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PERSONAS MAYORES
En el ejercicio del derecho
del olvido social
Zulema Villalta Bolaños (Abogada y Notaria)
Las personas mayores no se atreven generalmente a poner
denuncias por agresion.
Resulta fácil reflexionar so- enfoque integral es, a criterio per- pio quehacer en el transitar de la
bre el proceso de enveje- sonal, el mejor multiplicador del última etapa de su ciclo vital.
cimiento y la vejez, los mi- mensaje de autoprotección, inde-
tos y los prejuicios en tor- pendencia y empoderamiento que LOS ABUSOS MAS
no a este tema, gracias a que el debe llegar a las personas adultas DENUNCIADOS
costarricense tiene muy arraigado mayores.
el principio de solidaridad que así A la fecha, no es común que
lo permite. Pero hacerlo respecto LOS ABUSOS QUE PUEDE las personas adultas mayores se
de nuestros propios adultos ma- SUFRIR LA PERSONA atrevan a poner denuncias por
yores, nos confrontamos con una ADULTA MAYOR agresión. Precisamente, la con-
realidad muy diferente de la que dición de dependencia de las
pregonamos ante los demás ya Para la protección de las perso- personas adultas mayores, los
que, directa o indirectamente, los nas adultas mayores existen una torna más vulnerables y, por lo
hemos convertido en “objetos hu- diversidad de normas y procedi- tanto, es casi imposible que de-
manos” de protección, olvidando mientos sobre distintas formas de nuncien la agresión. Se genera
que son sujetos plenos de dere- abuso que contemplan desde el una “cifra negra” de agresión
chos. Los hemos llevado a la con- aspecto físico, sexual, patrimonial, que, eventualmente, podría ser
dición de herederos de la desva- psicológico, laboral, e institucional, superior a la que muestran las
lorización de esta última etapa del hasta la explotación de su estado estadísticas, ya que muchos ca-
ciclo vital, transformándolos en de vulnerabilidad con fines econó- sos quedan en el anonimato de-
un colectivo de riesgo en ascen- micos (mendicidad), la negligencia bido a que no se hace la denun-
so, es decir, sujetos pasivos de y el abandono. Sin embargo, todas cia respectiva.
abuso y maltrato en sus diferen- las formas de abuso pueden sinte-
tes manifestaciones. tizarse en una sola acción, a saber, Además, la carga afectiva-
llevar a las personas adultas mayo- emocional de todas las personas
Ahora bien, este oscuro pano- res a la calidad de objetos de los adultas mayores respecto del
rama no es impedimento para asu- mandatos sociales de protección. “agradecimiento” hacia quienes,
mir el reto de generar un cambio De forma prejuiciosa y sin sentido, por lo menos, les brindan techo
mental, espiritual y conceptual. les vamos negando día a día su y comida impide que se eviden-
identidad y dignidad como perso- cie la magnitud de este fenóme-
Debemos propiciar programas nas y bloqueamos inhumanamen- no y los perjuicios directos cau-
de sensibilización y capacitación te la construcción social de su pro- sados.
dirigidos a grupos sociales de ga-
rantía de seguridad ciudadana. La
sensibilización y capacitación con
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En el ejercicio del derecho
del olvido social
Zulema Villalta Bolaños (Abogada y Notaria)
Las personas mayores no se atreven generalmente a poner
denuncias por agresion.
Resulta fácil reflexionar so- enfoque integral es, a criterio per- pio quehacer en el transitar de la
bre el proceso de enveje- sonal, el mejor multiplicador del última etapa de su ciclo vital.
cimiento y la vejez, los mi- mensaje de autoprotección, inde-
tos y los prejuicios en tor- pendencia y empoderamiento que LOS ABUSOS MAS
no a este tema, gracias a que el debe llegar a las personas adultas DENUNCIADOS
costarricense tiene muy arraigado mayores.
el principio de solidaridad que así A la fecha, no es común que
lo permite. Pero hacerlo respecto LOS ABUSOS QUE PUEDE las personas adultas mayores se
de nuestros propios adultos ma- SUFRIR LA PERSONA atrevan a poner denuncias por
yores, nos confrontamos con una ADULTA MAYOR agresión. Precisamente, la con-
realidad muy diferente de la que dición de dependencia de las
pregonamos ante los demás ya Para la protección de las perso- personas adultas mayores, los
que, directa o indirectamente, los nas adultas mayores existen una torna más vulnerables y, por lo
hemos convertido en “objetos hu- diversidad de normas y procedi- tanto, es casi imposible que de-
manos” de protección, olvidando mientos sobre distintas formas de nuncien la agresión. Se genera
que son sujetos plenos de dere- abuso que contemplan desde el una “cifra negra” de agresión
chos. Los hemos llevado a la con- aspecto físico, sexual, patrimonial, que, eventualmente, podría ser
dición de herederos de la desva- psicológico, laboral, e institucional, superior a la que muestran las
lorización de esta última etapa del hasta la explotación de su estado estadísticas, ya que muchos ca-
ciclo vital, transformándolos en de vulnerabilidad con fines econó- sos quedan en el anonimato de-
un colectivo de riesgo en ascen- micos (mendicidad), la negligencia bido a que no se hace la denun-
so, es decir, sujetos pasivos de y el abandono. Sin embargo, todas cia respectiva.
abuso y maltrato en sus diferen- las formas de abuso pueden sinte-
tes manifestaciones. tizarse en una sola acción, a saber, Además, la carga afectiva-
llevar a las personas adultas mayo- emocional de todas las personas
Ahora bien, este oscuro pano- res a la calidad de objetos de los adultas mayores respecto del
rama no es impedimento para asu- mandatos sociales de protección. “agradecimiento” hacia quienes,
mir el reto de generar un cambio De forma prejuiciosa y sin sentido, por lo menos, les brindan techo
mental, espiritual y conceptual. les vamos negando día a día su y comida impide que se eviden-
identidad y dignidad como perso- cie la magnitud de este fenóme-
Debemos propiciar programas nas y bloqueamos inhumanamen- no y los perjuicios directos cau-
de sensibilización y capacitación te la construcción social de su pro- sados.
dirigidos a grupos sociales de ga-
rantía de seguridad ciudadana. La
sensibilización y capacitación con
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