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Taller organizado por el IMSERSO sobre el maltrato El principio bioético de no
maleficencia podría encauzar la
La ponencia, de Antonio Moya se de sus carencias y deterioros. La respuesta social e individual y eli-
Bernal y Javier Barbero Gutiérrez, valoración negativa, a juicio de la minaría la posible confusión acerca
sobre el marco ético incluía la per- ponencia, permite la falta de con- de lo que es una situación de mal-
cepción de un trasfondo social que ciencia y sensibilidad para compren- trato. De esta manera, este princi-
propicia la aparición de los malos der que los derechos puedan estar pio obliga a no perjudicar, a no
tratos hacia las personas mayores en siendo vulnerados. hacer daño a los demás en el orden
lo que se llamaría maltrato estructu- biológico y en el emocional.
ral y social. Asimismo, estos profe- La dificultad para detectar y
sionales establecían la cuestión del denunciar las situaciones de mal- La distinción entre abuso y negli-
por qué se producía una respuesta trato, fue otro argumento que expli- gencia, en cuanto a acción u omi-
profesional y social escasa y tardía caba el insuficiente interés que sión, y la intencionalidad o no de
ante los casos de malos tratos. suscita el problema. El sentimiento una situación de maltrato se resuel-
de culpa de la persona mayor mal- ve cuando el resultado es de daño o
La discusión en el Taller se centró tratada ante la acción de denunciar amenaza de daño contra la salud o
en los argumentos de los ponentes a personas de las que depende para el bienestar de la persona anciana,
del marco ético del maltrato en los cuidados, el miedo a la denun- tal y como estableció la Asociación
cuanto al escaso interés real por esta cia por no vislumbrar alternativas a Médica Americana en 1987. Por
problemática. Así, se citó la geronto- la situación, la posibilidad de no ello, el resultado de daño, o amena-
fobia pasiva como minusvaloración dar credibilidad a la denuncia o la za de daño, es lo que define el mal-
social de los aspectos positivos de la resignación ante el maltrato son trato al margen de la intencionalidad
vejez y la percepción del mundo de algunas causas que avalan esta o de que este resultado se produzca
las personas mayores desde una ten- dificultad a la hora de detectar, y por una acción o una omisión.
dencia a focalizar, evitar y defender- poder intervenir, estas situaciones.
Sin embargo, una apreciación
La coordinación entre las redes sanitarias que se estableció en el Taller es
y sociales permitiría una mejor intervención que, aun siendo necesaria una
ante estas situaciones. mayor sensibilidad social hacia el
problema, una hipersensibilidad a
la posibilidad de maltrato puede
llevar a un falseamiento de la reali-
dad que lleve a calificar como mal-
trato toda irregularidad en la aten-
ción a las personas mayores. Ante
esto se hace conveniente diferen-
ciar la maleficencia de la no-bene-
ficencia, es decir el daño o amena-
za de daño de una acción que no
genere un beneficio. En cualquier
caso hay que destacar que la mayo-
ría de las personas mayores viven
con cuidados adecuados y no
sufren maltrato en los ámbitos
familiar, social e institucional.
Una de las conclusiones a las
que se llega ante la problemática
Sesenta y más 49
maleficencia podría encauzar la
La ponencia, de Antonio Moya se de sus carencias y deterioros. La respuesta social e individual y eli-
Bernal y Javier Barbero Gutiérrez, valoración negativa, a juicio de la minaría la posible confusión acerca
sobre el marco ético incluía la per- ponencia, permite la falta de con- de lo que es una situación de mal-
cepción de un trasfondo social que ciencia y sensibilidad para compren- trato. De esta manera, este princi-
propicia la aparición de los malos der que los derechos puedan estar pio obliga a no perjudicar, a no
tratos hacia las personas mayores en siendo vulnerados. hacer daño a los demás en el orden
lo que se llamaría maltrato estructu- biológico y en el emocional.
ral y social. Asimismo, estos profe- La dificultad para detectar y
sionales establecían la cuestión del denunciar las situaciones de mal- La distinción entre abuso y negli-
por qué se producía una respuesta trato, fue otro argumento que expli- gencia, en cuanto a acción u omi-
profesional y social escasa y tardía caba el insuficiente interés que sión, y la intencionalidad o no de
ante los casos de malos tratos. suscita el problema. El sentimiento una situación de maltrato se resuel-
de culpa de la persona mayor mal- ve cuando el resultado es de daño o
La discusión en el Taller se centró tratada ante la acción de denunciar amenaza de daño contra la salud o
en los argumentos de los ponentes a personas de las que depende para el bienestar de la persona anciana,
del marco ético del maltrato en los cuidados, el miedo a la denun- tal y como estableció la Asociación
cuanto al escaso interés real por esta cia por no vislumbrar alternativas a Médica Americana en 1987. Por
problemática. Así, se citó la geronto- la situación, la posibilidad de no ello, el resultado de daño, o amena-
fobia pasiva como minusvaloración dar credibilidad a la denuncia o la za de daño, es lo que define el mal-
social de los aspectos positivos de la resignación ante el maltrato son trato al margen de la intencionalidad
vejez y la percepción del mundo de algunas causas que avalan esta o de que este resultado se produzca
las personas mayores desde una ten- dificultad a la hora de detectar, y por una acción o una omisión.
dencia a focalizar, evitar y defender- poder intervenir, estas situaciones.
Sin embargo, una apreciación
La coordinación entre las redes sanitarias que se estableció en el Taller es
y sociales permitiría una mejor intervención que, aun siendo necesaria una
ante estas situaciones. mayor sensibilidad social hacia el
problema, una hipersensibilidad a
la posibilidad de maltrato puede
llevar a un falseamiento de la reali-
dad que lleve a calificar como mal-
trato toda irregularidad en la aten-
ción a las personas mayores. Ante
esto se hace conveniente diferen-
ciar la maleficencia de la no-bene-
ficencia, es decir el daño o amena-
za de daño de una acción que no
genere un beneficio. En cualquier
caso hay que destacar que la mayo-
ría de las personas mayores viven
con cuidados adecuados y no
sufren maltrato en los ámbitos
familiar, social e institucional.
Una de las conclusiones a las
que se llega ante la problemática
Sesenta y más 49