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Reportaje UN HOGAR DIFERENTE
a una persona con un deterioro cog- Garbiñe y Joseba conversan en el patio de los apartamentos.
nitivo leve supone un estimulo nega-
tivo porque a su alrededor convive tareas domésticas distribuidas a tra- una residencia temporal pero cuando
con personas en condiciones peores. vés de un calendario, unas hacen la ya me podía valer un poco por mi mis-
“En estas un unidades viven seis comida, otras limpian el pasillo o el ma uno de mis hijos me dijo que ya
personas con una cobertura mucho salón, otras salen a comprar el pan, era hora de volver a casa y me vine
más cercana, el tipo de vida se ase- elaboran la comida, es la vida normal aquí. Yo no me podía quedar sola por-
meja a un domicilio, es un piso com- de cualquier ama de casa. Después que mi marido falleció”.
partido, los criterios no son tan rígi- de comer tienen reposo y luego sue-
dos a la hora de las comidas etc. len ir a dar una vuelta por el barrio El hecho de vivir en estas unida-
pero no olvidemos que la conviven- siempre con una cuidadora porque des no significa que pierdan el con-
cia también es difícil”. algunas de ellas tienen problemas de tacto con su familia, “tengo unos
desorientación”. hijos estupendos y también una nie-
LA UNIDAD ta que suele venir mucho porque
Una de las mujeres que convive en quiere mucho a su amoña (abuela).
Piso sexto del edificio Txara I, un esta unidad es Pilar Argudo, tiene Las ultimas Navidades las he pasado
cartel advierte que se debe tocar el setenta y un años y lleva cuatro vivien- con la familia, Nochebuena con el
timbre antes de entrar. Una vez en el do en la unidad. “vine aquí porque caí hijo mayor y Año Viejo con el peque-
interior, un enorme hall distribuye la enferma y estuve muy malita, no ño”. A Pilar le gusta mucho cocinar,
vivienda, a la izquierda un salón de podía andar, ni hablar y con los médi- “en las comidas quien lleva la batu-
cómodos sofás donde cuatro mujeres cos me entendía por señas. Estuve en ta soy yo, siempre me ha gustado
están viendo la televisión, a la dere-
cha la cocina comedor, una mujer
está haciendo la cena bajo la atenta
supervisión de una cuidadora, otra de
ellas revolotea por la cocina, en una
de las paredes un enorme panel con
diferentes colores y fotografías distri-
buye las labores cotidianas que
deben hacer las personas que habitan
en esa casa así como fotografías de
sus cuidadores.
La persona de referencia para
estas seis mujeres es Garbiñe Amo-
chategui, Directora Técnica, quien
conoce bien el día a día de estas uni-
dades, “Con este proyecto pretende-
mos mantener las actividades de la
vida diaria, es decir, aquellas cosas
que todo el mundo hemos realizado
siempre. A la mañana se levantan y
van a la higiene, la mayoría no nece-
sita ayuda aunque tengan un poco de
demencia, y las que necesitan una
ayuda puntual hay una cuidadora que
se la presta. Desayunan y hacen las
10 Sesenta y más
a una persona con un deterioro cog- Garbiñe y Joseba conversan en el patio de los apartamentos.
nitivo leve supone un estimulo nega-
tivo porque a su alrededor convive tareas domésticas distribuidas a tra- una residencia temporal pero cuando
con personas en condiciones peores. vés de un calendario, unas hacen la ya me podía valer un poco por mi mis-
“En estas un unidades viven seis comida, otras limpian el pasillo o el ma uno de mis hijos me dijo que ya
personas con una cobertura mucho salón, otras salen a comprar el pan, era hora de volver a casa y me vine
más cercana, el tipo de vida se ase- elaboran la comida, es la vida normal aquí. Yo no me podía quedar sola por-
meja a un domicilio, es un piso com- de cualquier ama de casa. Después que mi marido falleció”.
partido, los criterios no son tan rígi- de comer tienen reposo y luego sue-
dos a la hora de las comidas etc. len ir a dar una vuelta por el barrio El hecho de vivir en estas unida-
pero no olvidemos que la conviven- siempre con una cuidadora porque des no significa que pierdan el con-
cia también es difícil”. algunas de ellas tienen problemas de tacto con su familia, “tengo unos
desorientación”. hijos estupendos y también una nie-
LA UNIDAD ta que suele venir mucho porque
Una de las mujeres que convive en quiere mucho a su amoña (abuela).
Piso sexto del edificio Txara I, un esta unidad es Pilar Argudo, tiene Las ultimas Navidades las he pasado
cartel advierte que se debe tocar el setenta y un años y lleva cuatro vivien- con la familia, Nochebuena con el
timbre antes de entrar. Una vez en el do en la unidad. “vine aquí porque caí hijo mayor y Año Viejo con el peque-
interior, un enorme hall distribuye la enferma y estuve muy malita, no ño”. A Pilar le gusta mucho cocinar,
vivienda, a la izquierda un salón de podía andar, ni hablar y con los médi- “en las comidas quien lleva la batu-
cómodos sofás donde cuatro mujeres cos me entendía por señas. Estuve en ta soy yo, siempre me ha gustado
están viendo la televisión, a la dere-
cha la cocina comedor, una mujer
está haciendo la cena bajo la atenta
supervisión de una cuidadora, otra de
ellas revolotea por la cocina, en una
de las paredes un enorme panel con
diferentes colores y fotografías distri-
buye las labores cotidianas que
deben hacer las personas que habitan
en esa casa así como fotografías de
sus cuidadores.
La persona de referencia para
estas seis mujeres es Garbiñe Amo-
chategui, Directora Técnica, quien
conoce bien el día a día de estas uni-
dades, “Con este proyecto pretende-
mos mantener las actividades de la
vida diaria, es decir, aquellas cosas
que todo el mundo hemos realizado
siempre. A la mañana se levantan y
van a la higiene, la mayoría no nece-
sita ayuda aunque tengan un poco de
demencia, y las que necesitan una
ayuda puntual hay una cuidadora que
se la presta. Desayunan y hacen las
10 Sesenta y más