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Palabras mayores

llosa. Aún las conservo, unas notas
excelentes de notable para arri-
ba (carcajada). Tenía 10 u 11 años.
¿Cómo iba a ir a mi madre con ma-
las notas cuando aspiraba a que
fuese oficinista para llevar corbata?

El álbum de su vida fue pasando
demasiado rápido. Valora el paso
del tiempo, pero no sabemos si
las circunstancias aprietan tan-
to como las necesidades actua-
les por encontrar un trabajo. La
profesión de actor obliga a tener
paciencia. A perderse y volver. A
la contradicción. Al abandono in-
cluso de uno mismo.
No creo que corran muy malos
“EL TEATRO ES LA MEJOR FÓRMULA ANTIENVEJECIMIENTO” tiempos para la mía…Se hace cine,
hay un montón de ficción en las te-
levisiones y en internet, los teatros,
que durante un tiempo no hicieron
más que ir cerrándose, ahora se
van abriendo en esas grandes sa-
las que antes fueron cine y ponen
en cartel dos y tres títulos distintos
al día. Es cierto que hay muchísi-
mos actores y aspirantes a serlo
pero también hay más produc-
ción… otra cosa es que al público
no le valga todo. Tener la compañía
teatral más longeva te da estabili-
dad, una trayectoria de esfuerzo y
de coherencia, de responsabilidad
y de hacer del público el destina-
tario de tu trabajo… no la crítica, no
las camarillas de la profesión, no, el
público: intentando no defraudarle
jamás e intentando superarte en
cada proyecto para seguir contan-
do con su beneplácito.

la antesala de una caída fulminan- He llegado a ser protagonista en Llegar a Madrid con lo justo sí
te, que el meritoriaje dura hasta el casi 70 películas. Empecé en fi- que fue un drama para empezar
final de tu trayectoria… saber huir guración para poder subsistir en a ganarse la vida.
de la soberbia y la vanidad… hay Madrid. No conocía a nadie y el Era algo menos…. 300 pesetas.
que recibir los aplausos y los reco- poco dinero que llevé con apenas Más que un drama, era una preo-
nocimientos con legítimo orgullo 20 años se acababa muy rápido. cupación. ¡La de encontrar trabajo
pero preparado para la invisibilidad No sabía a qué dedicarme porque antes de que se acabaran! Era peor
y el silencio. Humildad y afán de mis estudios fueron elementales, la inseguridad de un joven sin ofi-
superación… sin carrera y con dos asignaturas cio que quería ser “alguien”… pero
aprobadas como flauta con sobre- no sabía cómo. Que había salido de
Comenzó de aprendiz en un ta- saliente y religión. Las demás notas su Gijón del alma porque su tierra
ller de electrotecnia y terminó las falsificaba y se las enseñaba a no le podía ofrecer horizontes, que
siendo actor... mi madre, que estaba muy orgu- había llegado solo a una ciudad in-

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