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ADSES a ciencia también se ins-
pira en la ficción, ¿o es
a la inversa? Los robots
han poblado nuestro
universo en la panta-
L lla con películas como
Robocop, La guerra de las
galaxias, Terminator o los
últimos Transformers.
Los robots de estas películas están
aún lejos de ser una realidad pero, gra-
cias a la tecnología, al menos podemos
acoplar uno al cuerpo de una persona
con problemas de movilidad, ya sea en
brazos o piernas.
La interconexión entre el sistema
nervioso humano y los sistemas meca-
trónicos, es decir, combinar la ingenie-
ría mecánica, la electrónica y la infor-
mática para restaurar las capacidades
neuromotoras, ya no es solo un tema
de la ciencia ficción. Los avances en
la investigación aún no han llegado a
restaurar la capacidad motora pero, al
menos, han conseguido rehabilitarla.
La Fundación del Lesionado
Medular (FLM) presentó el pasado
septiembre en Madrid el “EksoBio-
nics”, un dispositivo electromecánico
o exosqueleto. El aparato permite rea-
lizar bipedestación y marcha con ayuda
de muletas o andador a personas que
presentan problemas en las extremida-
des inferiores, a consecuencia de alte-
raciones neurológicas como la lesión
medular, el daño cerebral o la esclero-
sis múltiple.
Los exoesqueletos son armazones
mecánicos que se colocan sobre los
brazos, piernas y espalda de una per-
sona con la idea de ayudarla a realizar
ciertos movimientos o a soportar pesa-
das cargas, una aplicación práctica de
la robótica.
En el caso del “EksoBionics”, fun-
ciona con un motor eléctrico con
batería recargable y una serie de sen-
sores que permite a las personas con
discapacidad ponerse de pie y andar.
Para su utilización, sin embargo, la
persona siempre debe estar asistida
por un fisioterapeuta que es quien lo
maneja, ya que no es un aparato para
realizar marcha cotidiana o convencio-
nal, sino que se debe utilizar para la
rehabilitación.
Durante la presentación del exoes-
queleto, que ha sido desarrollado por
la empresa americana Ekso Bionics,
en colaboración con instituciones
como la Universidad de Berkeley y el
Departamento de Defensa de EE.UU.,
A utonpeorsmoníaal 81
pira en la ficción, ¿o es
a la inversa? Los robots
han poblado nuestro
universo en la panta-
L lla con películas como
Robocop, La guerra de las
galaxias, Terminator o los
últimos Transformers.
Los robots de estas películas están
aún lejos de ser una realidad pero, gra-
cias a la tecnología, al menos podemos
acoplar uno al cuerpo de una persona
con problemas de movilidad, ya sea en
brazos o piernas.
La interconexión entre el sistema
nervioso humano y los sistemas meca-
trónicos, es decir, combinar la ingenie-
ría mecánica, la electrónica y la infor-
mática para restaurar las capacidades
neuromotoras, ya no es solo un tema
de la ciencia ficción. Los avances en
la investigación aún no han llegado a
restaurar la capacidad motora pero, al
menos, han conseguido rehabilitarla.
La Fundación del Lesionado
Medular (FLM) presentó el pasado
septiembre en Madrid el “EksoBio-
nics”, un dispositivo electromecánico
o exosqueleto. El aparato permite rea-
lizar bipedestación y marcha con ayuda
de muletas o andador a personas que
presentan problemas en las extremida-
des inferiores, a consecuencia de alte-
raciones neurológicas como la lesión
medular, el daño cerebral o la esclero-
sis múltiple.
Los exoesqueletos son armazones
mecánicos que se colocan sobre los
brazos, piernas y espalda de una per-
sona con la idea de ayudarla a realizar
ciertos movimientos o a soportar pesa-
das cargas, una aplicación práctica de
la robótica.
En el caso del “EksoBionics”, fun-
ciona con un motor eléctrico con
batería recargable y una serie de sen-
sores que permite a las personas con
discapacidad ponerse de pie y andar.
Para su utilización, sin embargo, la
persona siempre debe estar asistida
por un fisioterapeuta que es quien lo
maneja, ya que no es un aparato para
realizar marcha cotidiana o convencio-
nal, sino que se debe utilizar para la
rehabilitación.
Durante la presentación del exoes-
queleto, que ha sido desarrollado por
la empresa americana Ekso Bionics,
en colaboración con instituciones
como la Universidad de Berkeley y el
Departamento de Defensa de EE.UU.,
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