Page 51 - ses303
P. 51
Mejora tu personalidad desarrollando tus potencialidades
Claves básicas para iniciarse
en “Terapia de la Escritura”
• Empieza ¡ya!: llevar un diario es, ante todo, un ejercicio de libertad creadora. Algunas
personas eligen un elegante cuaderno de piel con sus iniciales en oro. Otras se sienten más
cómodas escribiendo en un simple block de colegial o una sencilla libreta. Y, ahora, hasta las
hay que registran sus pensamientos en un ordenador personal. Cualquier material es válido.
Pero empieza ¡ya!
• Ubícate: antes de empezar a escribir en tu diario colócate en una situación tranquila y aislada.
Cierra tus ojos y respira profundamente. Esto te permitirá concentrarte, clarificar tu mente
y facilitar la transición de la realidad a la introspección o la contemplación. Puedes dedicarle
15, 20 ó 30 minutos. Tampoco es preciso escribir todos los días, sino sólo cuando “sientas
necesidad de ello”.
• ¿Qué llama tu atención?: existen diversas técnicas para escribir un diario. Una de las más
fáciles es elegir un tema, una situación, una pregunta, o una frase que tú has dicho o que te
han dicho y ha atraído tu atención. Por ejemplo: “¿Por qué me siento enojado?”, “¿Qué es lo
más importante para mi en la vida?” o “¿Qué estoy sintiendo en estos momentos?” pueden
ser preguntas útiles para romper el miedo a la hoja en blanco. A partir de ahí, tu escritura se
volverá más fluida a medida que te concentres para expresar lo que sientes sobre ti mismo o
los demás.
• Carta sin destino: otra táctica es la de creer que estás escribiendo una “carta” a alguien
que te gusta –o te disgusta–. La intimidad y la seguridad de tu diario posibilita escribir
cosas que nunca dirías a esa persona. Este sistema proporciona una catarsis. Con ella se
liberan sentimientos hostiles que son dolorosos y que no es conveniente enterrarlos, y que
podrían arruinar una relación si se expresaran en voz alta. La “carta” no enviada clarifica
tus sentimientos. Especialmente, si tus pensamientos son confusos o complejos. Esta técnica
permite resolver conflictos diciendo la verdad a alguien, sin que realmente esté contigo. A
veces, las únicas cosas que merece hablar sobre ellas ¡son las que no podemos hablar sobre
ellas!
• Crea diálogos imaginarios: otra forma de expresar sentimientos profundos es escribir
sobre ellos imaginando que los dice otra persona. Un diálogo imaginario promueve empatía
y creatividad. O describe tus experiencias más agradables e intensas tratando de reproducir
las reacciones que sentiste en aquel momento. Cualquier fórmula es válida si te ayuda a
comprenderte mejor y a tomar decisiones. No puedes actuar como aquel que dice: “Tengo
que darme prisa. El autobús va a partir y no sé adónde voy ni para qué”.
• Escríbelo todo: sentimientos acerca de tus miedos, preocupaciones, angustias, quejas.
Examina cómo cambian estas emociones con el tiempo, para descubrir qué anhelos ocultos
están expresando inconscientemente. Pocos somos tan monolíticos como para no mostrar
conflictos internos. Todas estas inquietudes serán más potentes reflejadas en un papel que
en tu mente. Y, muy especialmente, escribe sobre todas aquellas situaciones en las cuales
te has comportado falsamente. Lo que tu mente te decía en ese momento que fingías para
justificar tu actitud. Lo que sentías en tu interior y el significado que tenía esa energía
malgastada. Con este ejercicio introspectivo, encontrarás tu verdadera voz interior, tu
auténtica personalidad.
Más información 51