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              otros, como no les acaba de conven-
              cer ese concepto de la religión, sin
              razonarlo mucho se apartan de ella y
              se vuelven indiferentes; y solamente
              unos pocos empiezan a razonar mejor,
              pues a veces se sienten desesperados
              de lo que les han enseñado y no les
              gusta, como es natural, y a plantearse
              si realmente existirá el más allá…
              Tengo un amigo periodista, que antes
              era muy conservador y, desde luego,
              católico a machamartillo. Pero se
              jubiló y ha empezado a preguntarse
              cosas, y me pregunta muchas veces si
              creo en la otra vida. Antes se lo había
              planteado de una manera y ahora se
              lo plantea al revés. Eso es porque
              debemos tener una religión razonada
              y porque el ser humano no puede vivir
              si no vive pensando a fondo cuál es el
              sentido de la vida.

              —¿Y usted cree que hay otra vida?
                Por supuesto, estoy convencido de
              ello. Acabo de escribir en la revista “El
              Ciervo” un artículo con motivo de la
              muerte de mi hermana, la última que
              me quedaba con vida y que falleció
              hace pocos meses. Se me ocurrió, al ver
              a mis sobrinas, porque ella dejó dos
              hijas, y a los hijos de éstas –mis nie-
              tos–, reflexionar acerca de qué sentido
              tenía su muerte. En ese artículo señalo
              que creo que existe algo, que no sabe-  vida donde se abrirá todo a lo que más  famosos novelistas, los hermanos
              mos lo que es porque nadie ha venido a  hemos deseado en este mundo, y nada  Tharaud, que eran agnósticos. Le dije-
              contárnoslo, ni siquiera Jesús en el  más. Todos tenemos un afán de trans-   ron: “pero usted, que es tan inteligente,
              Evangelio:  sólo  habló   de   la     cendencia, estamos abiertos a que ven-  ¿cómo puede pensar que el infierno es
              Resurrección, que no consiste en que  drá algo que será bueno para nosotros.  verdad?”. Él teólogo contestó: “pienso
              se muere el cuerpo y queda libre el   Por eso también soy muy crítico con la  que existe, porque me lo dice mi reli-
              alma. Ahora bien, ¿qué es la          idea del infierno. A menudo cuento una  gión; ahora bien, lo que no me dice es
              Resurrección? En mi opinión, la       anécdota muy curiosa de un teólogo     lo que yo creo, que no hay nadie en él”.
              Resurrección significa que existe otra  católico francés, muy amigo de dos
                                                                                           —Otra cuestión es lo que dice la Iglesia.
                                                                                             Sí, pero ésta no siempre convence.
              “Con los años se puede adquirir la                                           El Concilio Vaticano II nos enseñó a ser

              serenidad, siempre que sepamos                                               católicos pero críticos y que los seglares
                                                                                           somos la mayoría de la Iglesia y mayo-
                                                                                           res de edad; no basta con que nos
              afrontar la vida en su aspecto                                               digan lo que tenemos que hacer, sino

                                                                                           que tenemos que estar convencidos de
              positivo”                                                                    qué hay que hacer eso precisamente.
                                                                                           No puede haber fé sin razón. Ésta ha



                                                                                                       Sesenta ymás 15
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