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Reportaje TIENES UNA HISTORIA QUE CONTAR
EL PROCESO DE CREACIÓN DE ENERGÍA
Francisco Cordero López, 78 años.
Alejandro Sánchez Cuerda, 24años.
Fragmento adaptado.
os alumnos de quinto curso
hablaban en voz baja. Camisas
Lclaras, algunas corbatas y
mucha brillantina. Sus miradas,
inquietas, no dejaban de analizar
aquel enorme recinto. Techos altos,
estructuras metálicas y montones
de cables y tuberías que nacían y
morían en Dios sabe dónde.
"Dejad de cuchichear", dijo Don
Ladislao sin creerse del todo lo que ro siempre era poco para mantener
pedía. Estaba sorprendido. Muy
sorprendido. Aunque durante
muchos años había pasado por la
puerta del edificio de la Junta de
Energía Nuclear, nunca pudo ima-
ginarse que aquellos muros escon-
dieran cosas tan incomprensibles.
La orden de Don Ladislao fue
inmediatamente obedecida y, tras
un breve pero infinito silencio, Don Entre su paso por el colegio y la
Francisco continuó la explicación:
12 Sesenta y más
"Están ante mi proyecto de tesis Junta de Energía Nuclear pasaron
doctoral. Es un acelerador de partí- más de veinte años. Veinte años
culas, tipo Cockcroft-Walton, que que, en la vida de Cordero, se que-
usamos como fuente pulsada de daron pequeños para contener
neutrones para experiencias diná- todo lo vivido. Una oposición apro-
micas en conjuntos multiplicativos bada en la Compañía Telefónica
de uranio". Sus explicaciones Nacional de España sirvió para lle-
retumbaban en los altos techos de var el primer sueldo a casa. Un
la sala provocando una sensación año más tarde, en 1947, otra opo-
más misteriosa todavía. sición le permitió entrar a formar
Aunque Francisco miraba directa- parte del Cuerpo General Técnico
mente al profesor buscando su de Telecomunicaciones. Este traba-
complicidad, éste poco conseguía jo, con turnos de noche, pudo ser
comprender de todo aquello que compatibilizado con los estudios
veía y escuchaba. Don Ladis, como universitarios. Después de finalizar
Francisco le llamaba durante su en 1955 la Licenciatura de Cien-
etapa de estudiante, mostraba sin cias Físicas, ingresó como becario
reparo su cara de asombro. Asom- en la Junta de Energía Nuclear.
bro, admiración y orgullo. Asombro El centro, conocido hoy como CIE-
por los avances de una ciencia MAT, fue su segunda casa hasta su
que, en 1966, eran sólo las débiles jubilación (…) Mientras se despi-
raíces de lo que hoy tenemos. de, Francisco Cordero se disculpa
Admiración al contemplar como el por hablar excesivamente alto (…)
hombre conseguía jugar con la Tiene nueve hijos aunque, como
naturaleza a montar y a desmontar todo abuelo, gasta mucho más
átomos. Y orgullo, mucho orgullo. tiempo en hablar de sus nietos (…)
Orgullo al comprobar que uno de "Sabe", me descubre en un tono
sus alumnos había conseguido lle- de confianza pero sin perder jamás
gar hasta el escalón de la vida que la distancia que provoca el uso de
se había propuesto. la tercera persona del singular,
De padre taxista y madre sirvienta, "casi todo se puede aprender en
el presupuesto de la familia Corde- las universidades; el latín, la infor-
mática, los avances tecnológicos y
a sus seis hijos. En los grises años las formas de sacar una muela.
del franquismo, cuando la educa- Sólo hay una cosa que no te ense-
ción formaba parte de unos pocos ñan en ningún lugar y, tal vez, es
privilegiados, dos centros en la tarea más difícil del mundo.
Argüelles se repartían a los estu- Nadie enseña a ser padre o madre.
diantes del barrio. El colegio de Los Y, para buena madre, mi mujer.
Jesuitas, que expulsaba a los Ella se enfada mucho conmigo por
alumnos de bajo rendimiento esco- las cosas que hago pero sé que
lar, y el colegio Decroly (…) nada de lo que he hecho en mi
vida profesional lo hubiera podido
visita de los nuevos alumnos a la hacer sin su ayuda".