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A F ONDO
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Necesidades similares
Teniendo en cuenta la variabilidad
existente en los distintos grupos hu-
manos tendríamos que considerar
que las necesidades afectivas y sexua-
les de estas personas no parecen ser
esencialmente distintas del resto de
los ciudadanos/as: sentirse queridas,
tener amigos, tener deseos, emocio-
narse, enamorarse… etc.
¿Tienen derecho a desarrollar sus ca-
pacidades, a satisfacer sus legítimas
necesidades? Esta es una pregunta
que sería deseable que se formularan
las familias y profesionales. Como
contrapunto, si la misma pregunta
hiciera referencia a nosotros, segura-
mente no permitiríamos que se pusie-
ra en cuestión ninguno de nuestros
derechos afectivos y sexuales.
Pues bien, cuando planteamos esta te-
mática en diferentes ámbitos de per- educar para la autonomía. Ciertas quimera si no hay la posibilidad
sonas con diversidad funcional, nos cotas de independencia y de auto- de elegir y tomar decisiones en
damos cuenta que sigue provocando nomía se consiguen, se aprenden libertad. En este momento pensa-
cierto nerviosismo y hasta malestar y se desarrollan muy pronto y, tal mos que estos principios están en
por lo que no ha de extrañarnos que, vez, uno de los mejores regalos cuestión.
a menudo, este tipo de cuestiones se que pueden hacer las familias a Promovemos diferentes actua-
tiendan a esconder. sus hijos sea ese. ciones para su integración laboral
A pesar de los importantes cambios y social pero, frecuentemente, no
acontecidos en todos los órdenes en este INTEGRACIÓN Y NORMALIZACIÓN les enseñamos de manera ade-
cuada aspectos que tienen que ver
grupo de población, para muchas fa- Vivimos un momento histórico con su sexualidad, su afectividad o
milias y profesionales probablemente confuso y hasta convulso en esta sus relaciones interpersonales. Y
sea el “hueso más duro de roer” y, con- área. Estábamos comenzando esto puede ser, en alguna medida,
siguientemente, de aceptar. De ahí que, a ver algunos logros de los pro- un error porque les dejamos aso-
con frecuencia, se trate de ignorar y de gramas de integración. Pero los marse al mundo sin la formación
actuar como si no existiera. A menudo últimos años han sido, a nuestro precisa en este campo, dejándoles
se les sigue considerando niños y cuesta juicio, demoledores en poner pa- más vulnerables. Esta situación
tratarles como adultos con capacidad los a las ruedas de ese proceso. Lo puede contribuir a la aparición de
riesgos en el campo de la salud
de opinar y decidir. que en realidad se pretende con sexual y reproductiva, que sería
estos programas, que necesitan
Pero eso es solo una ilusión ya que recursos importantes, es que es- bueno tener en cuenta.
la realidad es más contumaz y los tos chicos se integren socialmen- Ha habido cambios extraordina-
problemas acaban emergiendo por te, normalicen su vida cotidiana y, rios en la vida de estas personas,
todos los lados. Es un error ignorar con esta finalidad, no dudamos ni aunque todavía insuficientes. Una
ese hecho y creer que “eso no va con ponemos reparos en enseñarles de las contradicciones más grue-
nuestros hijos” porque “no tienen esas y capacitarles en muchos aspec- sas en el momento actual tal vez
necesidades”, o que en “ esto“ no son tos de la vida. Cuanto más mejor, pueda radicar entre, de una parte,
como los demás”. decimos. A veces, no obstante, se los importantes y evidentes avan-
olvida que la autonomía es una ces en muchos aspectos de la
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