Page 25 - newscreer
P. 25

enfermedades  de  baja  prevalencia  son  ciudadanos  con  los  mismos  derechos  que  los

            demás, les incomoda.
                  Te preguntas si lo estás haciendo bien. Sigues de carrera en carrera cuando tu hija

            se pone mala día sí y día también, de visita médica en visita médica. Pasan los meses y

            todo  sigue  igual.  Acostándote  y  preguntándote  si  podías  haber  hecho  más.  Caes
            derrotado.

                  Hay momentos en los que tirarías la toalla pero ahí está tu hija para con una sonrisa

            recordarte  el  porqué  de  tu  lucha.  El  por  qué  no  te  debe  de  importar  que  te  cierren  las
            puertas  cuando  con  una  ventanita  abierta  puedes  dar  un  gran  paso  y  hacer  que  esa

            sonrisa siga luciendo.
                  Llega  el  día  que  empiezas  a  acostarte  con  una  sonrisa.  Has  conocido  a  Begoña,

            Juan,  Alba,  Javier,  Miriam,  Claudia,  Justo  y  muchas  más  personas  que  trabajan  para
            enfermedades raras y que aun sabiendo de tu carácter y forma de ser te entienden. Te

            motivan. Te ayudan a seguir adelante con su trabajo y experiencia. Se ofrecen para estar

            ahí. Parece sencillo pero no lo es. Su trabajo es digno de admiración. Su dedicación, su
            motivación y su vocación te ayudan a decirte que tú también puedes. Y es cuando a través

            de  esas  personas  empiezas  a  conocer  a  familias  que  están  como  tú.  Que  llevan  más
            tiempo luchando. Que muchos de ellos ya han caído en la desmotivación y que incluso ya

            no tienen fuerzas para seguir adelante.
                  Es el momento de tomar la decisión de si valdrías para seguir ayudando desde algo

            más importante. La unión. Piensas si serás el indicado para dar el primer paso hacia la

            posibilidad  de  una  comunicación  entre  todos  los  afectados  por  una  enfermedad  sin
            diagnosticar. De estar todos juntos con la misma voz, con el mismo sentimiento, con las

            mismas  metas  y  si  estas  personas  estarán  pasando  lo  mismo  que  tú.  Empiezas  a

            comunicarte  con  personas  que  siendo  o  no  afectados  directos  llevan  años  sin  un
            diagnóstico,  ya  sea  por  lo  complejo  de  sus  patologías  o  por  la  desidia  de  una

            administración que mira para otro lado cuando las pruebas que se tienen que llevar a cabo
            para la investigación son para ellos, así lo dicen, costosas.

                  Se  ha  acabado.  No podemos  seguir  así.  ¿Tristeza?  No,  indignación.  ¿Lucha?  No,
            camino  a  seguir.  ¿Ayuda?  No,  derechos.  ¿Crisis?  No,  robo.  Hay  que  identificar  los

            sentimientos que pasan diariamente por tu cuerpo y darse cuenta de por qué pensamos

            así. Mi hija no tiene diagnóstico, pero puede tenerlo. Mi hija no camina sola, pero podrá
            andar.  Mi  hija  no  habla,  pero  hay  que  hacer  todo  lo  posible  para  entenderla  y  se

            comunicará.  Mi  hija  tiene  un  camino  a  seguir  y  nosotros  como  padres  somos  los  que
            vamos  a  enseñárselo.  Con  o  sin  las  trabas  que  nos  están  poniendo  los  que  dicen



           Newsletter CREER Nº 68 Abril 2017                                                                                                                                    ~ 25 ~
   20   21   22   23   24   25   26   27