Barca en la Plaza de Santa Ana
atrajo a nuevos autores. Zorrilla,
Gustavo Adolfo Bécquer, Pérez
Galdós, Valle-Inclán, o el premio
Nobel de Medicina de 1906, San-
tiago Ramón y Cajal, fueron visi-
tantes del barrio.
Calle Huertas
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