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Reportaje EL PESEBRE, SÍNTESIS DEL ESPÍRITU NAVIDEÑO

las ramas más altas de un olivo, ade-
más de las blancas alas, sólo se
cubre de un ligero vestido. “Se dió en
una ocasión el caso de un desmayo
del ángel”, es un comentario discreto
del alcalde de Sant Guim de la Plana,
Xavier Riera i Oliva; lo que hace
recordar a los visitantes que los acto-
res son seres humanos, más que
seres celestiales.
El mundo de la viticultura se desa-
rrolla en el centro espacial de todas
las escenografías de este gigantesco
pesebre viviente. Además, se da la
circunstancia, que todas y cada una
de las actividades representadas han
sido instaladas en su lugares corres-
pondientes. El escenario donde se
celebra la representación es un casti-
llo altomedieval, en cuyas entrañas,
como era tradicional en los siglos X y
XI, tenían lugar las mismas labores
que, en tiempos de Jesucristo, se
hacían en Tierra Santa. “Por ello, no
fue nada difícil ambientar los oficios
que, en número de cuarenta, aproxi-
madamente, el visitante puede admi-
rar, siguiendo un desarrollo más o

menos coherente”, explica Francesc néctar vitivinícola logran embriagar-
Buireu i Rovira, presidente del Con- nos, en todos los sentidos. La bodega
sell Comarcal de la Segarra. de reposo también es impresionante,
La llegada al lagar logra dejar al de cuyas bóvedas de arco de piedra
público asistente sin respiración, superior penden las tradicionales ara-
cuando contempla a un hombre ñas; mientras otro actor, con el mayor
sumergido hasta las rodillas pisando tacto, procede a abrir el tapón de una
las uvas recién recogidas para extraer de las barricas de roble... No lejos de
el mosto, cuyo preciado líquido tam- allí, el taller de tonelería, junto al
bién vemos discurrir hacia los reci- patio descubierto, en donde se tem-
pientes subterráneos con las paredes pla el hierro de los ejes de los carros,
recubiertas de cerámica vidriada de cuyo fuego ilumina y caldea la fría
color marrón oscuro. Los efluvios del noche de Sant Guim de la Plana.

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