Page 14 -
P. 14
Entrevista
JANE GOODALL
“Los chimpancés tienen las dos
caras. Muestran amor y piedad,
pero también brutalidad y odio”.
Texto: El País, S. L. Walter JANE GOODALL: LA REINA DE ambiente, del sufrimiento de los ani-
Oppenheimer. LOS MONOS males utilizados como cobayas en
Occidente, de que la inmensa pobreza
Fotos: Cordon Press Jane Goodall ha recibido el de África está relacionada con la rique-
Premio Príncipe de Asturias za de los países desarrollados. Aquel
Cuando era niña, Jane de Investigación de este año día, después de dictar una conferencia
Goodall trepaba a por su incansable trabajo con en Chicago, Jane Goodall colgó los
aquel árbol de su jar- los chimpancés, demostrando trastos científicos y abrazó el activis-
dín y soñaba con Tar- que piensan y sienten. En esta mo. “Desde entonces, nunca he pasa-
zán de los Monos y entrevista cuenta cómo la han ayu- do tres semanas en el mismo sitio”, le
con los animales que dado a comprender el mundo. gusta decir. Para esta abogada de los
habitaban las selvas y gestos cotidianos, todos somos impor-
las sabanas de África. comer carne, haciendo añicos el mito tantes. Todos podemos poner el tapón
Desde aquellos días en la vieja man- de que se alimentan de frutas y verdu- al fregadero para ahorrar agua, o apa-
sión familiar de Bornemouth, una ciu- ras. Descubrió que se dan palmadas en gar esas luces que no iluminan a
dad balneario ya algo decrépita, en la los hombros, que chocan las manos nadie, o cambiar el agua de aquellas
costa sur de Inglaterra, Jane Goodall se para saludarse, que bailan. Un buen flores y prolongar su vida un día más, o
creía destinada a trabajar en África, a día, en 1986, estando en la cima de su sacar a pasear el perro del vecino dis-
vivir para los animales, a escribir sobre prestigio, se dio cuenta de que vivía en capacitado, o limpiar la ribera del río, o
ellos. Ahora, camino ya de los 70 años, una burbuja. Que lo sabía todo de los reciclar papeles. O, simplemente, pro-
aquella secretaria con muchas luces chimpancés, pero no se había percata- vocar una sonrisa.
pero pocas letras que en los años do de la degradación del medio
sesenta hizo historia estudiando los Jane Goodall, que se opone a situar
chimpancés es una mujer célebre, y al hombre y al mono a la misma altu-
miles de jóvenes y adultos se han ra “porque la gente no lo entendería”,
adherido a su movimiento por un mun- estará en Oviedo este otoño para reco-
do más justo, no sólo para los anima- ger de manos de don Felipe el Premio
les, sino también para los humanos. Príncipe de Asturias de Investigación
Ella quiere cambiar las cosas con ese Científica y Técnica. Espera que eso
ejército de gente corriente. le permita por fin encontrar españoles
dispuestos a integrarse en su movi-
Cuando era una joven intrépida que miento, a formar parte de esa red que
pasaba horas y horas en la selva obser- agrupa a miles de personas en dece-
vando a los chimpancés, descubrió que nas de países en todo el mundo. “Me
estos animales son capaces de cons- han dicho que aún hay osos en Astu-
truir y utilizar herramientas para pescar rias”, comenta ilusionada. “El Prínci-
termitas. Que les encanta cazar y pe habla inglés, ¿verdad?”, se inquie-
14 Sesenta y más
JANE GOODALL
“Los chimpancés tienen las dos
caras. Muestran amor y piedad,
pero también brutalidad y odio”.
Texto: El País, S. L. Walter JANE GOODALL: LA REINA DE ambiente, del sufrimiento de los ani-
Oppenheimer. LOS MONOS males utilizados como cobayas en
Occidente, de que la inmensa pobreza
Fotos: Cordon Press Jane Goodall ha recibido el de África está relacionada con la rique-
Premio Príncipe de Asturias za de los países desarrollados. Aquel
Cuando era niña, Jane de Investigación de este año día, después de dictar una conferencia
Goodall trepaba a por su incansable trabajo con en Chicago, Jane Goodall colgó los
aquel árbol de su jar- los chimpancés, demostrando trastos científicos y abrazó el activis-
dín y soñaba con Tar- que piensan y sienten. En esta mo. “Desde entonces, nunca he pasa-
zán de los Monos y entrevista cuenta cómo la han ayu- do tres semanas en el mismo sitio”, le
con los animales que dado a comprender el mundo. gusta decir. Para esta abogada de los
habitaban las selvas y gestos cotidianos, todos somos impor-
las sabanas de África. comer carne, haciendo añicos el mito tantes. Todos podemos poner el tapón
Desde aquellos días en la vieja man- de que se alimentan de frutas y verdu- al fregadero para ahorrar agua, o apa-
sión familiar de Bornemouth, una ciu- ras. Descubrió que se dan palmadas en gar esas luces que no iluminan a
dad balneario ya algo decrépita, en la los hombros, que chocan las manos nadie, o cambiar el agua de aquellas
costa sur de Inglaterra, Jane Goodall se para saludarse, que bailan. Un buen flores y prolongar su vida un día más, o
creía destinada a trabajar en África, a día, en 1986, estando en la cima de su sacar a pasear el perro del vecino dis-
vivir para los animales, a escribir sobre prestigio, se dio cuenta de que vivía en capacitado, o limpiar la ribera del río, o
ellos. Ahora, camino ya de los 70 años, una burbuja. Que lo sabía todo de los reciclar papeles. O, simplemente, pro-
aquella secretaria con muchas luces chimpancés, pero no se había percata- vocar una sonrisa.
pero pocas letras que en los años do de la degradación del medio
sesenta hizo historia estudiando los Jane Goodall, que se opone a situar
chimpancés es una mujer célebre, y al hombre y al mono a la misma altu-
miles de jóvenes y adultos se han ra “porque la gente no lo entendería”,
adherido a su movimiento por un mun- estará en Oviedo este otoño para reco-
do más justo, no sólo para los anima- ger de manos de don Felipe el Premio
les, sino también para los humanos. Príncipe de Asturias de Investigación
Ella quiere cambiar las cosas con ese Científica y Técnica. Espera que eso
ejército de gente corriente. le permita por fin encontrar españoles
dispuestos a integrarse en su movi-
Cuando era una joven intrépida que miento, a formar parte de esa red que
pasaba horas y horas en la selva obser- agrupa a miles de personas en dece-
vando a los chimpancés, descubrió que nas de países en todo el mundo. “Me
estos animales son capaces de cons- han dicho que aún hay osos en Astu-
truir y utilizar herramientas para pescar rias”, comenta ilusionada. “El Prínci-
termitas. Que les encanta cazar y pe habla inglés, ¿verdad?”, se inquie-
14 Sesenta y más