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              Mayores Hoy MARÍA ESTHER FERNÁNDEZ LEMOS



              bajo no sólo por su maternidad res-
              ponsable, sino también porque com-
              paginó su familia con unas durísi-      “El ser Humano tiene mucha fuerza
              mas condiciones de trabajo en los
              molinos.                                          más de la que creemos”
              – Sí, teníamos que mantener a una
              familia muy numerosa y entonces
              no había las comodidades que hay
              ahora, de modo que había que          Tu verás lo que haces –me dijo–. Yo    duro trabajo en el molino y sus hijos.
              hacer lo que fuera. Alquilamos dos    me enfajé y seguí en el molino y mi    Hoy día los padres también trabajan
              molinos y trabajamos allí, mi mari-   hija nació perfectamente.              fuera de casa y precisamente uno de
              do y yo. Sólo él era autónomo por-                                           los problemas que plantean los educa-
              que el dinero no llegaba para otra    – Los molinos estaban en la Rúa de San  dores es que la relación padres-hijos
              cotización, así que el trabajo        Pedro y en la Rivera de San Lorenzo,   está en crisis porque no se dedica sufi-
              empezaba a las 8 de la mañana.        muy cerca de donde está situada la     ciente tiempo a la familia. ¿Está de
              Por las mañanas iba mi marido y       casa, así que sus vecinos la han visto  acuerdo?
              después de la comida él descansa-     casi toda su vida continuamente emba-  – A mí me parece que ahora somos
              ba y trabajaba yo. Mi madre vigila-   razada.                                muy cómodos. La verdad es que edu-
              ba a los niños mientras tanto. Yo     – Ah sí, y no sólo los vecinos.        car a un hijo lleva aparejado sufri-
              pesaba el grano, luego lo echaba      Recuerdo que el Cardenal Quiroga       miento y sacrificio porque ellos ense-
              al molino y después de molerlo lo     Palacios solía hacer una visita anual  guida notan cuál es el punto débil de
              volvía a pesar y embalaba las         al centro de mayores de Cotolengo      los padres y como te dejes “te echan
              sacas de harina.                      que quedaba enfrente al molino. Casi   un pulso” como digo yo. Yo prefería
                                                    siempre que iba me veía con la barri-  darles un coscorrón y enseñarles yo,
              – Pero usted pasó casi toda su vida   ga y cargando sacos de harina, pero    y no que se lo diera otro. Todavía
              fértil embarazada y ese parece un     un año yo daba a luz en diciembre y    recuerdo las veces que tuve que
              trabajo de cierto riesgo para una ges-  él vino en noviembre y me vio echan-  regañarles o pegarles y a la vez
              tante. ¿Todos sus embarazos salieron  do la harina. Después le dijo a la     esconderme para que no me vieran
              adelante? ¿Nunca tuvo un aborto o un  directora del hospicio  “esa mujer     llorar.
              accidente?                            molinera me da miedo” y yo le con-
              – Nunca, y siempre trabajé así has-   testé a la directora “pues dígale que  – ¿Siente ahora recompensado todo
              ta el último momento. El único        no le dé tanto miedo y que venga a     ese esfuerzo o pesa más el sufrimiento
              accidente que tuve fue durante mi     echarme una mano”.                     y las penurias pasadas?
              último embarazo cuando ya tenía                                              – ¡Claro que me siento recompensa-
              38 años, pero no fue por el trabajo   – ¿Usted cree que la gente de antes    da! Todo lo que se haga por los hijos
              en el molino. Fue un día que se       tenía más fortaleza que ahora?         es reconfortante para uno mismo.
              levantó una tormenta y se puso a      – No, la gente ahora también es fuer-  Sólo tengo una gran pena: la pérdida
              llover. Yo tenía toda la ropa a secar,  te. El ser humano tiene mucha fuer-  de dos de mis niños. La niña murió
              era mucha ropa y sería un percance    za, más de la que creemos y las        de meningitis y el niño de un acci-
              que se mojara, de modo que eché a     mujeres ahora no son más débiles, lo   dente que nunca me perdonaré. Ése
              correr por la escalera para recoger   que pasa es que ahora hay muchas       es el gran dolor que tengo, porque
              la ropa y tuve una caída muy mala,    ventajas y comodidades y uno se        aunque te digan que tienes más hijos
              me machaqué tres vértebras. Des-      acostumbra fácilmente a una rutina,    para consolarte, no hay nada en el
              pués tuve algunas pérdidas y fui al   a una situación determinada y le       mundo que pueda tapar el lugar de
              médico. Me dijo que me enfajara y     parece que no es capaz de hacer        un hijo que se te va.
              que dejara de trabajar si no quería   más, pero ¡vaya si el ser humano
              abortar ¡Pero cómo voy a dejar de     puede hacer cosas!                     – Ese es un recuerdo muy triste,
              trabajar! ¿Y quién le da de comer                                            pero dígame, por contraste ¿Recuer-
              todas estas criaturas? –respondí–.    – Usted repartió su tiempo entre el    da algún momento, aparte del naci-



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