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| REPORTAJE

Vivir en una residencia

como en tu propia casa

Cualquiera de las puertas que abras en una residencia te hace sentir como en tu propia casa.
Esa percepción es en sí el objetivo por el que se trabaja cada día. Cuando paseas por los
rincones de algunas residencias, percibes que cada detalle te lleva a un estado de “bienestar y
calidad de vida”, que es el deseo más compartido entre los residentes. No es un anuncio, sino
una realidad cada vez más demandada por las personas mayores en nuestro país. ¿Es posible
adaptar una habitación, un entorno de un centro residencial, lo más posible al domicilio donde
hemos estado toda nuestra vida? Vivir como en casa…

Texto y fotos: Miguel Núñez Bello

sí se siente Aurkene de Ba-
Arroeta Zalutregui desde que
llegó a su nueva casa en una resi-
dencia de Ballesol en Pozuelo, una
localidad cercana a Madrid. Una
mujer independiente, con 69 años,
seis hijos, muy activa, pero también
hogareña. “Me enamoré de un apar-
tamento que hacía esquina, lumino-
so y con una ventana en el baño”.
Ella tomó la decisión de probar una
estancia temporal de quince días,
pero a los tres ya avisó a su hija de
hacer la mudanza. Y de repente…
allí estaba todo lo que había desea-
do de su anterior casa: el sofá de su
abuela, un mueble traído de China,
las cortinas que tanto le gustan a su
hija y, por supuesto, una jardinera
llena de plantas que recibió de sus
hijos el Día de la Madre. “Conseguir
que el residente se sienta como en
su hogar de toda la vida no es una Aurkene de Barroeta Zalutregui en un rincón de su habitación en la residencia donde vive

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