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Toti Martínez de Lezea, una autora para la historia
quiero divertirme y ser el lector de mi Toti ha escrito más de
propia novela. No tengo ni idea de lo treinta libros y se ha
que va ocurrir”.
convertido en una de las
Las mujeres sin voz autoras más leídas dentro
del panorama de la novela
Toti ha dado en sus libros la palabra a histórica
esas mujeres olvidadas por la historia
oficial. Uno de sus libros, La comune- de brujas vascas, se habla de Zuga-
ra, tiene como protagonista a María rramurdi, que fue el último proceso;
Pacheco, conocida por la historia por ¿pero cuál fue el primero? Pues em-
ser la mujer de Juan Padilla. “Cuando pezó en 1500 en Durango, y me pare-
empecé a escribir esa novela sobre los ció más interesante hablar de las Du-
comuneros no pensé que iba a ser una rangas que de las de Zugarramurdi”.
mujer la protagonista. Lo normal hu-
biera sido que fueran Padilla, Bravo o En esa época, en toda Europa, miles
Maldonado. Comencé a escribirla por- de mujeres ardieron en las hogueras
que me parecía fascinante que hubie- por las mentiras, los prejuicios y las
ra una revuelta popular en una época obsesiones de las clases dirigentes,
absolutista, pero mientras iba leyendo tanto políticas como religiosas. Mu-
sobre los comuneros aparecía el nom- chas de aquellas víctimas eran niñas;
bre de María Pacheco y no salía bien otras, jóvenes, y todas eran mujeres gas, que eran cistercienses, por eso se
parada. El hecho de que, tanto historia- que simplemente intentaban ganarse negó a cambiarse la vestidura”.
dores como cronistas, hablaran mal de un jornal. Una de esas jóvenes es la
esta mujer me dio que pensar, y como que Toti relata en su libro La herbo- En otra de sus novelas, La Universal,
no encontraba fuentes encontré la no- lera, una curandera, hija y nieta de cu- nos muestra la sociedad de principios
vela”. Y añade: “La historia oficial de randeras, que va a Durango a aprender del siglo XX, una sociedad que se deba-
los comuneros se termina cuando a el oficio de partera y se ve envuelta en te entre lo tradicional y la modernidad.
Padilla lo decapitan en Villalar, pero los terribles acontecimientos que lle- La escritora sitúa en una pensión de
esta mujer lidera a las comunidades varon a trece mujeres a la hoguera. Madrid un pequeño microcosmos so-
en Toledo durante nueve meses más y cial de aquellos años también azotados
resiste a las tropas imperiales donde se Una reseña sobre una hija ilegítima por la crisis. “Fue una crisis tremenda
encontraban sus hermanos, sus tíos y que el rey Fernando el Católico había –relata Toti–; entonces no existían las
sus primos. Y cuando Toledo cae, ella tenido con una señora de Bilbao fue el prestaciones por desempleo y cuando
tiene que exiliarse a Portugal donde inicio de otro de sus libros, La abade- a uno lo echaban de la fábrica, se iba
sobrevive míseramente y sin ningu- sa. “Fue el primero que escribí, el de sin nada; además, ni existía sanidad
na ayuda, mientras sus hermanos son la apuesta, aunque lo publiqué cuatro ni educación. El gobierno español de
grandes de España y ricos. Ya el nom- o cinco libros después. Me pareció cu- entonces permitió la entrada de grano
bre me atrajo, en realidad se llamaba rioso este hecho y busqué a esa hija, de Estados Unidos y Rusia a un precio
María López de Mendoza y Pacheco, que fue abadesa de Madrigal y luego más barato que el grano español; esto
pero en aquella época se podía elegir de Las Huelgas. Fuimos mi marido y hizo que los campesinos se arruinasen
apellido entre los cuatro familiares, y yo al monasterio de Las Huelgas y allí y, como no eran propietarios de su ha-
ella elije el de su madre. Era una mujer había una referencia sobre ella; fue la cienda, que pertenecía al señor, no te-
que se merecía que la recuperásemos”. trigésimo segunda abadesa. Decían nían que comer y emigraron a las gran-
que era una mujer de aspecto varonil, des ciudades. Esas ciudades tampoco
Como a aquellas miles de mujeres a lo que significaba que tenía un fuerte estaban preparadas para recibir a tanta
las que la Inquisición procesó por ser carácter, y no fue muy querida porque gente y se hacinaban familias en esca-
brujas y fueron condenadas a morir se negó a cambiar el hábito. Ella era sos metros cuadrados con un retrete y
en la hoguera. “Siempre que se habla clarisa y la obligaron a ir a Las Huel- una cocinita. Las empresas vascas de
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