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ENTREVISTA
Madrid/Miguel Núñez Bello
“EFotos: Lidia Guerrero y Rodrigo Díaz Wichmann
l día que te ocurre algo
te das cuenta de que si tú
no estás, todo continúa
igual”. Las lamentaciones
duran un tiempo, pero la
felicidad aún más, debió
pensar. Si nuestro protagonista se muestra
«Imparable», es porque el título de su último
libro es un alegato a la “libertad y a ser due-
ños de nuestro destino”. Isidre nos cuenta el
suyo…
Seis años después de aquel accidente, el
destino le aguardaba a Isidre Esteve una expli-
cación, o tan solo un recuerdo al que sortear
con velocidad.
El fin de semana del 5 al 7 de abril volvió al
Campeonato de España en la Baja Almanzora
–el mismo lugar en el que descubrió sobre una
moto la fatalidad de “una piedra escondida
entre el polvo y la pista”–. No había nada
que lamentar, aunque sumido en un bucle
de recuerdos y emociones consiguió acabar
segundo en la categoría de buggys y entre los
diez mejores en un clasificación general a la
que no llegaron un 60% de los participantes
por abandono.
Piloto de rallys UNA NUEVA VIDA
Isidre Esteve Los cuatro meses que pasó en el hospital
tras el accidente en 2007 se convirtieron en un
calvario. Para una persona que ha sentido tan-
tas veces la libertad del Dakar, la habitación se
había convertido en una ago-
nía por la que no transitaba
“Algún día podremos recuperar ni la intimidad ni el silencio.
“Igual no salimos de esta”,
llegó a pensar.
el control de nuestro cuerpo” Cuando aquellas puertas
se abrieron definitivamente,
Isidre recuerda sobre la silla de ruedas la pri-
Solo los héroes son capaces de encontrar mera experiencia. “Vivíamos en un dúplex que
el éxito en un desierto árido; de atisbar la no era nada funcional ya que no podía acceder
silueta del triunfo entre una nube de polvo al dormitorio. Tuvimos que comprar un col-
chón muy especial mientras adaptábamos la
del Sahara y, también, de asimilar el desti- vivienda. El despertar de la primera noche no
no cuando una maldita piedra se cruza sin fue tan idílico como pensaba, estaba dolorido,
sentido en tu vida. Isidre Esteve es uno de el colchón pinchado y más bajo que la silla”.
ellos. Nació motorista de rallys hasta que un
accidente le dejó con una lesión medular que La primera reacción junto a Lídia fue una
le obligó a ver el destino desde una silla de sonrisa, después una carcajada y más tarde
ruedas. una reflexión: “Disfrutar de todo lo que
haga”. Había tiempo para ello, pero quedaba
despejar preguntas que antes desconocía. ¿El
entorno será accesible? Barcelona es una ciu-
dad pensada para serlo, “aunque cuanto más
te alejas de ella encuentras más problemas de
Aa90 utonpeorsmoníaal
Madrid/Miguel Núñez Bello
“EFotos: Lidia Guerrero y Rodrigo Díaz Wichmann
l día que te ocurre algo
te das cuenta de que si tú
no estás, todo continúa
igual”. Las lamentaciones
duran un tiempo, pero la
felicidad aún más, debió
pensar. Si nuestro protagonista se muestra
«Imparable», es porque el título de su último
libro es un alegato a la “libertad y a ser due-
ños de nuestro destino”. Isidre nos cuenta el
suyo…
Seis años después de aquel accidente, el
destino le aguardaba a Isidre Esteve una expli-
cación, o tan solo un recuerdo al que sortear
con velocidad.
El fin de semana del 5 al 7 de abril volvió al
Campeonato de España en la Baja Almanzora
–el mismo lugar en el que descubrió sobre una
moto la fatalidad de “una piedra escondida
entre el polvo y la pista”–. No había nada
que lamentar, aunque sumido en un bucle
de recuerdos y emociones consiguió acabar
segundo en la categoría de buggys y entre los
diez mejores en un clasificación general a la
que no llegaron un 60% de los participantes
por abandono.
Piloto de rallys UNA NUEVA VIDA
Isidre Esteve Los cuatro meses que pasó en el hospital
tras el accidente en 2007 se convirtieron en un
calvario. Para una persona que ha sentido tan-
tas veces la libertad del Dakar, la habitación se
había convertido en una ago-
nía por la que no transitaba
“Algún día podremos recuperar ni la intimidad ni el silencio.
“Igual no salimos de esta”,
llegó a pensar.
el control de nuestro cuerpo” Cuando aquellas puertas
se abrieron definitivamente,
Isidre recuerda sobre la silla de ruedas la pri-
Solo los héroes son capaces de encontrar mera experiencia. “Vivíamos en un dúplex que
el éxito en un desierto árido; de atisbar la no era nada funcional ya que no podía acceder
silueta del triunfo entre una nube de polvo al dormitorio. Tuvimos que comprar un col-
chón muy especial mientras adaptábamos la
del Sahara y, también, de asimilar el desti- vivienda. El despertar de la primera noche no
no cuando una maldita piedra se cruza sin fue tan idílico como pensaba, estaba dolorido,
sentido en tu vida. Isidre Esteve es uno de el colchón pinchado y más bajo que la silla”.
ellos. Nació motorista de rallys hasta que un
accidente le dejó con una lesión medular que La primera reacción junto a Lídia fue una
le obligó a ver el destino desde una silla de sonrisa, después una carcajada y más tarde
ruedas. una reflexión: “Disfrutar de todo lo que
haga”. Había tiempo para ello, pero quedaba
despejar preguntas que antes desconocía. ¿El
entorno será accesible? Barcelona es una ciu-
dad pensada para serlo, “aunque cuanto más
te alejas de ella encuentras más problemas de
Aa90 utonpeorsmoníaal