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ENTREVISTA Madrid/Cristina Fariñas
Fotos: Expedición del Kilimanjaro
Una joven con Esclerosis Múltiple asciende al Kilimanjaro
No la venció el cansancio y,
Inés Grau paso a paso, “poniendo un
pie delante de otro”, Inés
“EN UN SEGUNDO SENTÍ creyó que podía cumplir su
LA POSIBILIDAD DE HACER sueño, que cada paso que
ALGO ESPECIAL EN MI VIDA” daba, junto con la expedi-
ción, suponía la confirmación de que podía
Inés Grau, barcelonesa de 24 años, superar el miedo y que, en definitiva, era
alcanzó la cumbre del Kilimanjaro, un peldaño más que escalaba hacia la victo-
en Tanzania el 18 de julio de 2011. ria sobre la enfermedad.
Tras la culminación de la subida a Inés Grau considera que la enfermedad le
la cumbre de la montaña más alta de abrió el camino para subir al Kilimanjaro
África (5.895 metros), Inés, persona “me lancé sin pensármelo porque por pri-
con Esclerosis Múltiple, se dio cuenta mera vez, la enfermedad me abría puertas
de que sus límites no estaban donde ella en vez de cerrármelas, y eso había que apro-
siempre había pensado. vecharlo o por lo menos, ver qué ocurría”.
La posibilidad de hacer algo especial en
su vida con la aventura de subir al pico
más alto de África se reflejó en los ojos de
Inés, cuando esta propuesta apareció en el
momento más inesperado de su vida.
OBSTÁCULOS EN EL ASCENSO
“Los obstáculos más comunes han sido
el cansancio acumulado, dado que caminá-
bamos unas 8 horas de media diarias, y la
falta de oxígeno”, afirma Inés, en cuanto
a los impedimentos que encontraron en el
ascenso a este pico.
Pero además, había otros problemas
“predominaba el obstáculo mental con el
que todos fuimos en un
principio, el miedo de
sí seríamos o no capaces
de coronar la montaña
y si nuestra enfermedad
supondría un impedimen-
to. Esos pensamientos de
duda fueron el mayor obs-
táculo”, señala Inés.
LA FATIGA NO VENCIÓ A LA
EXPEDICIÓN
Inés dice que la Esclerosis Múltiple
supone una oportunidad para luchar por
encima de las limitaciones que creía que
la definían señalando que la enfermedad
“empezó siendo un hándicap, una debili-
dad, una limitación en mi vida, pero ahora,
supone estar por encima de mis debilidades
y supone la oportunidad de darme cuenta
de lo poderosas que son mis habilidades”.
Inés afirma que la fatiga es un síntoma
muy común en la Esclerosis Múltiple y la
práctica del montañismo supone un esfuer-
A92 utonpeorsmoníaal
Fotos: Expedición del Kilimanjaro
Una joven con Esclerosis Múltiple asciende al Kilimanjaro
No la venció el cansancio y,
Inés Grau paso a paso, “poniendo un
pie delante de otro”, Inés
“EN UN SEGUNDO SENTÍ creyó que podía cumplir su
LA POSIBILIDAD DE HACER sueño, que cada paso que
ALGO ESPECIAL EN MI VIDA” daba, junto con la expedi-
ción, suponía la confirmación de que podía
Inés Grau, barcelonesa de 24 años, superar el miedo y que, en definitiva, era
alcanzó la cumbre del Kilimanjaro, un peldaño más que escalaba hacia la victo-
en Tanzania el 18 de julio de 2011. ria sobre la enfermedad.
Tras la culminación de la subida a Inés Grau considera que la enfermedad le
la cumbre de la montaña más alta de abrió el camino para subir al Kilimanjaro
África (5.895 metros), Inés, persona “me lancé sin pensármelo porque por pri-
con Esclerosis Múltiple, se dio cuenta mera vez, la enfermedad me abría puertas
de que sus límites no estaban donde ella en vez de cerrármelas, y eso había que apro-
siempre había pensado. vecharlo o por lo menos, ver qué ocurría”.
La posibilidad de hacer algo especial en
su vida con la aventura de subir al pico
más alto de África se reflejó en los ojos de
Inés, cuando esta propuesta apareció en el
momento más inesperado de su vida.
OBSTÁCULOS EN EL ASCENSO
“Los obstáculos más comunes han sido
el cansancio acumulado, dado que caminá-
bamos unas 8 horas de media diarias, y la
falta de oxígeno”, afirma Inés, en cuanto
a los impedimentos que encontraron en el
ascenso a este pico.
Pero además, había otros problemas
“predominaba el obstáculo mental con el
que todos fuimos en un
principio, el miedo de
sí seríamos o no capaces
de coronar la montaña
y si nuestra enfermedad
supondría un impedimen-
to. Esos pensamientos de
duda fueron el mayor obs-
táculo”, señala Inés.
LA FATIGA NO VENCIÓ A LA
EXPEDICIÓN
Inés dice que la Esclerosis Múltiple
supone una oportunidad para luchar por
encima de las limitaciones que creía que
la definían señalando que la enfermedad
“empezó siendo un hándicap, una debili-
dad, una limitación en mi vida, pero ahora,
supone estar por encima de mis debilidades
y supone la oportunidad de darme cuenta
de lo poderosas que son mis habilidades”.
Inés afirma que la fatiga es un síntoma
muy común en la Esclerosis Múltiple y la
práctica del montañismo supone un esfuer-
A92 utonpeorsmoníaal