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comprobar de primera mano que queños no nos han educado para y apetencias y otras ocho, para
Calleja lo había clavado. Para los algo tan básico como la felicidad. nuestros quehaceres y trabajos. El
otros héroes que llenaban el salón, Hablamos mucho de productivi- meollo de la vida suele encontrar-
los residentes, fueron sus siguien- dad y se nos califica por nuestra se en estas últimas. Si pasamos
tes palabras. carrera profesional, pero nos pre- este último tercio a disgusto o con
guntamos a nosotros mismos si desgana, la felicidad está lejos de
vamos a ser felices con esa ca- nuestra mano.
VIVIENDO EN LA LUCHA rrera”, aseguró. Y es que, aunque De lo general a lo particular, una
Será que frecuentar los picos de suene muy naif, la evolución de las vez encarrilado el objetivo, Jesús
las montañas más altas debe dar personas no tiene otro futuro. Calleja lanzó un mensaje directo
una perspectiva diferente. Calleja Como prueba del nueve, para como una flecha: “Para vosotros,
diagnosticó con la precisión de un aquellos escépticos que quisie- que estáis aquí por circunstancias
buen médico los males de nues- ran testar la veracidad de sus pa- diferentes, la vida no ha termina-
tra era. “Vivimos en una sociedad labras, el presentador expuso la do. Vosotros tenéis un trabajo, que
muy rápida, en la que todo se con- vida del común de los mortales. es vuestra rehabilitación diaria,
sume a toda velocidad sin parar- Si dividimos el día en tres partes, con el que debéis ser felices. Y ya
nos a pensar en lo que tenemos tenemos ocho horas para dormir, que tenéis que hacerlo, se pueden
cuando estamos bien. Desde pe- ocho para nuestras necesidades hacer las cosas de dos maneras:

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