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DISFRUTAR DE LA SOLEDAD

                                                      Vivir solo tiene muchas ventajas. Te descubre que el espacio que te
                                                      rodea ilumina perspectivas que nunca habías vislumbrado antes,
                                                      viviendo con la familia o con amigos. Paradójicamente, viviendo en
                                                      soledad te permite comprender que en el mundo hay mucho más de
                                                      lo que percibes en compañía.  Aparecen ante ti una profusión de nuevas
                                                      opciones: maneras de pensar y sentir, de actuar, de ir o viajar donde
                                                      quieras, de hacer muchas cosas y saber muy bien cuáles son las que te
                                                      interesan o de arriesgarte a embarcarte en otras nuevas experiencias,
                                                      de ser realmente “uno mismo”, de desarrollar la capacidad de pensar
                                                      por ti mismo (no por dos o tres), de concentrarte en tu más íntimo
                                                      yo, libre e independiente, sin dejar de gozar de la compañía de amigos
                                                      o de nuevas amistades.  Hasta te sorprenderás de no entender porqué
                                                      no habías advertido hasta ahora todas esas oportunidades que ofrece
                                                      la soledad. Se teme a la soledad porque no se la conoce, pero cuando
                                                      se acepta tiene muchas y buenas compensaciones. Probablemente,
                                                                    una de las más sabrosas de la vida…
                                                      Sin embargo, para una persona que ha vivido 60 años o más con
                                                      un determinado estilo de vida, no es fácil cambiar el modo de vida
                                                      cuando de repente se encuentra en una situación (in)esperada como
                                                      una separación, un divorcio, el fallecimiento de su ser querido o
                                                           cuando  los hijos con los que convivía abandonan el nido.








                   Sin embargo, los servicios sociales
                   y médicos actuales aumentan por
                   mucho tiempo la capacidad de que
                   los mayores puedan seguir siendo
                   independientes y vivir solos muchos
                   años, sin sentirse solos. Porque exis-
                   ten numerosos elementos tecnoló-
                   gicos y personales para reducir los
                   riesgos de vivir en soledad. Aunque,
                   en este sentido, también hay un
                   prejuicio extendido  entre muchas
                   personas mayores al creer, errónea-
                   mente, que el “aceptar alguna ayuda
                   externa  es, de algún modo, el inicio
                   de una pendiente resbaladiza que
                   las conduce a la dependencia y les
                   hace perder el control de su vida”.
                   Pero esto no es así. Las ayudas ex-
                   ternas no son un signo de debilidad,
                   sino de seguridad, que no hay que
                   subestimar. ¡No cometas el error de
                   pensar que no necesitas ayuda!



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 16  60 y más • mayo 2018                                                                                     17
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