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Reportaje TIENES UNA HISTORIA QUE CONTAR
COSAS DE LA SELVA. EL BILLETE SIN RETORNO DE ÁNGELA
nas. Ahí comenzó un viaje de ocho hacia Cuzco e ir a Lima. Hicieron
años que guarda intacto en su una balsa con la madera de los
memoria. árboles y lianas.
Una aventura sin billete de vuelta Llevaba consigo a una joven que
que la llevó, a sus veinticuatro años tenía una niña y a una pequeña de
y de mano de un grupo de misione- dos años que le habían regalado. La
ros seglares, a un mundo descono- mujer que la cuidaba no la quería
cido (…) porque lloraba mucho y estaba
El viaje fue en barco y allí “pasamos enferma. Además, viajaban dos
la marola”, afirma entre risas. Tarda- muchachos de la tribu machiguenga
ron veinticinco días en llegar y pudo que conducían la balsa. Tampoco
conocer La Habana, Jamaica, Vene- faltaba un loro sobre el hombro de
zuela... Al llegar, la destinaron a un Ángela, que bien podría parecer una
internado al que iban varias tribus. parodia de pirata. “Ese día había
Después de dos años, Ángela conti- crecido el río y llegamos a una parte
Ángela Prieto Velasco, 74 años. nuó enseñando por el bajo Lubam- donde había un remolino. Nos cogió
Antonio Pérez Vicente, 21 años. ba y Cuzco. Allí vivían los piros y los y nos dio vueltas, como queriendo
enkas. absorbernos”. Mientras tanto, la pro-
Fragmento adaptado. Luego se fue más al norte, donde fesora animaba a todos: “No pasa
conoció a los machiguengas. En nada... La Virgen nos protege, Dios
e llama Ápiro. Tiene 31 años, todo ese tiempo, la maestra fue nos protege”, les decía mientras las
pero apenas habla. Se queda coleccionando ahijados y adentrán- aguas jugaban con su futuro. Los
Smirando, expectante, escudri- dose en sus costumbres. niños lloraban a gritos llamando a su
ñando con sus ojos cada palabra Los machiguengas eran nómadas y ina [mamá]. “De repente, el remoli-
que sale de Ángela. Mientras, ella apreciaban a los varones, pero no a no lanzó la balsa hacia arriba y nos
cuenta parte de su vida. Más que las niñas. “Si tenían un niño y luego estrellamos”. La barca se deshizo y
con un pan, nació con una guerra una niña, tenías que tener cuidado”, todo lo que llevaban se cayó al río.
bajo el brazo. A los cinco años salió relata Ángela. En una ocasión tuvo “¡Menos mal que salimos todos!”,
de Madrid con dos de sus seis her- que intermediar para evitar que una recuerda (…)
manos y se fue primero a Úbeda, madre matara a su pequeña. “Si Mientras la maestra vivía una aven-
después a Valencia. Su padre no cuando naciste te hubieran tirado al tura apasionante, su familia en
aguantó sin verlos y fue a buscarlos. río, ahora no tendrías nada”, le dijo España no sabía nada. Debía volver
Regresaron apiñados en un vagón con firmeza. También le pidió que a los cinco años, pero decidió no
durante cinco días, pero regresaron. llevara al niño al colegio y cuidara de regresar entonces porque “si venía,
Después de pasar por la escuela, se la recién nacida. Así logró que, al no me dejaban volver”. Había justifi-
licenció en Magisterio y llegó a Sala- menos mientras ella estuvo allí, la cado su partida con una supuesta
manca para estudiar en un colegio niña sobreviviera. Fue su ángel de la beca de dos años para estudiar dis-
de monjas. Era el camino para irse a guarda, hasta que finalmente, cuan- tintas razas, pero el tiempo pasó.
las misiones. do ella estaba lejos, la niña falleció. “Además, estuve enferma, me
Desencantada con el panorama –tal Lima era la siguiente parada. Por tuvieron que operar. Mi madre me
vez no ayudaron las cartas abiertas y una radio con pilas recargadas al escribió diciendo que volviera, que
los regalos que nunca llegaban-, sol, los dominicos les dijeron que me iban a matar”. Pero tuvieron
Ángela no cejó en su empeño, pero tenían que llegar hasta el Penal de que pasar ocho años hasta que
ya no iría de la mano de las herma- Sepa para coger un avión, salir regresara (…)
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