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El poeta del rayo que no cesa

          LAS DESIERTAS ABARCAS


          Por el cinco de enero,
          cada enero ponía
          mi calzado cabrero
          a la ventana fría.

          Nunca tuve zapatos,
          ni trajes ni palabras:
          siempre tuve regatos,
          siempre penas y cabras.

          Por el cinco de enero,
          para el seis, yo quería
          que fuera el mundo entero
          una juguetería.

          Y hacia el seis, mis miradas,     Imagen de las Misiones Pedagógicas.
          hallaba en sus puertas
          mis abarcas heladas,              de una ciudad espléndida de       muerte de su amigo de la infancia,
          mis abarcas desiertas.               arañas.                        Ramón Sijé, al que homenajea
                                            Difíciles barrancos de escaleras,  con la famosa elegía considerada
          Los poemas secretos de la in-     calladas cataratas de ascensores,  la mejor en lengua castellana.
          fancia empiezan a ser conocidos   ¡qué impresión de vacío!
          por sus amigos, antiguos com-     Ocupaban el puesto de mis fl ores,  (En Orihuela, su pueblo y el mío,
          pañeros de colegio, con los que   los aires de mis aires y mi río.  se me ha muerto como del rayo
          se reúne en una “escuela poéti-                                     Ramón Sijé, a quien tanto quería)
          ca” que forman en Orihuela. En    Después de pasar seis meses en la
          1931 consigue un premio por su    capital, desanimado y sin recur-  Yo quiero ser llorando el hortelano
          Canto a Valencia, poema que       sos, regresa a Orihuela.          de la tierra que ocupas y estercolas,
          había presentado a un concurso                                      compañero del alma, tan temprano.
          convocado por el Orfeón Ilicita-  Vuelve a Madrid en 1934, tras     Quiero escarbar la tierra con los
          no de Elche.                      haber publicado un año antes         dientes,
                                            su primer libro Perito en lunas.   quiero apartar la tierra parte a
          “Eres mi casa, Madrid,            Esta obra está muy infl uencia-      parte
          mi existencia”                    da por Góngora y es de difícil    a dentelladas secas y calientes.
                                            lectura, dado que resulta algo    Tanto dolor se agrupa en mi
          A fi nales de ese año, animado    críptica por sus descripciones       costado,
          por sus amigos, y gracias a su    alegóricas e imaginativas. Poste-  que por doler me duele hasta el
          ayuda económica, se traslada a    riormente escribirá con un esti-     aliento.
          Madrid, donde aterriza con los    lo más directo y comprensible.    quiero minar la tierra hasta
          recortes de sus poemas publi-                                          encontrarte.
          cados en periódicos locales. Sin   En esta ocasión logra codearse
                                                                              Y besarte la noble calavera
          dinero, lejos de su tierra y de su   con la intelectualidad del mo-
                                                                              y desamordazarte y regresarte.
          gente, la ciudad le resulta extraña   mento. Establece una íntima   Volverás a mi huerto y a mi
          y amenazante.                     amistad con la pintora Maruja        higuera:
                                            Mallo y encuentra un gran apo-    por los altos andamios de las fl ores
          El SILBO DE AFIRMACIÓN            yo y admiración entre los poetas   pajareará tu alma colmenera
            EN LA ALDEA                     de la llamada Generación del      a la aladas almas de las rosas
                                            27, estableciendo principalmente   del almendro de nata te requiero,
          Alto soy de mirar a las palmeras,  una fraternal amistad con Pablo   que tenemos que hablar de
          rudo de convivir con las          Neruda y Vicente Aleixandre.         muchas cosas,
            montañas...                                                       compañero del alma, compañero.
          yo me vi bajo y blando en las     Sin embargo, su estancia se ve
            aceras                          ensombrecida con la noticia de la           (10 de enero de 1936)

                                                                                                Más al día 57
                                                                                                Más al día
                                                                                                           57


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