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En Unión

Presidenta de la

Federación de
Asociaciones de Mujeres

Separadas y Divorciadas

Ana María

Pérez

del Campo

Texto y fotos: Cristina Alarcón

l fin principal de la orga- La presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas.
nización es transmitir a
na Mª Pérez del Campo siempre ha luchado por los derechos de
las mujeres los valores y
lleva más de cuarenta las mujeres, y lo hacíamos porque ambas
Eprincipios de igualdad años luchando por el habíamos tenido que separarnos y nos
como base esencial para que reconocimiento de los encontramos con la realidad social de
derechos de la mujer. entonces”.
éstas alcancen en la sociedad el
Casada muy joven, La presidenta de la Federación habla
lugar que, como ser humano, les comenzó los trámites de de una realidad que muchos desconocen
corresponde. La lucha infatiga- Asu separación cinco y que otros tantos, sobre todo mujeres,
años más tarde, estando embarazada de han sufrido, pero lo recuerda con gesto
ble de Ana Mª ha sido reconoci-
su tercer hijo. Durante los nueve años serio y con la satisfacción de que ya no
da por el Ministerio de Trabajo y que duró su pleito, Ana Mª formó parte sea así: “Cuando la gente joven escucha
Asuntos Sociales, al concederle del movimiento feminista y colaboró en ahora lo que nosotras contamos de aque-
la atención de mujeres en trámite de llos tiempos, piensan muchas veces que
el pasado siete de febrero la
separación conyugal en un bufete jurídi- no es cierto, pero quien lo ha vivido sabe
Medalla de Oro al Mérito en el co matrimonialista; más tarde se diplo- que es verdad, y que las mujeres hemos
Trabajo. La presidenta de la maría en Derecho y Práctica Procesal. pasado mucho y todavía nos queda por
Federación de Asociaciones de “La Asociación de Mujeres Separadas pasar. Los hombres no necesitaban
nació varios años antes de que se apro- separarse, tenían todos los privilegios,
Mujeres Separadas y Divorcia- baran los estatutos en 1973, de hecho, todo el poder; en cambio, las mujeres
das agradeció el premio en llevábamos trabajando en su constitu- carecían totalmente de él. Las deman-
nombre de todas las mujeres ción desde finales de los 60. Hablo en das de aquellos años eran escasas, ya
plural porque varias mujeres nos volca- que las situaciones de esclavitud que
con las que ha trabajado y por mos en ese proyecto. Junto a mí estaba vivían algunas de las mujeres, no les per-

las que trabaja. Mabel Pérez-Serrano, quien, como yo, mitían aspirar, ni siquiera, a romper con

“La mujeres necesitan el amparo de la ley”

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