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también, de las necesidades de las Los visitantes admiran una de las lámparas o arañas más deslumbrantes del Palacio.
generaciones de ocupantes que se van
sucediendo. Así, nunca fue lo mismo el El Palacio Real ha tenido diferentes decorado-
significado de una monarquía absoluta res y arquitectos, según las diferentes genera-
que de una monarquía parlamentaria ciones de reales ocupantes de sus estancias.
del siglo XIX.
Durante los cuarenta años de su acti- Junto a Sabatini, el artista que
Ejemplo de ello se observa en las vidad en Palacio, su gusto y el de sus marcó más profundamente la decora-
habitaciones de Fernando VI y su espo- colaboradores fue evolucionando desde ción del nuevo Palacio fue el pintor
sa; éstos, al no tener hijos, hicieron de un Rococó algo exagerado hacia un Anton Raphael Mengs. La alta estima
sus estancias para dormir, habitaciones Neoclásico más sereno. que tenía en la corte le convirtió en un
inmensas. Por el contrario, Carlos III y
su hijo tuvieron que hacer dividir salo-
nes para acomodar a sus extensas fami-
lias y, pese a ello, siempre les resultó
pequeño.

Opinión distinta tuvierón las siguien-
tes generaciones a las que el nuevo
Palacio les pareció cada vez más gran-
de, casi desmesurado, hasta llegar a ser
utilizado en la actualidad como un
lugar para recepciones reales, pero no
como vivienda habitual.

El nuevo Palacio, tal y como ha lle-
gado a nosotros, fue decorado y rees-
tructurado por grandes arquitectos,
sobre todo italianos, por tener fama de
ser los mejores

En el reinado de Fernando VI, se dio
un estilo barroco tardío, muy recargado,
que se modificó enseguida con la llega-
da de Carlos III, que trajo consigo un
estilo más sobrio y clasicista, del que
fue artífice el siciliano Francisco Saba-
tini, el mejor decorador y arquitecto de
la época, y al cual el Palacio debe su
configuración y belleza actual.

DIFERENTES DISEÑOS Y CONSTRUCCIONES

Sabatini dirigió todo los aspectos de
la decoración interior de Palacio y lo
hizo armonizando la dignidad del dise-
ño con la riqueza de los materiales:
magníficos mármoles españoles en
jambas y zócalos, y caoba maciza en
puertas de paso, ventanas y contraven-
tanas. A él se deben los diseños de los
estucos, la talla de los muebles y los
bronces decorativos, todos ellos ejecu-
tados por una serie de maestros italia-
nos y franceses escogidos y reclutados
por el maestro italiano.

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