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                            den y que no deberían    ciente y de su entorno familiar. Cuando  cientes –en cuanto a personal, locales
                            eludirse adoptando una   la decisión no se anticipa y se discute  apropiados y organización del trabajo–,
                            postura de abstención,   en equipo y con el paciente y sus fami-  en un momento en que las necesida-
                            aún revestida de bue-    liares, el riesgo reside en trasladar al  des relacionales y de cuidados son muy
                            nos sentimientos. Se     paciente a un servicio de corta estancia  importantes.
                            requieren unos conoci-   o a urgencias. En consecuencia, la mor-  En una institución, el reto consiste
                            mientos y una especia-   talidad suele ser más elevada en los   en conseguir combinar distintas cultu-
                            lización tan sutiles y   servicios agudos que en los servicios de  ras profesionales, la cultura sanitaria y
                            complejos, como mu-      larga estancia.                        la cultura hotelera, y conceder el mayor
                            chos cuidados técnicos     Por otra parte, la familia provoca a  peso posible a la cultura profana, fami-
                            destinados «a curar».    veces situaciones conflictivas que de-  liar. Cuando es posible, el recurso a los
                            Cualquiera que sea el    ben sortear los profesionales. En efecto,  miembros de un equipo móvil de cui-
                            lugar del fallecimiento,  los familiares generalmente soportan  dados paliativos permite contar con
                            deberá ser posible la    bastante mal las situaciones de impo-  una mirada externa y experta sobre la
                            aplicación de cuidados   tencia y degradación física, vividas por  situación. Son personas con quienes
                            paliativos por equipos   su familiar en estado terminal.        pueden dialogar provechosamente el
                            cualificados.              Los pacientes, por su parte, suelen  equipo sanitario, la familia y el médico
                              Las decisiones rela-   estar muy angustiados y conmociona-    de cabecera (en la residencia geriátri-
                            tivas a los pacientes    dos por lo que les está sucediendo. Sur-  ca) En este último caso, es necesario
                            implican a distintos     gen a veces conflictos familiares en ese  tener en cuenta la heterogeneidad de
                            profesionales, lo que    momento, en especial, cuando se tra-   los tratamientos en función de los mé-
                            requiere un tiempo       tan cuestiones de herencia. Los equi-  dicos de medicina general y, con fre-
                            para el debate y una     pos de cuidados paliativos se esfuerzan  cuencia, el escaso peso que tiene el
                            importante coordina-     a diario en facilitar la comprensión de  dictamen del médico coordinador de
                            ción. Las prácticas de-  las decisiones y la aceptación de las si-  una residencia de personas mayores en
                            ben ser siempre multi-   tuaciones vividas por el paciente.     situación de dependencia. En efecto,
                            disciplinares (aunque,                                          éste rara vez puede intervenir en las
                            al final, el médico es el  EL PERÍODO FINAL DE LA VIDA EN UNA   decisiones clínicas de sus colegas.
              único que prescribe) y requieren com-  INSTITUCIÓN                              Es necesario también, destacar que
              petencias técnicas, relacionales y éti-                                       las personas afectadas por demencias,
              cas. Plantean la cuestión de la necesa-  En las instituciones (servicios de lar-  o enfermedad de Alzheimer, son cada
              ria anticipación de los síntomas y de las  ga estancia y residencias geriátricas) se  vez más numerosas en los servicios de
              situaciones de crisis, así como una po-  encuentran, por supuesto, y en prime-  larga estancia y en las residencias ge-
              sible abstención de algunas actuacio-  ra línea, el personal de enfermería,   riátricas. A causa del desarrollo cre-
              nes terapéuticas (antibioticoterapia, an-  pero también, y sobre todo, los auxilia-  ciente de las condiciones que favore-
              ticoagulantes...) y/o de cuidados vitales  res de clínica, los cuidadores y los ce-  cen la ayuda a domicilio, la entrada en
              (alimentación parenteral, oxigenotera-  ladores. A veces enfrentados a momen-  una institución se produce en una fase
              pia...), lo que algunos médicos se resis-  tos difíciles, estos profesionales –muje-  cada vez más tardía de la enfermedad.
              ten a considerar y, sobre todo, a mani-  res, con mucha frecuencia– conocen   En la fase anterior a la del final de la
              festárselo al entorno familiar de la per-  bien a las personas mayores y las  vida, siguen estando poco estudiados
              sona moribunda.                        acompañan hasta el final de la vida.   aún los problemas específicos de la
                Los profesionales deben esforzarse   Deben hacerlo muy a menudo con los     fase avanzada y terminal de esta enfer-
              en tener en cuenta la opinión del pa-  medios disponibles, es decir, insufi-  medad (llamada «fase severa») Se co-
                                                                                            nocen mal las prácticas resultantes.
                  El aumento del número de personas                                         Además, a veces resulta muy difícil ex-
                                                                                            plicar a las familias esta fase, que pue-
                   mayores representa un reto para el                                       de durar mucho tiempo y plantear pro-

                                                                                            blemas relativos a la comunicación y a
                     ámbito de los cuidados paliativos                                      la evaluación del dolor.




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