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dades se miran en la sociedad, perci-
ben de la sociedad, reacciones, accio-
nes, etc.. y construyen su identidad.
El problema es que son tratadas
como si fueran niñas por el mero
hecho de no poder caminar, indepen-
dientemente de la edad o de que sean
madres y esposas. “Quizá no sea tan
raro que esto se haga en un contexto
público, desconocido, pero este proce-
so de infantilización se produce en el
propio hogar, en las relaciones con los
padres, e incluso con los hijos, que
hacen sentir a veces culpabilidad. El
proceso genera y tiene como conse-
LA DISCAPACIDAD
EN CASA
“El espejo social de la mujer social, es la infantilización llevada al
con gran discapacidad”, publi-
cado gracias al esfuerzo de
ASPAYM Madrid y con la ayu-
da de la Obra Social de Caja
Madrid, no concluye en esta primera
parte. Próximamente se dará a
conocer una segunda parte “La dis-
capacidad en casa”, que siguiendo la
misma metodología intentará refle-
jar el entorno familiar directo de la
mujer discapacitada. Para ello, en los
grupos de discusión se ha contado
con la participación de las madres,
padres, hermanos, hermanas e hijos
de estas mujeres.
La idea de esta continuación ha
sido pasar al otro lado del espejo,
intentando saber de dónde pueden
partir todos las cuestiones que las
afectan y cómo los familiares las
ven. Con esta segunda parte se
cerraría el primer ciclo.
Toda esta información se va a tra-
ducir al lenguaje audiovisual. El
vídeo resultante es un intento de
dar mayor difusión a las conclusio-
nes y recomendaciones de la prime-
ra parte, ya que, según apuntan los
autores, la idea final ha sido siem-
pre acercar el mundo de la gran
discapacidad a la sociedad. El vídeo
resumirá el pequeño mundo de
estas grandes mujeres para cono-
cerlas un poco mejor.
“El espejo social de la mujer con
gran discapacidad”, Editorial Fun-
damentos. Colección Ciencia. funda-
mentos@editorialfundamentos.es.
64 MinusVal
cuencia ese sentimiento muy duro y a
veces muy destructivo, independiente-
mente de la edad de los hijos y de
ellas”, matiza el profesor.
Según los autores, ninguna de las
mujeres entrevistadas ha confesado
sufrir ningún tipo de maltrato físico.
Sin embargo, el maltrato psicológico
ha estado siempre presente en sus rei-
vindicaciones. Mujeres adultas con
capacidades, algunas universitarias, con
trabajo o no, con familia e hijos, con
expectativas, que tienen que sufrir
continuamente situaciones en las que
se sienten infravaloradas y minusvalo-
radas.
INVISIBILIDAD
Otra conclusión es la anulación
extremo. Las mujeres con grandes dis-
capacidades se quejan de ciertos pro-
cesos de anulación, de invisibilidad. En
contextos públicos y privados no se
las tiene en cuenta. Es como si no se
las viera, a veces se las aparta de poder mayor preparación del conjunto de la
realizar determinadas actividades
como ir a la compra, al cine y ven limi-
tadas sus posibilidades de acción que
las van anulando progresivamente.
El profesor Zarco apunta que “en el
libro podemos leer sus propias viven-
cias diarias. Cómo en ocasiones ir
acompañadas de un familiar o de un
profesional a alguna actividad, como
por ejemplo, ir a una oficina de la
Administración a pedir un certificado,
el empleado de la ventanilla en vez de
dirigirse a ella, se dirige al acompañan- nueva situación, en el sentido de algo
te. Estos son pequeños mensajes que
te van transmitiendo la sensación de
que en algún sentido no existes y esto
es duro y tiene sus consecuencias”.
A través de sus testimonios, pode-
mos apreciar otras formas de anula-
ción más sutiles en sus relaciones de
amistad o en situaciones de ocio. “Por
ejemplo, cuando una persona después
de conocerte te dice qué lista eres, no
sabía que fueras tan lista; lo que quie-
re decir en realidad es que ha presu-
puesto durante tiempo que eres ton-
ta”, aclara una de las entrevistadas.
BUSCAR EL EQUILIBRIO
Los otros dos ejes del libro son
aprender y enseñar, hallar el equilibrio. complicado, pero hay posibilidad de
Son cuestiones independientes pero
también tienen una similitud: son con-
clusiones y recomendaciones al uníso-
no.
“Estas mujeres que nos han contado
sus problemas, al mismo tiempo nos
han dado las soluciones. Soluciones
puntuales a las que ellas mismas han
llegado o quieren llegar. Uno no nace
sabiendo; por lo que a la discapacidad
se refiere, ni uno entiende o llega a
comprender y adaptarse a todos sus
elementos, tanto en primera persona
como en segunda persona, en el caso
de familiares y amigos. Son procesos
que como no se pueden enseñar tam-
bién se pueden aprender. Estas muje-
res, casi cotidianamente, protagonizan
experiencias de adaptación, sobre
todo en la primera fase, cuando tienen
la lesión”, aclara de nuevo el profesor
Zarco.
Esta conclusión gira sobre la idea de
aprender y enseñar en un contexto
público, de comunicación y de una
sociedad para conocer mejor cuál es
su situación. A su vez estas mujeres
aprenden y enseñan, y son aprendidas
y enseñadas en contextos íntimos y
familiares.
“Por ejemplo -apostilla el profesor-
las mujeres que han sido madres en
silla de ruedas o tienen hijos pequeños
teniendo ya la lesión medular, generan
procesos de reaprendizaje y es su hijo
el que le está enseñando. En el fondo
son estrategias de adaptación a una
que no es estático: a lo largo de este
proceso y en distintos contextos es
clave la idea de que hay que aprender
cosas, hay que reaprender, así los pro-
blemas tienen una solución más fácil”.
“Esto se ha visto en varios contex-
tos -puntualiza Zarco- Sin ir más lejos,
es muy habitual no respetar las plazas
de aparcamiento, un hecho que aunque
no tenga mucha importancia socio-
lógica, sí la tiene vital. La gente suele
ocupar zonas reservadas para perso-
nas con discapacidad sin pararse a pen-
sar en la importancia que tienen para
estas mujeres y sus familiares”.
El último punto del estudio se refie-
re a encontrar el equilibrio. Esto es
encontrar sucesivos equilibrios, una
especie de meta. “Existe un juego de