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               Mayores Hoy J OSÉ  NAV IERAS ESCANLAR



               to de paja de centeno ( q ue se correspon-  de hierro, como talismán cristiano con-  En la planta baja se hallan la bodega
               den con los más antiguos, de incuestio-  tra las fuerzas del Mal, para q ue éstas  de vino con el lagar, conservándose las
               nable tradición celta;  estas construccio-  no dañaran la comida q ue se estaba  antiguas barricas de roble, q ue debie-
               nes, con cubierta vegetal, son conocidas  preparando en el interior de los reci-  ron de haberse construido en el interior,
               en el Occidente asturiano con el nombre  pientes. También se acostumbraba a  porq ue, dada la envergadura de las
               de “ teitos” ) , una panera y un pozo de  colocar en el interior de la puerta de  cubas, eran del todo imposible pasarlas
               agua. Completan el conjunto un molino,  entrada un crucifijo, como escudo pro-  por la puerta;  lo cual tiene un gran
               la casa del molinero, la casoa ( casona;  tector a los habitantes de la casa con-  mérito. Al lado mismo, la taberna, en
               casa solariega de familia influyente, nor-  tra posibles malos visitantes. Esta sala,  cuyo establecimiento no sólo se despa-
               malmente blasonada en su fachada;  era  la del hogar, dispone también de un  chaban las bebidas y licores, sino, a
               la vivienda característica de la peq ueña  banco de madera corrido q ue suspen-  modo de ultramarinos, también los
               nobleza rural o de campesinos acomo-  dido de la pared, se bajaba hasta la   demás alimentos y objetos necesarios
               dados) , una capilla, un hórreo de tipo  cintura en el momento q ue el comen-  para el hogar. Es importante recordar,
               gallego ( de piedra y de planta longitudi-  sal iba de iniciar la comida, y en torno  q ue en Asturias tuvo un peso notable lo
               nal, q ue en Asturias es conocido como  a este cálido lugar, con el resplandor  q ue se llama “ indianos” , q ue fueron los
               “ cabazo” ) .                         del fuego y observando las estrellas tras  asturianos  q ue,  tras  pasar  una  larga
                 Al museo se accede por el corral, en  las ventanas o el reflejo de la luna q ue  temporada en América, regresaron al
               donde el visitante puede admirar los  se proyectaba por la parte superior de  terruño con grandes recursos económi-
               diferentes aperos de labranza, el carro  la chimenea, el mayor de la casa inicia-  cos, q ue invirtieron en las villas y con-
               del país ( con rueda de un solo eje dia-  ba la narración de cuentos a los más  cejos de sus concejos, en forma de
               metral, también de inspiración celta) ,  peq ueños, durante las largas jornadas  grandes y elegantes palacetes;  uno de
               los útiles del cesteiro ( artesano de los  de invierno. Esta sala también se habi-  ellos, es esta mansión, en donde se
               cestos, elaborados a base de ramas de  litaba como espacio de fiesta, ceremo-  encuentra buena parte del Museo Etno-
               juncos) , y una maq ueta de un mazo   nias e incluso como dormitorio;  anexo a  gráfico de Grandas de Salime.
               para estirar el hierro. En él se encuen-  la cocina se encontraban las alcobas,  Como algo vivo q ue es, el Museo
               tran el hórreo y la panera, ambos del  para beneficiarse del calor del  fuego  también crece y a las primitivas instala-
               siglo XIX, q ue servían como despensa  central. Las paredes interior de la casa  ciones ( corral, casa y cabanón) , se aña-
               de la casa.                           no eran macizas, sino de trenzados de  dió el hórreo, la panera, la era, el moli-
                 En la casa rectoral se reproduce el  ramas rellenas de adobe, lo q ue facili-  no y la casa del molinero. En 1999 se
               ambiente de una vivienda campesina    taba un caldeamiento de la planta en   inauguró una nueva edificación q ue
               tradicional del Occidente astur. En la  general. El cuarto de la confección tex-  representa una “ casoa” ;  para esta nue-
               planta alta se encuentra la “ lareira”  til también está en esta planta;  en esta  va edificación se aprovecharon materia-
               ( cocina;  el lugar en donde transcurrían  estancia se conserva el telar, con las  les de la casa “ El Méndez” , de la aldea
               los pocos momentos de descanso de     pesas y demás utensilios utilizados    de Francos ( Pasoz) , construida en el
               los campesinos y ganaderos de estos   ( entre los cuales, la tradicional rueca o  siglo XVII, q ue alberga interesantes
               concejos)  antigua con todos y cada uno  huso) ;  era un trabajo fundamentalmen-  exposiciones y espacios muy caracterís-
               de los utensilios;  para colocar los reci-  te femenino;  y de aq uí salían los dife-  ticos del medio rural. Además pueden
               pientes para la cocción de los alimen-  rentes vestidos de toda la familia, rea-  admirarse diferentes instrumentos de
               tos, una cadena, suspendida de una    lizados en algodón, lino o seda, según  pesas y medidas de los siglos pasados,
               barra, terminaba en una cruz fundida  el poder económico de la familia.      diversas fuentes de iluminación, la casa
                                                                                            del apicultor ( recordemos q ue la elabo-
                                                                                            ración artesanal de la miel ha formado
                      “ La  c a s a  d e l  m o l i n e r o ,  l a  c a s o a ,             parte de las tradiciones asturianas,
                                                                                            herencia directa de la cultura celta;  no
                   e r a  l a  v i v i e n d a  c a r a c t e r í s t i c a  d e  l a       es extraño ver en las laderas de las
                                                                                            montañas de los diferentes concejos del
                 p e q u e ñ a  n o b l e z a  r u r a l  y  c a m p e s i n o s            Occidente asturiano los “ cortines”

                                                                                            ( espacios ovalados rodeados de una
                           a c o m o d a d o s ,  e n  As t u r i a s ”                     muralla de piedra, para impedir el ata-




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