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| MAYORES HOY




       tisfecha,  como  lo  está  con  la  vida,
       con cómo esta le ha tratado... Y trata.


       “Confieso que fui honrada”
       Que ha vivido, y mucho, es la evi-
       dencia.  “Confieso  –dice–  que  fui
       honrada y eso me da serenidad…”.
       En abono de esta afirmación, cuen-
       ta cómo fue durante 14 años jefe de
       Servicio de la Subdirección General
       de Exposiciones, en donde se jubi-
       ló en el año 1988. “Eso quiere decir
       que decidía qué exposiciones se ha-
       cían durante esos años en la Direc-
       ción General, en el extranjero y en
       España… Y  cierto  es –exclama  en
       tono  más  alto–  que  tengo  muchos
       cuadros,  pero  ni  uno,  ni  uno  solo,
       ¡eh!, de estos cuadros he recibido yo
       de nadie siendo lo que era en la Ad-
       ministración: en esta casa, que es mi   cía: ¡Pero tú para qué quieres todo  ideas, más imaginación, mejor... ca-
       casa, no hay un cuadro de una perso-  esto!”.                        beza!”.
       na que expusiera mientras yo ocupé
       ese puesto”.
                                         Y a vueltas con sus recuerdos, reme-  A lo Rose Kennedy
                                         mora, y entre risas, cómo en uno de
       Puestos a hacer comparaciones –los   sus traslados de domicilio  familiar  Aunque asegura no exigirse dema-
       casos de corrupción en nuestro país   consiguió ocultar en las vueltas de  siado,  destila  justamente  lo  contra-
       son tantos como  sonoros–, Cajide   una alfombra sus “papeles y recortes  rio. De fuerte impulso y convicción,
       afirma  no  desear  “dar  lecciones  de   de periódicos sobre los temas o es-  imagen de una mujer dotada de un
       honradez  a  nadie,  pero  digo  esto   critores más apreciados de la época.  corazón y un aire de matriarca a lo
       porque hubo alguien no hace mucho   ¡Y solo tendría yo no más de doce o  Rose Kennedy, enjuta  y vital,  da
       que me insinuó: ¡cómo se nota por   trece años!”.                    continuamente muestras de una per-
       tus cuadros el puesto que tuviste! Lo                                sonalidad  rotunda  y ágil.  Por sus
       miré de arriba abajo y dije: ¡Nada   A escribir (artículos y otros forma-  raíces  gallegas,  admite  poseer  una
       que ver, nada que ver!”.
                                         tos) no llegaría  mucho más tarde:  clara vocación viajera:  “Conozco
                                         “¡Y hasta recibiría con solo 17 años  prácticamente  el  mundo entero,  a
       ¿Años trabajando? “Todos”
                                         un premio por una colaboración en  excepción, eso sí, de África, del que
       De trayectoria profesional tan inten-  un diario catalán!”. Así las cosas, y  solo visité El Cairo”.
       sa y prolongada, si se le pregunta por  a la pregunta de qué hubiera queri-
       los años que ha pasado de su vida  do hacer más en su vida que no haya  Afirma que de lo que sí conoce –“y
       dedicada a su trabajo, ella responde  hecho, Cajide  vuelve  a sorprender:  mucho”–,  lo que la impactó y ad-
       a bocajarro casi: “¡Todos…!”. Re-  ¨Me hubiera gustado hacer lo que  mira sobremanera es el país del Sol
       cuerda con entusiasmo cómo desde  hice,  pero si cabe  aún  muchísimo  Naciente: “Japón es una maravilla”,
       muy pequeña  –“no tendría  ni diez  mejor…”. ¿Porque considera que no  exclama con rotundidad, como habla
       años”– ya devoraba los libros y leía  lo  ha  hecho  suficientemente  bien?  de cotidiano: “… su rigor, la disci-
       a Valle  Inclán,  de quien “recortaba  “No exactamente, sino porque con-  plina, la cortesía y el tesón; por su
       en los periódicos todo cuanto se di-  sidero que podría haber tenido más  buena educación, su amor al trabajo
       jera de él, mientras mi padre me de-  y mejores posibilidades,  ¡mejores  bien  hecho  y… su generosidad…,


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