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                                                     parte del mundo. Por ello, no es       desciende en vertical para caer en
                                                     una casualidad, que en este paraí-     brazos de Almuñécar. Un mar de
                                                     so granadino se dieran las coorde-     árboles, de hojas perennes y bri-
                                                     nadas idóneas para el cultivo de       llantes, cultivados en bancales, a
                                                     unos frutos evocadores de viajes,      ambos lados del bucólico curso.
                                                     aromas y fragancias que nos retro-     Los campesinos de este Edén son
                                                     traen a escenarios oníricos lejanos.   auténticos jardineros del paisaje,
                                                       En Almuñécar, la perla de la         porque no logrará encontrar nin-
                                                     Costa Tropical, se ha valorado bien    gún recuerdo del “progreso” caído
                                                     esta riqueza; y hoy no sólo el viaje-  en el suelo; herederos de aquellos
                                                     ro del siglo XXI, sino también los     grandes alarifes del arte agrónomo
                                                     autóctonos, no logran salir del        nazarí (siglos XIII, XIV y XV), a
                                                     mayor asombro al contemplar            quienes se les deben los sofistica-
                                                     cómo, ante la imparable compe-         dos sistemas de regadío, a través
                                                     tencia de la industria hotelera de     de norias, canales, aljibes y ace-
                                                     otros lugares de nuestro litoral his-  quias. También los romanos, mil
                                                     pano, en esta antiquísima ciudad,      quinientos años antes, siguiendo a
                                                     sin perder el pulso del progreso, se   pies juntillas las enseñanzas
                                                     ha procurado no sólo conservar ese     aprendidas de los anteriores grie-
                                                     patrimonio natural, sino además        gos y fenicios, construyeron un
                                                     preservarlo contra los grandes inte-   impresionante acueducto, de más
                                                     reses especuladores de nuestra         9 kilómetros de largo, capaz de
                Texto y fotos: Jesús Ávila Granados
                                                     época. Gracias a ello, la legendaria   calmar la sed de la floreciente ciu-
                                                     “Sexi” se enorgullece de mantener      dad de Sexi, además de abastecer
                          diferencia de otros        el sabio, y difícil, equilibrio entre  de agua dulce a la renombrada
                          puntos    del  litoral     la historia, el arte y la arqueología,  industria del salazón, que puede
                          andaluz, donde los         por una parte; el desarrollo cohe-     admirarse en el Parque del Majue-
                          frutos que se cultivan     rente de su casco urbano, y ese        lo, convertido actualmente en un
                          se hallan bajo inmen-      enorme potencial natural de bos-       interesante Jardín Botánico, don-
                          sos plásticos, en la       que, el más importante de España       de el viajero podrá entrar en con-
              A Costa Tropical, en                   en cuanto a frutos subtropicales se    tacto con las diferentes especies
              general, y Almuñécar, en particu-      refiere.                               tropicales que se cultivan en
              lar, los frutos se muestran orgullo-                                          Almuñécar, mientras contempla el
              sos de su riqueza tanto cromática,     UN MAR DE SENSACIONES                  centenar de piletas (albercas de
              como de formas y de contenidos.                                               piedra), utilizadas en la antigüe-
              Nos referimos a los frutos tropica-      La primera impresión que des-        dad para la elaboración del sala-
              les que, desde hace cerca de un        prende esta antiquísima ciudad         zón, así como del garum, aquel
              siglo, dominan los valles de los       granadina, con más de tres mile-       alimento tan apreciado por las
              ríos y riachuelos que buscan afano-    nios documentada, como es Almu-        legiones romanas.
              samente su contacto con el mar, el     ñécar, especialmente entrando por
              mítico “Mare Nostrum”; el mismo        la carretera que baja del Suspiro      SALUTÍFEROS FRUTOS
              que, en la remota antigüedad, uti-     del Moro -conocida popularmente
              lizaran pueblos tan cultos como        como “De la cabra”- es de entrar,        Entre los valles de los ríos Seco
              fenicios, griegos y romanos, prime-    de golpe, en un paraíso, donde la      y Verde se extiende este mar de
              ro, y árabes, después, para coloni-    variedad cromática del paisaje         árboles subtropicales tan relacio-
              zar, y asentarse, en estas tierras de  deja extasiado al viajero más ave-     nados con la imagen de Almuñé-
              vocación de altura, que sirven de      zado. Azules, verdes, marrones,        car. Aguacates, nísperos y bananas
              nexo de unión entre las nevadas        blancos y la mayor variedad de         se sitúan en las zonas más altas
              cumbres del Sistema Penibético y       tonalidades cálidas, por los frutos    (entre los 300 y 500 de altitud);
              las azuladas aguas del Mediterrá-      tropicales, enamoran los sentidos.     más abajo, en torno a los 200
              neo. Todo un espectáculo natural         Se trata de la fértil vega del río   metros, se hallan los bancales de
              pocas veces repetido en cualquier      Verde, que, desde Jete y Otívar,       mangos, papayas, pomelos y algún


                                                                                                       Sesenta y más 41
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