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              Mayores Hoy ANDRÉS INIESTA



              esperanzas de que no le mataran       de 1939, no pude verla desde que       que a los paisanos de mi quinta, la
              porque "no había hecho nada”. Le      me detuvieron unos legionarios a       del 42.
              dije que les bastaba  que hubiera     doscientos  metros  de mi casa. No     – Parece que las calamidades que
              sido alcalde republicano de Uclés     me dejaron despedirme de ella y no     pasó en la cárcel le han hecho a
              y, desgraciadamente, no me equi-      la volvería a ver. Dijeron que ya iría  usted  más resistente.
              voqué. Sin embargo, no se confor-     a visitar a su hijo cuando estuviera   En la prisión Monasterio de Uclés
              maron sólo con eso  y en su última    en una fosa  en el cementerio. Sin     había que sobrevivir como fuera.
              noche le pegaron una paliza de        embargo, aunque la quería mucho,       Así me las compuse  para superar
              muerte. Los que se la dieron, un      me acuerdo más de mi padre, de la      el hambre que allí se pasaba  recu-
              funcionario de prisiones y un paisa-  muerte tan indigna que le dieron y     rriendo a los desperdicios de la
              no nuestro, se encargaron de que      que no merecía. Además, perdí a        enfermería que diariamente se
              se supiera en el pueblo con todo      una hermana que falleció de tuber-     depositaban en un cajón al que lla-
              detalle. Incluso, se comieron dos     culosis con dieciocho años debido      maba “alacena”. En él había mon-
              corderos para celebrarlo.             a las penurias pasadas.                daduras de patatas,  de nabos de
                                                                                           zanahorias, cortezas de  naranja,
              – Perder a los padres así, siendo tan  – ¿Tenía más hermanos?                mezclados con gasas  ensangrenta-
              joven, debe ser terrible, ¿no?        Si, tres más, pero han fallecido ya.   das  y purulentas, pero que eran
              Ese recuerdo no se me va nunca de     incluida una hermana que sólo          alimento suficiente en esas cir-
              la cabeza. A mi madre, que murió      tenía dos  años cuando se acabó        cunstancias. Gracias a eso pude
              el día que empezaba  la Segunda       la guerra. Yo era el mayor pero les    contarlo y probablemente, hacerme
              Guerra Mundial, el 1 de septiembre    he sobrevivido a todos, al igual       más duro y resistente.










































                               “Yo, que no tuve juventud, quiero que


                                    los jóvenes conozcan mi historia”




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