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sistema
de dependencia
Cinco años de la Ley de Autonomía Personal y
Dependencia
Este 2012 se han cumplido los cinco años de la entrada en vigor de la Ley de Promoción
de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia y de
la consiguiente creación del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, el
mecanismo articulado para su despliegue y desarrollo.
Luis Cayo Pérez Bueno ese interrogatorio sobre las bonda- sonas y las familias más concernidas
Presidente del Comité Español des y torpezas de este dispositivo de las experimentaban en términos de
de Representantes de Personas concreción de derechos sociales. carencia y hasta de desamparo.
con Discapacidad (CERMI) Lo primero, vaya por delante, Con la Ley, y ello es mérito no
Presidente de la Fundación que hay que anotar en su haber –de menor, los poderes públicos, por
la Ley y del Sistema– es que era hora fin, toman conciencia (y cartas en
PDerecho y Discapacidad ya de que España encarara ciertas el asunto) de que ciertas necesida-
uede ser el momento demandas sociales no atendidas, o des sociales que nunca han estado
apropiado para hacer insuficientemente atendidas, como con la relevancia suficiente en la
balance de esta nueva una cuestión de derechos, deste- agenda política y legislativa y por
arquitectura de protec- rrando para siempre enfoques bien- ende tampoco en la acción pública
ción social –en un país intencionados, paternalitas o de (las personas con discapacidad y las
caracterizado por una ausencia casi mera y vergonzante beneficencia. personas mayores siempre hemos
sistemática de dispositivos de ga- permanecido situadas en cierta zona
rantía de la inclusión social de los Las demandas sociales, imperio- de sombra, presencias cuasi fantas-
grupos de población más precarios sas y apremiantes, derivadas de las males del medio social, entre incó-
en términos de derechos– y tratar necesidades intensas de apoyo para modas y prescindibles, condenadas
de contestar a la pregunta de si ha la autonomía personal que presen- a la imperceptibilidad) y tratan de
estado a la altura de las expectati- taban y presentan capas cada vez responder a las mismas en clave de
vas creadas y de si, en efecto, ha más numerosas de la población, por derechos, de derechos sociales, fun-
supuesto un avance social, como se razones asociadas a la edad, al enve- dados en la aceptación explícita de
pretendía y como se esperaba. jecimiento, o a la discapacidad. La que asegurar unos mínimos vitales
respuesta a estas demandas, antes de de dignidad para todos los compo-
Las personas con discapacidad la Ley, era desigual, débil y fragmen- nentes de la comunidad política es
y sus familias, y las personas mayo- taria, era casi tan nula, que no pue- también una responsabilidad públi-
res, como destinatarias primordia- de decirse que en rigor, como país, ca, forma parte –¡cuán tardíamente,
les de la Ley, estamos en posición se estuviera respondiendo a unas podríamos decirse, y con razón!– del
cualificada, a través de sus organiza- necesidades ostensibles, que las per- contrato social en que se basan las
ciones representativas, para realizar sociedades democráticas avanzadas.
En 2012 se cumplen cinco años de la entrada en vigor de la Ley de Promoción De ahí, que los movimientos
sociales de la discapacidad y de las
de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia personas mayores, saludáramos, en
su nacimiento, esta Ley, no porque
A76 perusotnoanl omía fuera acabada y perfecta, que dis-
ta mucho de serlo, y se ha visto y
comprobado en estos cinco prime-
ros años de andadura, sino porque
inauguraba, en España, un camino,
el de los derechos, apenas transita-
do en las políticas y legislaciones de
carácter social que en nuestra cier-
ta ingenuidad –y la crisis actual no
está sacando con extrema violencia
de dependencia
Cinco años de la Ley de Autonomía Personal y
Dependencia
Este 2012 se han cumplido los cinco años de la entrada en vigor de la Ley de Promoción
de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia y de
la consiguiente creación del Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia, el
mecanismo articulado para su despliegue y desarrollo.
Luis Cayo Pérez Bueno ese interrogatorio sobre las bonda- sonas y las familias más concernidas
Presidente del Comité Español des y torpezas de este dispositivo de las experimentaban en términos de
de Representantes de Personas concreción de derechos sociales. carencia y hasta de desamparo.
con Discapacidad (CERMI) Lo primero, vaya por delante, Con la Ley, y ello es mérito no
Presidente de la Fundación que hay que anotar en su haber –de menor, los poderes públicos, por
la Ley y del Sistema– es que era hora fin, toman conciencia (y cartas en
PDerecho y Discapacidad ya de que España encarara ciertas el asunto) de que ciertas necesida-
uede ser el momento demandas sociales no atendidas, o des sociales que nunca han estado
apropiado para hacer insuficientemente atendidas, como con la relevancia suficiente en la
balance de esta nueva una cuestión de derechos, deste- agenda política y legislativa y por
arquitectura de protec- rrando para siempre enfoques bien- ende tampoco en la acción pública
ción social –en un país intencionados, paternalitas o de (las personas con discapacidad y las
caracterizado por una ausencia casi mera y vergonzante beneficencia. personas mayores siempre hemos
sistemática de dispositivos de ga- permanecido situadas en cierta zona
rantía de la inclusión social de los Las demandas sociales, imperio- de sombra, presencias cuasi fantas-
grupos de población más precarios sas y apremiantes, derivadas de las males del medio social, entre incó-
en términos de derechos– y tratar necesidades intensas de apoyo para modas y prescindibles, condenadas
de contestar a la pregunta de si ha la autonomía personal que presen- a la imperceptibilidad) y tratan de
estado a la altura de las expectati- taban y presentan capas cada vez responder a las mismas en clave de
vas creadas y de si, en efecto, ha más numerosas de la población, por derechos, de derechos sociales, fun-
supuesto un avance social, como se razones asociadas a la edad, al enve- dados en la aceptación explícita de
pretendía y como se esperaba. jecimiento, o a la discapacidad. La que asegurar unos mínimos vitales
respuesta a estas demandas, antes de de dignidad para todos los compo-
Las personas con discapacidad la Ley, era desigual, débil y fragmen- nentes de la comunidad política es
y sus familias, y las personas mayo- taria, era casi tan nula, que no pue- también una responsabilidad públi-
res, como destinatarias primordia- de decirse que en rigor, como país, ca, forma parte –¡cuán tardíamente,
les de la Ley, estamos en posición se estuviera respondiendo a unas podríamos decirse, y con razón!– del
cualificada, a través de sus organiza- necesidades ostensibles, que las per- contrato social en que se basan las
ciones representativas, para realizar sociedades democráticas avanzadas.
En 2012 se cumplen cinco años de la entrada en vigor de la Ley de Promoción De ahí, que los movimientos
sociales de la discapacidad y de las
de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia personas mayores, saludáramos, en
su nacimiento, esta Ley, no porque
A76 perusotnoanl omía fuera acabada y perfecta, que dis-
ta mucho de serlo, y se ha visto y
comprobado en estos cinco prime-
ros años de andadura, sino porque
inauguraba, en España, un camino,
el de los derechos, apenas transita-
do en las políticas y legislaciones de
carácter social que en nuestra cier-
ta ingenuidad –y la crisis actual no
está sacando con extrema violencia