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Newsletter CREER Nº 96 Febrero / Marzo 2020
En las farmacias, hoy día, no se venden las ganchos especiales para la retirada
de garrapatas con seguridad, venderlas y colocar carteles en áreas de riesgo, también
ayudaría a la prevención.
3. Apoyar a los enfermos de Lyme.
Esta tarea es de gran importancia dada la complejidad, controversia y falta de
información sobre la enfermedad. Si comparamos la cantidad de entradas en Internet
en francés (no hablamos de inglés por publicarse en este idioma más artículos
científicos/médicos que en ningún otro idioma), con las entradas en español, la
diferencia es inmensa. Lo primero que necesita un enfermo de Lyme es información
de cómo es la enfermedad.
Tras ello, viene el apoyo tanto en cuanto a ayudarles a buscar médicos que les
atiendan, como en el plano psicológico dándoles ánimo y esperanzas, que las hay;
que no se sientan tan solos como, probablemente, les hacen sentir tanto su medio
médico, como el laboral, social y desgraciadamente a veces el familiar.
La tarea que tenemos por delante es inmensa y todo un desafío pues, somos
una asociación pequeña, sin recursos propios, siendo además todos enfermos, con
limitaciones tanto físicas como cognitivas por efecto de la enfermedad.
La enfermedad de Lyme es una enfermedad multisitémica causada por la
bacteria Borrelia sps., y es transmitida fundamentalmente por la mordedura de una
garrapata (Ixodes sps.) que funciona como vector. La garrapata, además, puede ser
portadora de otros patógenos como Rickettsia, Bartonella, Babesia, Chlamydia,
Anaplasma, Coxiella, Mycoplasma…, que actúan como co-infecciones y cursan con
síntomas característicos que tienen consecuencias importantes para la salud. Hay
estudios científicos publicados que admiten, también, la transmisión congénita.
La enfermedad se manifiesta en tres etapas diferentes: infección temprana
localizada (aguda), infección temprana diseminada e infección tardía persistente.
Muchos enfermos tienen infección tardía persistente que se manifiesta después de
meses o incluso años del inicio de dicha infección, y que pueden no estar precedidas
de las fases temprana e intermedia, lo que dificulta aún más el diagnóstico y el
tratamiento. La sintomatología tan variada y diferente entre pacientes es otro elemento
que lleva a confusión en el diagnóstico, por lo que los médicos deben informarse,
formarse y especializarse en estas patologías.