Page 28 - news
P. 28

diferente no nos parecía extraño, porque el papá de Nacor tiene la mirada parecida, por lo

           que entendíamos que era por eso”, refiere Sonia.
                  “Al  poco  de  estar  esperando,  subió  la  neuropediatra  del  hospital  que  estaba

           atendiendo a nuestro hijo y nos dijo que Nacor tenía una enfermedad neurodegenerativa,

           que no era como consecuencia del accidente”, comenta Sonia. Cuando se sospecha de una
           leucodistrofia, es necesario realizar diferentes pruebas para poder corroborar el diagnóstico,

           puesto  que  la  clínica  (los  síntomas  que  presenta  la  persona  afectada)  no  siempre  es

           determinante  para  poder  conseguir  el  diagnóstico  acertado.  Entre  estas  pruebas,  se
           encuentran  la  resonancia  magnética,  análisis  de  orina,  encefalogramas,  entre  otras.  El

           estudio  genético,  para  buscar  las  mutaciones  que  causan  la  patología  también  es
           determinante.

                  “A  Nacor  le  hicieron  pruebas  genéticas  para  buscar  las  mutaciones  y  a  los  dos
           meses, nos dieron el resultado, siendo el diagnóstico de leucodistrofia de canavan”, dice

           Sonia.

                  Una  vez  llega  el  diagnóstico,  muchas  familias  se  dan  cuenta  de  aspectos  que
           pasaron desapercibidos pero ahora cobran cierto sentido. En el caso de Nacor, no tenía

           sostén el cuello en la edad que debería hacer tenido esta capacidad, por ejemplo.
                  El día a día de la familia es relativamente tranquilo. Se han mudado desde la casa

           que tenían en el municipio que viven a una casita de campo a las afueras del mismo. “La
           otra casa no estaba adaptada, era más estrecha, no tenía habitación en la planta baja y la

           silla no entra bien por muchas partes, no puedo ir con Nacor a todos lados, en cambio, la

           casita  en  la  que  vivimos  ahora,  que  estaba  pensada  para  pasar  los  meses  de  verano,
           estamos mucho más cómodos”, comenta Sonia.

                  Los ruidos que había en la anterior casa también han sido determinantes, porque a

           Nacor le incomodan bastante, por lo que ahora la familia disfruta de la tranquilidad que le
           proporciona el nuevo hogar.

                  “Trabajamos  todos  los  días  para  mejorar  las  condiciones  físicas  de  Nacor”,  nos
           explica Sonia. Acuden tres veces por semana a rehabilitación, así como atención temprana

           y  los  días  que  no,  es  la  madre  la  que  realiza  los  ejercicios  con  el  menor  en  casa,  para
           mantener el hábito y conseguir mantener lo adquirido.

                  Muchas familias se ven obligadas a dejar sus trabajos para poder cuidar de sus hijos,

           puesto que requieren en la mayoría de los casos más atención que otros menores. En el
           caso de los papas de Nacor, Sonia está de baja psicológica, porque el diagnóstico de su

           hijo le ha resultado muy difícil de asumir y no se ve capaz de dejar a su hijo tantas horas
           mientras  ella  vuelve  a  su  jornada  laboral.  “De  momento  es  mejor  así,  no  me  importaría



           Newsletter CREER Nº 70 Junio 2017                                                                                                                                    ~ 28 ~
   23   24   25   26   27   28   29