Page 58 - Revista Autonomía Personal. Número 12, abril de 2014
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I NVESTIGACIÓN
Científicos del BioRobotics Institute de Pisa, la École la mente está al alcance de la
Polytechnique Federal de Lausana y otros centros europeos tecnología actual. Pero si esos
han desarrollado una mano robótica que ha permitido a movimientos han de tener alguna
un usuario –que perdió la mano izquierda hace 10 años– precisión, se hace imprescindible
recuperar la sensación del tacto. Por ejemplo, distinguir una un mecanismo de retroalimenta-
pelota de una mandarina. ción (o feedback). Si se trata de
una mano robótica, el sistema
Nueve años después de un Durante las pruebas con los ojos de retroalimentación esencial es
accidente que le provo- vendados, Sorensen pudo también el tacto: percibir la sensación de
có la pérdida de su mano saber con cuánta fuerza estaba lo que está tocando la mano, la
izquierda, Dennis Aabo Sorensen agarrando los objetos, y regularla textura y la resistencia que ofrece
se ha convertido en el primer según las necesidades. Son tareas al agarrarlo.
amputado en el mundo en sentir rutinarias para una mano humana,
en tiempo real con una prótesis pero un sobrecogedor salto tecno- Esta es la cuestión esencial que
de mano sensorial mejorada que lógico para un brazo robótico. han resuelto Silvestre Micera y sus
está conectada quirúrgicamente colegas de Pisa, Lausana, Roma,
a los nervios en el brazo superior. Los últimos años han pre- Friburgo, Essex y la ciudad danesa
senciado notables avances en la de Aalborg. Presentan en Science
El avance dota a los brazos robótica médica, la disciplina que Translational Medicine un esfuer-
robóticos de un mecanismo intenta reemplazar los miembros zo conjunto que ha implicado a
esencial –la retroalimentación– y órganos perdidos por versio- institutos europeos de robótica,
para dar precisión a los movi- nes mecánicas, como pantallas neurología, prostética, ingeniería
mientos que ordena la mente del de electrodos implantados en la y bioingeniería, microsistemas,
paciente. Con sensores similares retina, piernas y brazos mecánicos geriatría y ciencias de la compu-
a los utilizados aquí será posi- controlados por la actividad cere- tación. La cooperación científica
ble pronto emular otras sensa- bral del paciente y el último grito parece funcionar en Europa cuan-
ciones, como la temperatura. La en ciencias de la computación e do los Gobiernos no lo impiden.
investigación se basa en un solo inteligencia artificial.
paciente, pero el consorcio cien-
tífico europeo proyecta ahora un Mover el cursor de un orde-
ensayo clínico. nador o un brazo mecánico con
Los médicos del equipo conec- ¿En qué consisten los
taron la mano robótica a los ner- sensores del tacto de
vios del brazo de Sorensen, que la mano mecánica?
estaban intactos. Es el primer
éxito de una iniciativa de las uni-
versidades y los hospitales euro-
peos llamada Lifehand 2.
Mide y transforma la tensión
de los tendones artificiales en
pulsos eléctricos
“La retroalimentación sensorial
ha sido increíble –dice el pacien-
te Sorensen–: puedo sentir cosas
que no había sido capaz de sen-
tir durante más de nueve años;
cuando sujeto un objeto, puedo
sentir si es duro o suave, cuadra-
do o redondo”.
58 utonomía
Científicos del BioRobotics Institute de Pisa, la École la mente está al alcance de la
Polytechnique Federal de Lausana y otros centros europeos tecnología actual. Pero si esos
han desarrollado una mano robótica que ha permitido a movimientos han de tener alguna
un usuario –que perdió la mano izquierda hace 10 años– precisión, se hace imprescindible
recuperar la sensación del tacto. Por ejemplo, distinguir una un mecanismo de retroalimenta-
pelota de una mandarina. ción (o feedback). Si se trata de
una mano robótica, el sistema
Nueve años después de un Durante las pruebas con los ojos de retroalimentación esencial es
accidente que le provo- vendados, Sorensen pudo también el tacto: percibir la sensación de
có la pérdida de su mano saber con cuánta fuerza estaba lo que está tocando la mano, la
izquierda, Dennis Aabo Sorensen agarrando los objetos, y regularla textura y la resistencia que ofrece
se ha convertido en el primer según las necesidades. Son tareas al agarrarlo.
amputado en el mundo en sentir rutinarias para una mano humana,
en tiempo real con una prótesis pero un sobrecogedor salto tecno- Esta es la cuestión esencial que
de mano sensorial mejorada que lógico para un brazo robótico. han resuelto Silvestre Micera y sus
está conectada quirúrgicamente colegas de Pisa, Lausana, Roma,
a los nervios en el brazo superior. Los últimos años han pre- Friburgo, Essex y la ciudad danesa
senciado notables avances en la de Aalborg. Presentan en Science
El avance dota a los brazos robótica médica, la disciplina que Translational Medicine un esfuer-
robóticos de un mecanismo intenta reemplazar los miembros zo conjunto que ha implicado a
esencial –la retroalimentación– y órganos perdidos por versio- institutos europeos de robótica,
para dar precisión a los movi- nes mecánicas, como pantallas neurología, prostética, ingeniería
mientos que ordena la mente del de electrodos implantados en la y bioingeniería, microsistemas,
paciente. Con sensores similares retina, piernas y brazos mecánicos geriatría y ciencias de la compu-
a los utilizados aquí será posi- controlados por la actividad cere- tación. La cooperación científica
ble pronto emular otras sensa- bral del paciente y el último grito parece funcionar en Europa cuan-
ciones, como la temperatura. La en ciencias de la computación e do los Gobiernos no lo impiden.
investigación se basa en un solo inteligencia artificial.
paciente, pero el consorcio cien-
tífico europeo proyecta ahora un Mover el cursor de un orde-
ensayo clínico. nador o un brazo mecánico con
Los médicos del equipo conec- ¿En qué consisten los
taron la mano robótica a los ner- sensores del tacto de
vios del brazo de Sorensen, que la mano mecánica?
estaban intactos. Es el primer
éxito de una iniciativa de las uni-
versidades y los hospitales euro-
peos llamada Lifehand 2.
Mide y transforma la tensión
de los tendones artificiales en
pulsos eléctricos
“La retroalimentación sensorial
ha sido increíble –dice el pacien-
te Sorensen–: puedo sentir cosas
que no había sido capaz de sen-
tir durante más de nueve años;
cuando sujeto un objeto, puedo
sentir si es duro o suave, cuadra-
do o redondo”.
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