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Una actitud positiva ante la enfermedad es la mejor medicina
Quizá por ello percibimos la sa- Unos estados de salud
lud y la enfermedad como dos facilitan más el disfrute,
situaciones antagónicas. La me- otros incluso la difi cultan,
todología diagnóstica que he-
mos heredado nos ha llevado a pero todos tienen algún
determinar, simplifi cando quizá grado de salud.
en exceso, lo que en uno u otro
momento pasa en nuestro orga- cuando ignoraba la situación y
nismo, en nuestra mente: lo «nor- ahora la noticia ha ensombreci-
mal» es que todo funcione ade- do su vida? El diagnóstico no ha
cuadamente y lo «patológico» es hecho más que confi rmar lo que
cuando algo va mal. deberíamos saber y asumir: el or-
ganismo genera permanentemen-
Sobre este esquema de norma- te células anómalas. El fenómeno
lidad y anormalidad patológica del cáncer existe en nuestro orga-
hemos construido toda una cul- nismo de forma continua, y aún
tura interpretativa. Sin embargo, no sabemos por qué nuestro cuer-
en nuestro organismo lo «nor- po produce estas células que pue-
mal» y lo «anormal» conviven den acabar incluso con nuestra
permanentemente, lo «saludable» existencia. El diagnóstico que re-
y lo «patológico» forman parte cibimos en un momento no hace
de nuestra existencia cotidiana, más que suponer o determinar
nuestro estado de salud en cada cómo se está manifestando en no-
momento es el resultado de este sotros. Pero la enfermedad ya es-
debate permanente, del equilibrio taba probablemente predispuesta,
que se logra cuando conviven di- desde el mismo momento en que
ferentes elementos. La clave para algunos de nuestros genes trasmi-
entenderlo es darse cuenta de que tieron la información en las célu-
existen diversos estados de salud, las al reproducirse. El ambiente y
más que estados de salud norma- nuestros hábitos hacen el resto.
les o anormales. Unos estados
La salud es el resultado
de salud facilitan más el disfrute, El problema no surge en el mo-
entre lo que me ocurre, otros incluso lo difi cultan, pero mento del diagnóstico, y, sin
los apoyos que recibo y todos tienen algún grado de salud. embargo, lo percibimos así. El
diagnóstico es más bien una
cómo vivo la situación en
Siempre me he preguntado por oportunidad, porque desde ese
la que me encuentro. qué una persona ha vivido feliz- momento podemos hacer algo
mente hasta que se le diagnostica para evitar el avance de la en-
virlo como algo natural. Nadie se una enfermedad importante. Con fermedad, o para manejar sus
ocupó de educarnos para afrontar frecuencia su vida se desmorona síntomas. Quizá nuestro error es
la asignatura más difícil de nuestra en el momento que recibe la no- que no somos conscientes de la
vida: convivir con la enfermedad, ticia. El miedo y la inseguridad fragilidad de la vida hasta que
vivir la enfermedad integrándola suelen anidar en su mente. ¿Qué repentinamente debemos caer en
en nuestra existencia, durante la ha cambiado? ¿No tenía también la cuenta de la debilidad de nues-
infancia, la juventud, en la madu- cáncer ayer, hace un mes, o in- tro cuerpo, nuestra mente, nues-
rez o en la ancianidad. cluso un año? ¿Por qué era feliz tro ser.
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