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Navidad, una fi esta cristiana














                                                                              En Cataluña son célebres
                                                                              sus escenifi cados

                                                                              pesebres vivientes,
                                                                              donde el visitante queda
                                                                              extasiado al contemplar
                                                                              todas y cada una de las
                                                                              escenas relacionadas con
                                                                              la Navidad y la Epifanía,
                                                                              incluyendo los ofi cios.


                                                                              siglo XVIII, y no tardó en exten-
                                                                              derse por toda Europa y América.
                                                                              Los villancicos fueron recupera-
                                                                              dos de las tradiciones populares;
                                                                              el más célebre de todos, sin duda,
                                                                              “Noche Feliz” (Stille Nacht), de los
                                                                              austríacos Franz J. Gruber y Jose-
                                                                              ph Mohr, comenzó a cantarse en
                                                                              la iglesia de San Nicolás, de Obrn-
                                                                              dorf, la Nochebuena del año 1818;
                                                                              a partir de entonces, los villancicos
                                                                              no tardaron en incorporarse a las
                                                                              celebraciones de la Navidad de
                                                                              toda Europa, llegando a Améri-
                                                                              ca a mediados del siglo XIX. Las
                                                                              tarjetas de Navidad comenzaron a
                                                                              utilizarse a partir de la década de
                                                                              1870, aunque la primera de ellas se
                                                                              imprimió en Londres en 1846. La
                                                                              Navidad, tal como la conocemos
                                                                              hoy, por lo tanto, es una creación
                                                                              del siglo XIX.

                                                                              La familiar imagen de Santa Claus,
                                                                              con el trineo, los renos y las bolsas
                                                                              con juguetes, es una invención esta-
                                                                              dounidense de comienzos del siglo
                                                                              XX. Aunque la leyenda de Papá
                                                                              Noel, que constituye el entrañable
                                                                              espíritu de la Navidad, es antigua
                                                                              y compleja, y, como veremos a
                                                                              continuación, procede en parte de
                                                                              San Nicolás, obispo de Myra (Tur-
                                                                              quía); así como de una jovial fi gura

                                                                                         Más información   47




                                                                                                           15/12/09   0:57
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