Page 51 - ses253
P. 51

054-057SESENTA  29/9/06  00:50  Página 54






                                                  Mayores Hoy







                                                       Regalando sonrisas


                              Carlos Fernández “Cascarilla”







                  — ¿Cuándo comenzó su vocación?        Dicen que los payasos son men-         la casa, y allí hacer nuestro teatro, y
                  Siendo niño, estaba en el colegio y ya  sajeros del humor, la alegría y la   es que teníamos mucha ilusión por
                  me gustaba. Recuerdo cuando estába-                                          ello, era algo muy sorprendente. Mi
                                                        paz. Pero “Cascarilla” no es sólo
                  mos en el campo y, mientras todos se                                         madre, con tal de tenernos recogidos,
                                                        un mago de la ilusión, es un abue-
                  sentaban en corro, yo empezaba a                                             fuera de peligro y cerquita… nos deja-
                                                        lo divertido que cada semana
                  hacer cosas graciosas, tonterías… Me                                         ba hacer lo que fuera. Más tarde
                  iba al sembrado y cogía pétalos de    regala cariño y sonrisas a los más     empezamos a ir a OSCUS, el Centro
                  amapola, con ellos nació mi primer    pequeños del Hospital Niño Jesús       Cultural Dolores Sopeña, donde una
                  maquillaje, me untaba el color en los  de Madrid. El guiñol de Carlos y su   señora muy agradable se encargaba
                  carrillos y ya estaba preparado para la  acordeón son las mejores armas      de atender a los obreros y trabajado-
                  actuación. Los niños decían que de                                           res. Los domingos podíamos actuar
                                                        para vencer el dolor y la tristeza,
                  mayor querían ser bombero, policía o                                         allí y la gente que nos iba a ver se lo
                                                        se olvida de todo cuando el
                  astronauta, y yo decía que quería ser                                        pasaba fenomenal. Después conoci-
                                                        maquillaje disfraza sus facciones
                  payaso. Siempre tuve claro lo que                                            mos otro grupo que se llamaba Crisol
                  quería ser. Y tiene algo muy bonito, el  y se siente un poquito más joven    de Arte, lo llevaba una mujer, una
                  payaso es siempre un mensajero de la  cada vez que hace feliz a un niño.     poetisa, y con ese grupo, un compa-
                  paz, del humor, de la sonrisa.                                               ñero y yo empezamos a ir a todos los
                                                            Texto y fotos: Cristina Mª Alarcón  hospitales, asilos, centros culturales y
                  — ¿Sabían en su casa que quería ser
                  payaso?
                   Yo vivía en una casita baja de García
                  Noblejas, un barrio de Madrid, y los
                  domingos hacíamos fiesta, compré un
                  libro de magia y me aficioné, así que
                  actuaba esos días haciendo trucos de
                  magia y entreteniendo a los chicos del
                  barrio, cobrábamos la entrada a quin-
                  ce céntimos, con la idea de hacer un
                  teatro subterráneo –risas-. La casa
                  tenía dos pozos, uno en la parte de
                  delante y otro en la parte de atrás, y
                  como a las actuaciones venían
                  muchos chicos y chicas del barrio,
                  teníamos intención, mi amigo y yo de
                  picar para hacer una cueva que fuese
                  de un pozo a otro, dejando habitable
                  un espacio debajo de los cimientos de


                                           “La risa es la mejor medicina”





                  54   Sesenta y más
   46   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56