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              Mayores Hoy ADRIÁN HERRERO



              seguía trabajando pero lo terminé en el                                      no tiene ningún sentido. Así que, den-
              93. Decidí que cuando me jubilase lo                                         tro de ese grupo de amigos que salimos
              haría de una sola vez. Y desde enton-                                        a caminar yo soy el cronista de todos los
              ces, ningún año he faltado –caminando                                        viajes, los he narrado con bastante
              más o menos kilómetros–. Uno de esos                                         detalle ya que son recorridos largos, de
              caminos ha quedado plasmado en mi                                            varios días, y en los que vivimos innu-
              libro,  De Madrid a Santiago de Com-                                         merables experiencias; sólo la ruta del
              postela. Relato de una peregrinación.                                        Mediterráneo hasta Portugal son 1.000
              Además, pertenezco a la Asociación de                                        kilómetros –desde Valencia hasta Ciu-
              Amigos del Camino de Santiago en                                             dad Rodrigo–. Es posible que en los
              Madrid, donde colaboro dando informa-                                        últimos años haya hecho unos 5.000
              ción y charlas a los futuros peregrinos,                                     kilómetros a pie y la verdad es que ten-
              al tiempo que formo parte del movi-                                          go facilidad, no me cuesta excesivo tra-
              miento de Hospitaleros Voluntarios.                                          bajo. He recorrido grandes distancias
                                                                                           en muy breve espacio de tiempo, algo
              – Pero no sólo pertenece a esa asocia-                                       que tuve que cesar cuando me dio un
              ción…                                                                        infarto. Madrid-Segovia, sin parar y
              No, soy miembro de un grupo de ami-   Portada de su libro sobre el camino de  atravesando toda la sierra en veinticua-
              gos que nos reunimos para salir a cami-  Santiago.                           tro horas, lo he realizado cuatro o cinco
              nar desde hace diez años. Un fin de   bién para escribir ya que, como me gus-  veces. Se termina cansado pero no ago-
              semana al mes nos dedicamos a reco-   ta tanto, reflejo y cuento mis viajes.   tado, las ampollas en los pies molestan
              rrer grandes rutas como la Vía de la Pla-                                    pero merece la pena.
              ta o la que recorre toda España, desde  – ¿Le han convertido en el cronista de
              el Mediterráneo hasta Portugal, la ruta  sus salidas?                        – ¿Por qué es tan especial el Camino de
              del Califato –desde Córdoba a Sevilla–,  Sí, al principio me daba mucha ver-  Santiago?
              el recorrido del Canal de Castilla, el via-  güenza que leyesen algo mío, pero  Cuando me pregunta la gente que por
              je a la Alcarria –según la propia obra de  escribir las crónicas de esos viajes me  qué hago el Camino no sé que contes-
              Cela–, el Camino Lebaniego –desde     ayudó mucho, aunque el taller de escri-  tar, y realmente creo que no hay nin-
              Santander hasta San Toribio de Liéba-  tura fue el que me enseñó a perder el  gún peregrino que sepa muy bien los
              na–… Estos viajes me han servido tam-  pudor, la vergüenza, ese “miedo” que  motivos que le llevan a hacerlo. Yo voy
                                                                                           simplemente porque me siento a gus-
                                                                                           to. Te encuentras con gente agradable
                                                                                           que no lleva el estrés de la ciudad,
                                                                                           gente que comparte todo en medio
                                                                                           del campo, que hace una convivencia
                                                                                           fantástica, estás en contacto con la
                                                                                           naturaleza… Hasta los problemas o
                                                                                           inconvenientes que puedas tener al
                                                                                           final son gratificantes; las ampollas
                                                                                           en los pies o los dolores del cuerpo
                                                                                           son nada si se comparan con lo
                                                                                           muchísimo que se disfruta. En el libro
                                                                                           lo cuento, un amigo mío compañero
                                                                                           del Camino siempre dice que cuando
                                                                                           uno se echa a la espalda una mochila
                                                                                           se siente más libre, y es cierto porque
                                                                                           te das cuenta de que con los seis u
                                                                                           ocho kilos que llevas puedes vivir y
                                                                                           hacer lo que quieras.



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