Page 21 - 86
P. 21

que  se  han  atrevido  a  hacernos  un  comentario,  hemos  podido  explicar  que  se  trata  de  la

           enfermedad genética XP. Tratamos de darla a conocer, para que no sea una anormalidad. Pol
           es muy consciente de esta situación y la gestiona bien al encontrarse acompañado durante el

           recorrido, pero frecuentemente me pregunto ¿cómo lo hará en un futuro cuando este ir y venir
           escolar  lo  realice  solo?.  Los  más  pequeños,  por  curiosidad,  tienen  la  tentación  de  tocar  el

           plástico protector y los más osados quitarle la gorra.

           Por suerte rara vez.

                  Una vez llegado a la escuela y más concretamente a

           su aula, Pol puede librarse de la protección e incluso puede
           cambiarse de ropa, para estar más cómodo. El aula está

           adaptada  y  el  profesorado  y  la  dirección  del  centro  son

           conocedores de la problemática y veladores del protocolo
           de actuación para que Pol pueda tener un desarrollo en la

           misma  línea  de  sus  compañeros  de  curso.  Es  el
           profesorado quien en función de las actividades diarias a

           realizar, como salir al patio, ir al baño, ir al comedor, a la

           piscina, como al finalizar el día lectivo, toman y aplican las
           medidas  de  protección  pertinentes,  es  decir,  le  ponen  la

           crema protectora y la ropa. Disfruta de la salida al patio pero es consciente de las limitaciones
           que la protección genera para según qué actividades y muy consciente de evitar sufrir "golpes

           de calor", debido a la ropa que lleva.

                  De  regreso  a  casa,  ya  puede  quitarse  la  protección,  pues  las  luces  de  casa,  al  ser
           conocedores de la enfermedad se cambiaron por el tipo LED que no generan UV y en las

           ventanas a las que llega la luz del sol, instalaron unas laminas de protección de los UV, como

           las que colocan en los automóviles o edificios de oficinas y que tienen un nivel de protección
           UV del 99%. En el coche familiar también las han instalado y esto permite que en cualquier

           trayecto en coche, pueda Pol ir sin la gorra, los guantes y la cazadora pero manteniendo las

           gafas. Los cambios de luz y la instalación de las láminas también las hemos hecho nosotros en
           casa y en el coche y poco a poco otros familiares. Esto facilita que Pol no tenga necesidad de

           llevar la protección en el interior de las casas. Para evitar exponer a Pol, en cualquier instalación
           a  la  que  acudamos,  sea  cine,  teatro,  restaurante,  casas  de  amigos  o  compañeros,  etc.,

           utilizamos  un medidor  de  radiación  ultravioleta, aparato  que nos ayuda  a  determinar si  Pol

           puede o no quitarse la protección.





           Newsletter CREER Nº 86 Febrero 2019                                                                                                                                 ~ 21 ~
   16   17   18   19   20   21   22   23