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Elisabeth Heilmeyer, el placer de volar
ese vuelo fue cuando fui conscien- ¿Qué siente cuando vuela?
te plenamente de que no movía las
piernas, pero yo decía: ¡Qué bonito Sobre todo sensación de libertad y
es esto, cómo lo echaba de menos! felicidad. Esa distancia que nos se-
A partir de ese momento comencé para de la tierra, donde tienes ba-
a remontar y fue mucho más fácil rreras de todo tipo, allí arriba no las
afrontar los nuevos problemas de mi hay, te hace ver las cosas de diferen-
vida diaria como ir al baño, coger te manera. Esa distancia te hace sen-
algo que se cae al suelo, aprender tir la libertad de movimiento y más
a mantener el equilibrio. Hay que ahora que no puedo moverme como
aprender poco a poco a valerte por ti antes, eso me supone mucho.
misma, para eso ayudan mucho los
ejercicios de rehabilitación. ¿Qué es volar a vela, sin motor?
¿Por qué se empeñó en renovar su La manera más pura de volar, porque
licencia en España? imitas literalmente a los pájaros. Si
ves un pájaro que vuela en círculos y
Tenía una obligación con este país no mueve las alas sabes que vuela en
donde siempre me han tratado con mu- térmica, que se va elevando, que se
cho cariño y siempre me han alentado, aleja de la tierra impulsado por una
antes y después del accidente, duran- Antes era una diversión, algo que fuerza de aire caliente. Eso mismo
te el tiempo que pasé en el Hospital me gustaba, ahora veo que es mi hacemos nosotros.
de Parapléjicos de Toledo. Al final lo diversión preferida, la que me hace
conseguimos y se allanó el camino sentir más feliz y más conforme Hay un poema de Rafael Alberti que
para otras personas con discapacidad conmigo misma. dice: “¡Qué maravilla es volar!/No
que quieren sacarse la licencia. tengo miedo a las nubes/ni que me
¿Teme perder esa ilusión por volar mire el mar/desde abajo, ni tampoco/
Cuando va a Alemania a ver a su con los años? de que se pueda acabar/en cualquier
madre, ¿hablan de sus vuelos o momento el cielo/sin que nadie/me
prefiere no saberlo, como cuando Soy consciente de que con los años, pueda nunca encontrar”.
era pequeña? y más con mi discapacidad, se van
perdiendo fuerzas. Veo a mi madre ¿Teme que alguna vez se le acabe
No, no hablamos, tenemos un trato, que a sus 95 años está fenomenal, el cielo?
ella no pregunta y yo no le cuento. pero tiene dificultades para realizar
algunas tareas como abrocharse un Qué va, eso son cosas del poeta.
Con el tiempo, Elisabeth Heilmeyer botón o ponerse los zapatos, y pien- No, no, el cielo no se acaba, se pue-
fundó la Asociación Sillas Volado- so cómo será con mi discapacidad. den acabar las térmicas y eso se va
ras, que tiene como finalidad ayudar Pero en cuanto al vuelo, no temo aprendiendo cómo regularlo y bus-
a las personas discapacitadas a con- perder la ilusión, si no puedo ir sola car otra térmica.
seguir la licencia de vuelo, así como iré de acompañante.
fomentar las actividades aeronáuti- ¿Es feliz?
cas entre estas personas. ¿Qué hará cuando llegue ese mo-
mento? Sí, porque he vuelto a volar, que es la
Comenzó a volar muy joven. actividad preferida en la que me sien-
¿Mantiene ahora la misma ilusión El día que no pueda renovar la licen- to plenamente libre. Volando en un
que entonces? cia por edad o por un tema de salud planeador no te acuerdas de los pro-
que me lo impida lo tengo asumido, blemas de movilidad, ni de barreras
Creo que incluso más, porque con pero seguro que sin volar no me voy arquitectónicas. Ves el mundo desde
el tiempo valoras más las cosas. a quedar. allá arriba, sola contigo misma.
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