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desprendía hacia todos ellos. Para nosotros como padres, su etapa escolar la hemos vivido

           con sentimientos encontrados. Por un lado, nos alegraba ver sus progresos, pero, por otro
           lado, también  veíamos los momentos de frustración en los que Luis no podía hacer lo que el

           resto de sus compañeros hacían diariamente.

                  Cada vez se veían más las diferencias entre él y sus compañeros, las cuales se hacían
           más latentes en el parque, junto a los demás niños y sus madres, las cuales no entendían que

           no todos los niños son iguales y requerían demasiadas explicaciones, que a mí como madre

           me hacían sentir incómoda y dolida.
                  A pesar de que su etapa escolar se veía interrumpida en numerosas ocasiones por sus

           largos ingresos, ha conseguido avanzar mucho; esto es debido a que como bien dicen sus
           maestros,  Luis  es  un  niño  muy  trabajador,  luchador,  con  un  gran  afán  de  superación  y

           agradecido con todo lo que le proponían para conseguir sus objetivos.
                  Durante  todos  estos  años,  continuó  nuestra  lucha  buscando  terapias,  contrastando

           opiniones  médicas,  buscando  actividades  que  se  adaptasen  a  sus  necesidades  y  con

           numerosos viajes de un hospital a otro, de un centro a otro…
                  Todo esto repercutía tanto a nivel personal como económico, ya que además de dejar

           de trabajar, surgían numerosos gastos extras en el día a día debido a todas estas actividades
           y traslados, entre otras cosas. Junto a todo esto, hay que añadir las numerosas operaciones a

           las que ha sido sometido, como son:
                  - Fisura palatina.

                  - Operación de oídos.

                  - Operación de un quiste en la espalda.
                  Con  todo  esto,  al  cabo  de  11  años  y  después  de  haber  tirado  la  toalla  ya  que  los

           médicos no encontraban el porqué de todo lo que le pasaba… llegó la respuesta: El equipo de

           genetistas lo diagnóstico con Síndrome de Kabuki, ya que tenía una mutación en el gen MLL2
           (KMT2D).  Él  reúne  prácticamente  todas  las  manifestaciones  clínicas  de  dicho  síndrome,

           además de problemas de inmunodeficiencia que aparecieron posteriormente. Otro hándicap
           añadido a su día a día, ya que debe seguir un tratamiento crónico que delimita diariamente su

           alimentación.
                  Con todo esto espero haber podido reflejar las dificultades que conlleva este síndrome,

           tanto para Luis como para el resto de la familia.


                  Muchas gracias por vuestra atención.


           Más información: http://www.sindromekabuki.es  sindromekabuki@gmail.com



           Newsletter CREER Nº 89 Mayo 2019                                                                                                                                                           ~ 22 ~
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